La idea de implantar en Francia un toque de queda nocturno a delincuentes menores de 13 años, recibió hoy el rechazo de la opinión pública y hasta de oficiales de la Policía Nacional. La víspera, el ministro del Interior, Brice Hortefeux, se manifestó alarmado por el incremento de la violencia de un cinco por ciento […]
La idea de implantar en Francia un toque de queda nocturno a delincuentes menores de 13 años, recibió hoy el rechazo de la opinión pública y hasta de oficiales de la Policía Nacional.
La víspera, el ministro del Interior, Brice Hortefeux, se manifestó alarmado por el incremento de la violencia de un cinco por ciento entre los adolescentes y dijo que se requieren medidas coercitivas.
Sin embargo, Hortefeux aclaró en un encuentro con correligionarios de su partido Unión por un Movimiento Popular (UMP), que se trata de convocar a la reflexión y de ningún se plantea una decisión al respecto.
Menores de 18 años en Francia son autores de delitos, con tendencia al uso de armas blancas y otras letales, y las muchachas cada vez están más implicadas. En general se les usa además para el tráfico de drogas.
La iniciativa del ministro, que pretende prohibir las salidas por la noche de menores de 13 años con expedientes delictivos, salvo que vayan acompañados por adultos, fue descalificada por el secretario general del sindicato de la policía, Nicolas Conte
Conte subrayó que no existen condiciones para realizar ese tipo de labor, mucho menos después de las reducciones de plantillas ordenadas por el Gobierno.
«Prohibirles salir por la noche no creo que les cause gran impresión a los miembros de bandas juveniles, comentó en una entrevista con la emisora radial France Info.
La delincuencia tiene mucho que ver con la situación de familias desestructuradas que tampoco podrían hacer cumplir el toque de queda, acotó.
Asimismo, la primera secretaria del Partido Socialista, Martine Aubry, fue más allá en sus consideraciones al subrayar que la propuesta es una burla a la población.
Hay una contradicción tras los anuncios del Ejecutivo de reducir varios miles de puestos de policías y gendarmes, apuntó.
Debería restituirse a los agentes de barrio, que deberían ocuparse de reunirse con las familias y convocarlas cuando se produzcan atentados al civismo, agregó Aubry.
Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=134537&Itemid=1