«La victoria del domingo es la victoria de la troika», afirma el exministro de finanzas griego Yanis Varufakis en un artículo publicado este lunes en el periódico británico The Guardian a cuenta de la victoria en las urnas de Alexis Tsipras, esta vez sin su apoyo. «Alexis ha logrado un triunfo contra la oposición, las […]
«La victoria del domingo es la victoria de la troika», afirma el exministro de finanzas griego Yanis Varufakis en un artículo publicado este lunes en el periódico británico The Guardian a cuenta de la victoria en las urnas de Alexis Tsipras, esta vez sin su apoyo. «Alexis ha logrado un triunfo contra la oposición, las encuestas y los críticos dentro del partido (incluido yo)«.
«A pesar de ello la gran vencedora aquí es la troika porque ha conseguido darle la vuelta a un parlamento que anteriores legislaturas sufría muchísimo para aprobar los planes de rescate, pero que ahora lo pasara con cómodidad, ya que la única oposición que va a encontrar va a ser los comunistas del KKE y los neonazis de Aurora Dorada», que en ningún caso suman un número significativo de diputados.
«El primer ministro ha sabido reaccionar a una terrible situación política», admite Varufakis, «basándose en tres promesas principales: la primera, la renegociación en el futuro de algunos aspectos del rescate; la segunda, una posible reestructuración de la deuda que permita a la economía griega respirar; y tercero, acabar con las redes clientelares alimentadas por un sistema oligárquico».
El exministro de Finanzas señala el estrecho margen de soberanía que le queda al Estado griego, especialmente para conseguir mejores acuerdos ahora dentro del tercer rescate: «las condiciones del acuerdo lo dejan muy claro, la capacidad negociadora del gobierno es prácticamente insignificante«.
En cambio Varufakis se muestra más optimista de cara a la reestructuración de la deuda, medida que incluso antes de memorándum exigía el FMI para la viabilidad de la economía de Grecia. «No cabe duda de que habrá un alivio en la deuda, lo que conllevará menores niveles de austeridad. Pero de nuevo esto choca con el acuerdo ya que, aunque la cantidad de dinero que tenga ser destinado a pagar deuda vaya a ser menor, ya se ha acordado un obligado superávit primario del 3,5% de 2018 en adelante, algo que irremediablemente va a repercutir en más recortes en el sector público.
El tercer aspecto que permitió la victoria de Syriza en las elecciones está relacionado con la política interna de Grecia, y Varufakis habla de él como «la clave para entender el éxito de Tsipras». Los ciudadanos griegos perciben que un gobierno de izquierdas, aunque vaya a aplicar medidas muy similares, «tendrá capacidad para cuidar de los débiles». En cuanto a los oligarcas, él es muy claro: «Durante los primeros seis meses de 2015, cuando estábamos desafiando el monopolio de la troika sus mayores aliados en nuestro país fueron los grandes poderes mediáticos y sus agentes políticos. Ahora Tsipras está de su lado. ¿Podrá revolverse el primer ministro y actuar en su contra? En mi opinión, eso es lo que él quiere, pero la troika ya le ha dejado sin armas (por ejemplo, ha forzado el cierre de la unidad contra la delincuencia económica, el SDOE).
Sin embargo, Varufakis quiere concluir acudiendo a los elementos que le puedan permitir al gobierno griego construir un futuro: «El destino del país dependerá en buena medida de si los mandatarios quedan del lado de las víctimas de la troika, crean condiciones para que la economía no quede lastrada y saben actuar con Bruselas para conseguir determinadas concesiones que le permitan respirar. Es una tarea complicada, pero no imposible. En cualquier caso este no era el objetivo ni lo es ahora. El objetivo era construir un cambio real para Grecia».