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Irlanda, una fotografía que mira hacia el futuro

Fuentes: Rebelión

La imagen de Gerry Adams e Ian Paisley presidiendo las delegaciones del Sinn Féin y del Democratic Unionist Party (DUP) y sentados en la misma mesa es el primer paso hacia un nuevo futuro en Irlanda, es la plasmación que la superación del largo conflicto y el enfrentamiento está algo más cerca. Como señalaba recientemente […]

La imagen de Gerry Adams e Ian Paisley presidiendo las delegaciones del Sinn Féin y del Democratic Unionist Party (DUP) y sentados en la misma mesa es el primer paso hacia un nuevo futuro en Irlanda, es la plasmación que la superación del largo conflicto y el enfrentamiento está algo más cerca. Como señalaba recientemente un dirigente republicano, de conformarse el gobierno compartido, ésta podía ser «la mayor contribución de cara a una nueva era en este pueblo. Una oportunidad para comenzar finalmente un proceso de reconciliación nacional entre los Gael y los Planter».

Irlanda se ha situado en una dirección irreversible de cara a un nuevo futuro. Las décadas del «no surrender», del «nunca, nunca», o de la política de la imposición y el veto acabarán convirtiéndose en una historia del pasado. El paso dado por los republicanos y el DUP se ha producido en la coyuntura adecuada, una situación que probablemente nunca antes habíamos podido observar, y para muchos todavía la incredulidad ante esta situación es muy alta.

Los dos adversarios de esos partidos, el SDLP y el UUP son dos organizaciones en claro declive. Dentro del otrora todopoderoso UUP ya han comenzado las tensiones entre los sectores liberales y el ala más reaccionaria para hacerse con la dirección política del mismo, una pelea que probablemente alcance su máximo esplendor el próximo año.

Fuera del DUP, en estos momentos, Ian Pailey no tiene ninguna oposición significativa y bien organizada que se puede oponer al gobierno competido con el Sinn Féin. Los principales obstáculos los encontrará dentro de su propio partido, de ahí que el debate de este fin de semana haya sido «más duro e intenso» de lo que el dirigente unionista esperaba. El pulso que ha mantenido para retrasar la formación del gobierno debe interpretarse dentro de esa clave interna, y si bien ha logrado salirse con sus pretensiones, no es menos cierto que ha tenido que hacerlo a costa de una fotografía junto a los dirigentes del Sinn Féin, con los que ha tenido que negociar frente a frente.

Probablemente la batalla interna se centre el próximo año en la sucesión de Paisley, al que algunos auguran su retirada para entonces. Dentro del DUP conviven tres tendencias, los pragmáticos o modernistas (con Meter Robinson al frente), los fundamentalistas (Nigel Dodds, William McCrea o el propio Paisley) y los ultraconservadores (Jim Allister entre otros). Hasta la fecha tan sólo los primeros apostaban por «modernizar» el partido y aceptaban el gobierno compartido. Los fundamentalistas buscaban «liquidar» a su adversario, el UUP, y luego formular uan nueva política como partido hegemónico del unionismo; finalmente, los ultraconservadores defienden la política más intransigente y una vuelta al pasado del conflicto.

Tras las elecciones, los dos primeros sectores estarían de acuerdo en acceder al nuevo gobierno y guardar sus fuerzas para la pelea por la sucesión (Dodds sería el favorito de Paisley, mientras que Pailsey Junior sería la figura del partido en Westminster y ambos harían frente a Robinson). Por su parte Allister y los suyos han comprendido, a la vista de los recientes resultados electorales, que en estos momentos no hay lugar para «nuevas aventuras» fuera del DUP.

Por parte del Sinn Féin, el futuro se presenta en forma de elecciones en los 26 condados del sur, donde una reciente encuesta le otorgaba un 10% de los votos (tres puntos más que su actual representación). En este sentido cobran especial fuerza también las recientes declaraciones de Gerry Adams quien mantenía sin ninguna duda que «el SF no tiene una agenda oculta. Somos un partido republicano y nuestro objetivo es acabar con la partición y crear una Irlanda unida e independiente, donde todos vivamos en mutuo respeto sobre las bases de la igualdad».

Tras señalar que la guerra ha concluido, el dirigente republicano ha señalado que «la unidad de Irlanda vendrá a través de medios políticos, democráticos y pacíficos. Hay una camino pacífico para lograr el cambio político, la igualdad, la justicia y finalmente al libertad de Irlanda». Además, «el proceso de paz ha creado por primera vez en nuestra larga y conflictiva historia, una opción democrática y pacífica para lograr definitivamente la unidad de Irlanda».

Los próximos meses el proceso de paz se enfrentará a algunos obstáculos, pero si los partidos políticos, y los gobierno de Dublín y Londres, son capaces de respetar la voluntad de la población de Irlanda, el camino a seguir por el conjunto de la isla conducirá a «una vida que sólo puede ser mejor, y que necesita comenzar cuanto antes».

Dentro de un año se celebra el 90 aniversario de dos acontecimientos muy importantes para uninonistas y republicanos. Los primeros celebrarán el fin de la I Guerra Mundial, en la que muchos miembros de esta comunidad tuvieron una parte muy activa, y cuyo máximo exponente será el Domingo del Armisticio en noviembre. También los republicanos celebrarán un hecho importante, los noventa años de las elecciones que en 1919 otorgó al SF 70 de los 100 escaños en el parlamento británico de Westminster, cuando Irlanda era una única circunscripción.

Sin dejar de mirar al pasado, pero con un firme propósito de lograr un futuro mejor para todos, Irlanda tiene ante sí en los próximos días una muy buena oportunidad, esperemos que sea la definitiva.

TXENTE REKONDO.- Gabinete Vasco de Análisis Internacional (GAIN).