«No conocemos ninguna declaración. Los documentos de trabajo de dos años quedaron ahí congelados como la nieve. Sacar ahora un documento de la nada sería lamentable y vergonzoso»
En una rueda de prensa conjunta, los representantes de los países integrante del ALBA rechazaron que una veintena de presidentes, reunidos en privado, haya consensuado un borrador que pueda servir de base a un acuerdo climático.
Los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) expresaron este viernes su rechazo a cualquier documento que surja en la Cumbre de Copenhague impuesto por un reducido grupo de países, por considerar que no es un documento de consenso general que viola todos los principios de la ONU.
En una rueda de prensa conjunta, los representantes de los países integrante del ALBA rechazaron que una veintena de presidentes, reunidos en privado, haya consensuado un borrador que pueda servir de base a un acuerdo climático.
Al respecto el presidente venezolano, Hugo Chávez, afirmó que se ha obviado la opinión de la mayoría de los participantes de la Cumbre, preparando un documento del que se desconocen sus intenciones.
«No conocemos ninguna declaración. Los documentos de trabajo de dos años quedaron ahí congelados como la nieve. Sacar ahora un documento de la nada sería lamentable y vergonzoso», dijo Chávez.
Los miembros del ALBA culparon al presidente de EE.UU., Barack Obama y a una veintena de mandatarios, entre ellos el primer ministro británico, Gordon Brown; la canciller alemana, Angela Merkel ; y el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, del fracaso de la cumbre y agregaron que «se ha roto el proceso democrático y nosotros hemos venido a denunciar la ruptura de los procedimientos que se estaban llevando en la Cumbre».
Para la ministra ecuatoriana de Patrimonio Natural, María Fernanda Espinosa, esa manera de proceder refleja «prácticas antidemocráticas que violan todos los principios de la ONU y del multilateralismo», por eso los países del ALBA han «alzado la voz», apoyados en sus críticas por otros como Brasil, China y la India.
Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó que «Obama dijo que no venía a hablar, sino a actuar. Primero que cumpla con (el Protocolo de) Kioto y que la plata de la guerra la destine a salvar vidas, no a matar. Así le vamos a creer», afirmó Morales.
«Aquí lo que se está debatiendo es si vamos a vivir o vamos a morir. Estamos debatiendo salvar vidas o aniquilarlas», añadió Morales, quien resaltó que «si queremos salir orgullosos de este tipo de eventos debemos trabajar de manera transparente, democrática, para tener un documento que permita salvar vidas».
De igual manera, durante su intervención en la rueda de prensa ofrecida por los representantes de los países del ALBA, el vicepresidente de Cuba, Esteban Lazo, aseguró que «el mayor enemigo que tiene el ser humano es el desconocimiento» y más en temas ambientales como el que se está discutiendo en este momento en Copenhague.
«Hay desconocimiento en áreas como la ecología (…) existe una gran responsabilidad por el daño que el clima le puede hacer a la humanidad» expresó.
Lazo hizo mención al único acuerdo logrado hasta el momento que es el subsidio que le otorgarán los países ricos a los menos pudientes para que puedan combatir la emisiones de gases de efecto de invernadero.
«Es que no se trata de que nos hagan las cosas, sino de que no nos hagan más daño a nosotros… sabemos hacer las cosas (en relación a la contaminación), pedimos más bien que no nos sigan haciendo daño».
El vicepresidente manifestó que todos «formamos parte de la naturaleza y a medida que haya aumento en la temperatura, que existan cambios en el régimen de lluvia, diversas transformaciones, éstas también serán reflejadas en los seres humanos».
Indicó que el pueblo estadounidense «no debería sentirse contento» por la actuación que Obama realiza en la Cumbre, «al contrario, deberían sentirse preocupados».
Los países del ALBA manifestaron que se iban de Dinamarca sabiendo que no fue posible un acuerdo debido a la falta de voluntad política «de los más responsables de la destrucción de la tierra: de los países desarrollados».