Los ministros británico y francés de Exteriores se desplazaron ayer a la República Democrática del Congo (RDC) con el objetivo de encontrar una solución a la situación que se vive en la provincia de Kivu Norte, debido a los enfrentamientos entre la guerrilla de Laurent Nkunda y el Ejército de Kinshasa. La fórmula escogida es una cumbre internacional a la que acudan los presidentes de la RDC y de la vecina Ruanda.
Los ministros francés y británico de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner y David Miliband, viajaron ayer a la República Democrática de Congo (RDC) en un intento de encontrar una solución al conflicto que se vive en Kivu Norte, donde la situación humanitaria se degrada aún más cada día que pasada.
Kouchner y Miliband se encontraron con el presidente de la RDC, Joseph Kabila, antes de dirigirse a Goma, capital de la provincia de Kivu Norte, fronteriza con Ruanda y que es el escenario de los enfrentamientos entre el Ejército de la RDC y los combatientes del general tutsi rebelde Laurent Nkunda.
«El tema clave de nuestro encuentro es la necesidad de aplicar los acuerdos que ya se han suscrito y que implican la responsabilidad de todas las partes», declaró Miliband tras la reunión con Kabila. «No vamos a redefinir el protocolo de paz. Eso ya está hecho», añadió Kouchner.
En noviembre de 2007, la RDC y Ruanda firmaron en Nairobi un acuerdo para proceder a la repatriación a Ruanda de los rebeldes hutus ruandeses de las Fuerzas Democrática de Liberación de Ruanda (FDLR), que operan desde el este de la RDC, donde se encuentra Kivu Norte.
Ruanda, donde las instituciones están dominadas por los tutsis, se comprometió a no apoyar a la guerrilla de Nkunda, el Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP).
En enero de 2008, se firmó un acuerdo de paz en Goma, en el que todos los grupos armados que operan en el este de la RDC asumieron un alto el fuego y una desmovilización.
Los hechos han demostrado que los dos acuerdos se han convertido en papel mojado.
Sin embargo, el presidente de la RDC, Joseph Kabila, y el de Ruanda, Paul Kagame, han aceptado participar en una cumbre internacional, según anunció el comisario europeo de Ayuda Humanitaria, Louis Michel. Kabila y Kagame no se hablan desde hace meses.
Esta cumbre se celebrará bajo los auspicios de la ONU con la participación de los jefes de Estado de la región de los Grandes Lagos africanos, organizaciones regionales y la UA.
Los líderes de la UA mostraron ayer su apoyo a esta iniciativa, según informó la ONU. El presidente de Tanzania, Jakaya Kikwete, que también preside actualmente la UA, y el presidente de la Comisión de la UA, Jean Ping, realizaron esta propuesta en conversación telefónica con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien instó a que finalicen los enfrentamientos en Kivu Norte.
Kikwete y Ping sugirieron que esta cumbre se celebre en la capital tanzana, Dar es Salaam, o en la etíope, Addis Abeba.
Ban agregó que la misión de la ONU en la RDC (Monuc) desempeña un papel muy importante y tiene el mandato de proteger a los civiles. «Pero hay ciertos límites. La ONU no puede estar de parte de ninguno de los beligerantes. No podemos ser identificados como tal», declaró Ban.
Sin embargo, los rebeldes de Laurent Nkunda se enfrentan tanto a los soldados de la RDC como a las tropas de la misión de la Monuc.
Bélgica, antigua potencia colonial en RDC y Ruanda, instó a través de su Ministerio de Exteriores, a Kagame a «usar su influencia moderadora para que haga respetar el alto el fuego entre todas las partes beligerantes».
Kouchner, por su parte, destacó que la UE está dispuesta a mandar ayuda humanitaria, pero que los estados miembros aún deben discutir el envío de tropas y puntualizó que la propuesta francesa de desplazar 1.500 soldados era «sólo una sugerencia».
La UE reconoce que la situación humanitaria es catastrófica
El comisario europeo de Ayuda Humanitaria, Louis Michel, calificó ayer de catastrófica la situación en el este de la RDC, destacando que tanto los rebeldes como los soldados de Kinshasa han cometido excesos.
«En el lugar, la situación es catastrófica», declaró Michel a la radio francesa Europe 1 tras regresar de la RDC.
«Algunos elementos del Ejército, al retirarse, realizaron actos de pillaje e incautaciones forzosas de todo tipo a una población que sufre y que acusa también a los rebeldes de comportarse del mismo modo. Los congoleños son víctimas de todos ellos», relató.
Según la ONU, soldados gubernamentales llevaron a cabo pillajes, violaciones y muertes en Goma en los últimos días y los rebeldes han cometido expropiaciones forzosas en campos de desplazadas cercanos a la ciudad de Rutshuru.
Unas 220.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares desde la reanudación de los combates en agosto, elevando a más de un millón el total de desplazados en la provincia de Kivu Norte.
«Duermo al lado de la carretera. No tengo ni manta ni toldo. Para comer, pido a la gente, pero no es suficiente», relata, Simon Tuzere, un agricultor de 50 años que ha tenido que dejar su casa.
«No tememos nada más que agua. Desde hace una semana ya no se puede encontrar nada para comer», explica John, de 21 años y que cojea debido a una herida. Únicamente tiene una cazadora de cuero. «Huimos del campo el lunes de madrugada, cuando comenzaron a caer bombas en nuestras casas», señala.