Un informe independiente revelado hoy aquí critica al gobierno de Holanda por haberse sumado junto a Estados Unidos y Reino Unido a la invasión a Iraq en 2003 sin un mandato legal de Naciones Unidas. La investigación determinó que la guerra comandada por el entonces presidente estadounidense, George W. Bush, careció de legitimidad, pues […]
Un informe independiente revelado hoy aquí critica al gobierno de Holanda por haberse sumado junto a Estados Unidos y Reino Unido a la invasión a Iraq en 2003 sin un mandato legal de Naciones Unidas.
La investigación determinó que la guerra comandada por el entonces presidente estadounidense, George W. Bush, careció de legitimidad, pues la resolución 1441 del Consejo de Seguridad de la ONU no contenía mandato alguno para un ataque militar al país árabe con el propósito de ocuparlo y derrocar al presidente iraquí, Saddam Hussein.
El jefe del grupo de expertos, Willibrord Davids, dijo que existió falta de sinceridad en la posición neerlandesa y que el gobierno no informó toda la verdad al parlamento sobre el pedido de apoyo de Estados Unidos a esa invasión, presentada en noviembre de 2002.
Agregó que esa solicitud fue interpretada de distintas maneras dentro del gabinete y que los ministros no recibieron información sobre su contenido.
Más aún, el texto de la resolución 1441 no dio licencia a los países implicados para intervenir en Iraq por la fuerza, enfatizó Davids luego de entregar el informe al primer ministro, Jan Peter-Balkenende, en el Parlamento de la Haya.
La comisión criticó también a los servicios de inteligencia de los Países Bajos por no haber recabado información directa sobre los arsenales de armas iraquíes, datos que fueron incompletos y proporcionados por homólogos extranjeros, afirman los expertos.
Estas observaciones tampoco se tomaron en cuenta por los ministros e instancias gubernamentales correspondientes, dijo Davids, al aclarar que los servicios de seguridad holandeses fueron más prudentes acerca de la supuesta amenaza de armas de destrucción en masa, a diferencia de los políticos cuando informaron al Parlamento.
El informe concluye que Balkenende encargó al entonces ministro holandés de Asuntos Exteriores, Jaap de Hoop Scheffer,(hasta hace poco secretario general de la OTAN) el estudio de un dossier secreto, en el cual los expertos advertían de que un ataque a Iraq vulneraría el derecho internacional.
La comisión independiente inició a comienzos de 2009 una investigación sobre el apoyo político de Holanda a la guerra liderada por Estados Unidos, después de varios años de oposición dentro del gobierno y de Balkenende, en particular.
El gobierno del primer ministro conservador justificó su respaldo político al esgrimir que Iraq violaba las resoluciones internacionales de desarme; sin embargo, Estados Unidos ni Reino Unido consiguieron las supuestas pruebas sobre la existencia de arsenales químicos y biológicos en territorio iraquí.
De hecho, el ex primer ministro británico Tony Blair es acusado de mentir a la opinión pública de su país para lograr el apoyo a la invasión. También una comisión especial investiga la participación de Londres en esa guerra, y en particular la decisión de Blair de respaldar a Bush.
Al comparecer este martes en la audiencia pública que encabeza John Chilcot, el otrora vocero del primer ministro Alastair Campbell negó que hubiese intentado «forzar» el expediente del gobierno sobre las supuestas armas de destrucción en masa, en poder de Saddam Hussein.
Dijo que asesoró la elaboración del documento publicado en septiembre de 2002, pero que nunca trató de suprimir ninguna de las conclusiones del Comité de Inteligencia Conjunta.
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