En el año de 1920 se inició en honduras la exploración petrolífera, cuando la compañía Honduras Petroleum Company perforó dos pozos en las cercanías de Omoa. Entre los años 60 y 80 del siglo pasado, 16 compañías efectuaron diferentes tipos de exploraciones, entre las que se encontraban TEXACO, Chevron, Shell, y Union Oil. Los últimos […]
En el año de 1920 se inició en honduras la exploración petrolífera, cuando la compañía Honduras Petroleum Company perforó dos pozos en las cercanías de Omoa. Entre los años 60 y 80 del siglo pasado, 16 compañías efectuaron diferentes tipos de exploraciones, entre las que se encontraban TEXACO, Chevron, Shell, y Union Oil. Los últimos trabajos de exploración fueron realizados por True Cambria entre 1989 a 1993 realizando perforaciones en la Moskitia.
En el año 2007, El Instituto de Geociencia Japex (IGJ) y la Secretaría de Recursos Naturales (SERNA) firmaron un acuerdo de cooperación para las exploraciones y posteriormente efectuaron un simposio en la ciudad de Houston, Texas, con el nombre de «Sí Hay Petróleo en Honduras¨, donde expusieron los resultados de los estudios elaborados por la compañía japonesa. El propósito del simposio era atraer compañías petroleras que invirtieran en la exploración y explotación.
Posteriormente, Noruegan Petroleum Geo-Services (PGS), inició en el 2009 estudios sísmicos de 2,500 kms del fondo del mar en la plataforma continental, utilizando el barco Falcon Explorer. En marzo del mismo año el ministro de SERNA, Tomás vaquero informó que cuatro compañías tenían interés de explotar el petróleo en Honduras: CHEVRON, PEMEX, PETROBRAS y PDVSA.
Después del golpe de estado de junio de año 2009 y la posterior elecciones espurias efectuadas en noviembre del mismo año; la licitación que se venía dando fue suspendida ante el cambio de actores políticos. Para algunos analistas, el golpe de estado fue suscitado entre otros motivos por los hidrocarburos y la pretensión de PETROBRAS y PDVSA en explotar los yacimientos en la plataforma marítima.
El 8 de febrero del 2011, la administración de Porfirio Lobo, vía decreto PCM-007-2011, suspendió todas las actividades de exploración de petróleo, argumentando que Honduras requiere de una nueva Ley de Hidrocarburos. Un año después apareció el otrora asesor presidencial Roberto Cáceres y actual Comisionado de los Derechos Humanos, en un programa de televisión anunciando el posible acuerdo con la Empresa Británica para la exploración y futura explotación de hidrocarburos en 35,000 km2 de la zona económica exclusiva frente a la Moskitia.
La Secretaría de Recursos Naturales (SERNA) envió una nota a nuestra organización de fecha 5 de agosto del 2013, con el propósito de iniciar la supuesta socialización a la cual denominaron consulta. Previamente el 27 de mayo del mismo año, SERNA hizo publico el contrato con BG, el que fue aprobado por el Congreso Nacional a matacaballo el 15 de agosto.
La compañía Shell adquirió a BG en febrero de 2016 por us $53 billones y para el pasado 15 de agosto, Shell anunció el inicio de las perforaciones en la plataforma continental, asumiendo el trabajo de exploración iniciado por BG.
La empresa angloholandesa Shell tiene una terrible reputación en materia de derechos humanos tras haber destruido el delta del río Niger, en Nigeria. Shell fue señalada como coopartícipe en el asesinato del poeta y lider Ogoni, Ken Saro Wiia, el que fue ejecutado por la dictadura de Sani Abacha en 1995, con ocho compañeros Ogoni a instancias de la Shell. Además la compañía ha sido señalada por contribuir económicamente a grupos armados que se han dedicado al exterminio de opositores a la explotación petrolera.
El delta del Niger se ha convertido en un desastre ecológico sin igual, donde los derrames de petróleo crudo y la quema del gas natural en los pozos, han convertido un paraíso en un infierno. Hasta la fecha la Shell y otras empresas que explotan los hidrocarburos en Nigeria persisten en utilizar técnicas obsoletas. A pesar de ser ilegal la quema de gas, en el 2007 existían 117 lugares en el delta donde se continuaba con la destructiva técnica.
En el delta habitan mas 31 millón de personas, que no han recibido ningún beneficio de la explotación petrolera, más allá de la destrucción de su hábitat. Desde 1958 Shell ha venido explotando 50 campos de petróleo los que cuentan una red de 5,000 km de oleoductos. Como reacción a las atrocidades, los Ogoni respondieron creando un frente guerrillero denominado MEND, el que después de llegar a un pacto desmovilizó 15,000 combatientes en el año 2011.
La compañía que ahora veremos en Honduras dedicarse a la exploración en alta mar y en un futuro no muy lejano en tierra firme, ha dejado un legado de asesinatos, violaciones a los derechos humanos y destrucción ambiental en África. Teniendo en cuenta el actual régimen que «gobierna» a Honduras es de esperar que clonen en Centroamérica el desastre del Niger.
El poeta Ken Saro Wiwa antes de ser fusilado señaló: «La guerra ecológica que la Compañía ha librado en el delta será cuestionada tarde que temprano y crímenes de guerra que será debidamente sancionados». Para el pueblo Garifuna, los cuales habitamos una de las trincheras del cambio climático, el arribo de Shell, se convierte en otra amenaza más de muerte para nuestro pueblo y nuestra cultura.
Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH
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