M.H.: Quiero consultarte por el conflicto que se ocasionó con los 150 africanos varados en una nave de la guardia costera atracada en el puerto siciliano de Catania. El Ministro del Interior, Matteo Salvini, reclamó a la Unión Europea (UE) que acepte redistribuir a los migrantes en sus 28 países, la respuesta fue negativa y […]
M.H.: Quiero consultarte por el conflicto que se ocasionó con los 150 africanos varados en una nave de la guardia costera atracada en el puerto siciliano de Catania. El Ministro del Interior, Matteo Salvini, reclamó a la Unión Europea (UE) que acepte redistribuir a los migrantes en sus 28 países, la respuesta fue negativa y luego Luigi Di Maio el otro referente de la coalición de gobierno respondió que Roma no pagará su contribución anual de 20.000 millones de Euros a la UE. ¿Qué nos podés comentar acerca de esta crisis entre Italia y la UE?
A.I.: El conflicto sigue porque cientos de esos refugiados fueron trasladados a una ciudad cercana a Roma, Rocca di Papa, en una comunidad que depende del Vaticano y la población local protestó con actos de exaltación del fascismo italiano en rechazo a los refugiados.
La protesta de Di Maio, como son siempre las demostraciones del movimiento Cinco Estrellas, fue prácticamente inútil porque la Comunidad europea recibe de Italia un pago de manera limpia de 3.000 millones de Euros ya que si bien contribuye con 20.000 millones de Euros, por otra parte recibe 17.000 millones. Por lo tanto, no es una cifra que pueda dar miedo a la Comunidad europea. Pero si Italia no paga, va a recibir multas mucho más altas y puede llegar hasta a la exclusión de la Comunidad europea. Yo creo que es éste el verdadero objetivo del gobierno de Salvini y Di Maio.
M.H.: Lo que observo es una política de llevar a Italia fuera del espacio europeo y acercarlo al conjunto de países del Este reunidos bajo el nombre de Visegrad: Hungría, Polonia, República Checa, Eslovaquia. Incluso Salvini se encontró con el Primer Ministro húngaro, Víctor Orbán, en la ciudad de Milán.
A.I.: Exactamente. Cuando se encontraron construyeron una alianza para presentarse juntos a las elecciones del Parlamento europeo del año que viene. Pero en realidad, como siempre sucede con las alianzas de agrupaciones, movimientos, partidos y países de la extrema derecha, una verdadera alianza no se consigue, o uno domina sobre los otros, como Hitler sobre Mussolini, o no se consigue una alianza paritaria.
Orbán dio apoyo a Salvini sobre el rechazo a los refugiados pero no compartió repartirlos en todos los países europeos. Rechazó la posibilidad de que Hungría reciba refugiados. Atrás de Hungría vienen los otros tres del pacto de Visegrad: Polonia, Eslovaquia y República Checa. Eso significa que es una alianza débil.
M.H.: Se conoció el denominado «decreto dignidad» aprobado por el Parlamento italiano que limita los contratos de duración determinada y aumenta el costo de los despidos. ¿Podríamos decir que es la respuesta que estaban esperando los jóvenes italianos de entre 15 y 24 años afectados por un 32.6% de desempleo?
A.I.: Parcialmente. Porque en realidad las medidas más importantes del decreto dignidad son para los empleados de largo tiempo. Renzi hizo una política neoliberal en este sentido y el ministro Di Maio no quiso volver atrás, también para que Salvini no obstaculice estas medidas.
Di Maio está diciendo siempre que la mejor medida es pagarle a todos los ciudadanos italianos un salario mínimo a pesar de que no trabajen. Eso es lo que esperan los jóvenes italianos, particularmente en el sur donde el desempleo es mucho más alto que en la parte norte del país, como es tradición italiana.
Ese sueldo sería de 800 Euros por mes aproximadamente, el daño mayor será que pocos jóvenes van a buscar trabajo, porque ese salario es mucho mayor al que podrían ganar trabajando, con un trabajo en negro, por supuesto, y precario.
M.H.: Se derrumbó el puente de Génova y causó 43 muertes. Se ha hablado de un homicidio de Estado. ¿Cómo analizás este hecho?
A.I.: El puente tenía 60 años. Si fue homicidio de Estado no fue de los gobiernos actuales, como sostienen los Cinco Estrellas. Fue un delito de la Democracia Cristiana, de los años de la posguerra. En realidad se sabe que en Italia la infraestructura, las calles, los edificios públicos, los puentes, hospitales, etc., están mal construidos por la corrupción que siempre acompaña a los proyectos de edificación.
Está claro que 43 muertos es un número demasiado alto para poderlos aceptar tranquilamente. Pero la situación geográfica de Génova es difícil de resolver, se intentó en los últimos 3 años construir una autopista bajo los montes que están cerca de la ciudad y fueron los mismos Cinco Estrellas los que obstaculizaron esa construcción.
M.H.: ¿Cuál es tu punto de vista sobre esta nueva coalición que gobierna Italia?
A.I.: Mi opinión es que esta coalición es mucho peor que el gobierno de Berlusconi. Estamos un paso antes de un régimen abiertamente de derecha. Los Cinco Estrellas es el partido más débil y probablemente sea el segundo objetivo de la Liga, el primero será Berlusconi.
Salvini quiere adjudicarse los votos de Berlusconi que ya es muy mayor y está desapareciendo de la escena política. Su objetivo posterior será el Movimiento 5 Estrellas, que carece de una verdadera formación política para gobernar un país complejo como Italia.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.