Cerca de un millón de bombas de racimo quedaron sin explotar en los campos de Líbano. Gran Bretaña anunció este martes la prohibición parcial del uso de bombas de racimo por parte del ejército británico. El ministro de Defensa, Des Brown, anunció que ha ordenado a las Fuerzas Armadas británicas dejar de utilizar este tipo […]
Cerca de un millón de bombas de racimo quedaron sin explotar en los campos de Líbano. |
Gran Bretaña anunció este martes la prohibición parcial del uso de bombas de racimo por parte del ejército británico.
El ministro de Defensa, Des Brown, anunció que ha ordenado a las Fuerzas Armadas británicas dejar de utilizar este tipo de munición.
Las bombas de racimo, al ser lanzadas, se abren, dejando caer cientos de pequeñas municiones de diversos tipos.
Víctimas civiles
Este arma suele utilizarse para atacar a objetivos militares dispersos.
Quienes se oponen a las bombas racimo sostienen que éstas generalmente no explotan de inmediato y -al igual que las minas terrestres- son capaces de provocar la muerte de civiles años después, debido a que quedan activas sin estallar.
Precisamente la prohibición anunciada por Gran Bretaña afecta a las bombas de racimo que carecen de un mecanismo de autodestrucción.
Un informe reciente de Handicap International afirma que el 98% de las víctimas causadas por las bombas racimo son civiles.
Tratado
El pasado mes de febrero se llevó a cabo en Noruega una conferencia en la que 46 países, entre los que se encontraban Francia y Gran Bretaña, se pronunciaron a favor de un tratado que impida la utilización de este tipo de munición a partir de 2008.
Japón, Polonia y Rumania se negaron a firmar el acuerdo, mientras China, Rusia, EE.UU. e Israel, no asistieron a la conferencia.
Las llamadas para prohibir este tipo de armas aumentaron desde el conflicto del pasado año en el Líbano, que dejó cerca de un millón de bombas de racimo diseminadas en ese país.