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Entrevista con la directora de L'Unità, periódico al que Berlusconi ha pedido un resarcimiento de 3 millones de euros por difamación

Concita De Gregorio: «Berlusconi todo lo compra; lo que no puede, lo acalla»

Fuentes: El Periódico

Nació en Pisa hace 44 años. Se licenció en Ciencias Políticas y es madre de cuatro hijos. Ha sido redactora de Política en el diario La Repubblica y desde el 2008 dirige L’Unità -el rotativo fundado en 1924 por Antonio Gramsci, uno de los padres del Partido Comunista Italiano-, al que Berlusconi demandó el miércoles […]

Nació en Pisa hace 44 años. Se licenció en Ciencias Políticas y es madre de cuatro hijos. Ha sido redactora de Política en el diario La Repubblica y desde el 2008 dirige L’Unità -el rotativo fundado en 1924 por Antonio Gramsci, uno de los padres del Partido Comunista Italiano-, al que Berlusconi demandó el miércoles por considerar difamatorios dos artículos publicados en julio y agosto. En ellos se habla sin tapujos de las fiestas sexuales del jefe de Gobierno, el mismo tema que ayer desencadenó la dimisión del director del diario de los obispos Avvenire, Dino Boffo.

-¿Qué sintió ayer cuando se hizo pública la dimisión de Boffo?
-Que es el primero de la lista. Berlusconi está practicando una verdadera agresión mediática. Claro que Vittorio Feltri, autor del editorial que dice que Boffo no es quién para hablar de la vida sexual del jefe de Gobierno porque él está casado y es homosexual, ya ha dicho que no era su intención provocar la dimisión, pero el daño ya está hecho. Yo creo que Boffo ha dimitido por dignidad.

-¿Y por qué dice que es el primero de la lista? ¿Usted siente miedo?
-No, no tengo miedo. Pero Berlusconi eligió a Feltri para dirigir el periódico propiedad de su familia y se ha propuesto acabar con toda la prensa independiente. Yo les digo a mis compañeros extranjeros, ¿qué sucedería en vuestro país si un señor que tiene tres cadenas de televisión, un diario propiedad de su familia y otros controlados por esta, la editorial Mondadori, una agencia de publicidad… y que además controla la televisión pública, fuera el jefe de Gobierno? Me contestan que alguien así no podría gobernar el país. Es increíble, tiene el control casi absoluto de los medios, solo escapamos La Repubblica y L’Unità, contra los que arremete cada día.

-Y las demandas de Berlusconi ya se han materializado. ¿Cómo está viviendo L’Unità la exigencia de tres millones de euros por difamación?
-Estoy tranquila. Me parece que es muy peligroso lo que está pasando, pero no es peligroso para mí ni para un diario que nació en 1924, ha estado en la clandestinidad y va a sobrevivir incluso a Berlusconi, como ha sobrevivido a muchos más déspotas y regímenes. El problema no soy yo. Estamos viviendo un momento muy malo en Italia y no se está calculando bien el peligro que conlleva.

-Pero la comunidad internacional se está haciendo eco de todo.
-Mi amiga Nadia Urbinati, politóloga y profesora en la Universidad de Columbia, dice que Italia está ofreciendo al extranjero un buen ejemplo para estudiar la decadencia de la democracia. Mientras, el jefe de Gobierno pasa sus días mirando cómo puede tapar bocas y entreteniéndose en castillos y habitaciones con chicas. Esto se parece al Imperio Romano y a regímenes que nos afectaban hasta hace muy pocos años. Esto es una alarma real.

-¿Tras la demanda, hay consignas para los redactores de L’Unità?
-Seguir adelante. Todo esto es el principio del fin. Siempre, la violencia es una forma de debilidad. Ha sido así en la historia y en las vidas personales, también en la política. Cuando llega a ser violenta y autoritaria es porque tiene pies débiles.

-¿Visualiza el fin de Berlusconi?
-Bueno, esto siempre es peligroso y difícil de afirmar, pero va a cumplir 73 años, y si su propia esposa, cuando empezaron los escándalos, pidió a sus amigos que le ayudaran porque no está bien, está obsesionado con las chicas jóvenes…

-En un encuentro con periodistas en Castejón de Sos (Huesca), el pasado 24 de agosto, usted habló del apoyo de la prensa internacional. ¿Lo está sintiendo ahora?
-Sí, mucho. Y es algo a lo que Berlusconi presta muchísima atención. De hecho, ha presentado una gran oferta para entrar en la propiedad del grupo Prisa. El problema de Italia es que Berlusconi tiene muchísimo dinero y todo lo compra, y lo que no puede comprar, lo acalla. Lo que quiere es que no se hable mal de él, pero cada día nos da una ocasión para hacerlo. Estos días, Europa está muy atenta a lo que pasa en Italia y España está muy cerca. La prensa internacional tiene un papel fundamental.

-¿Dónde más anida su esperanza de recuperar la democracia?
-En que la gente se dé cuenta, que abra los ojos y despierte. Italia es un país que tiene fuerza para superar esto. Ha vivido bajo una hipnosis colectiva durante mucho tiempo, hecha de promesas no cumplidas, pero tenemos que empezar a pensar que todos somos una comunidad con un destino común. Y dar a las nuevas generaciones el futuro mejor que nosotros sí tuvimos. 

http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=642196&idseccio_PK=1007&h=