La campaña para abolir el Servicio Militar Obligatorio en el Paraguay llevada adelante desde el 30 de setiembre 2011 por El Servicio Paz y Justicia y el Movimiento Objeción de Conciencia, con el apoyo de varias organizaciones, propone sin duda alguna un desafío para la profundización de la democracia y que la constitución nacional se […]
La campaña para abolir el Servicio Militar Obligatorio en el Paraguay llevada adelante desde el 30 de setiembre 2011 por El Servicio Paz y Justicia y el Movimiento Objeción de Conciencia, con el apoyo de varias organizaciones, propone sin duda alguna un desafío para la profundización de la democracia y que la constitución nacional se vaya despojando de artículos que obliguen a la ciudadanía, en este caso a los jóvenes a realizar acciones contra su voluntad, es decir «servicios» que favorecen el uso de las armas, de la violencia, el miedo y la sumisión.
Pese a que algunos sectores conservadores e individualidades califican a los objetores de: «antipatriotas, desviados sociales, cobardes» y muchos otros adjetivos que no vale repetir en este artículo, lo cierto es que los/as jóvenes que impulsan esta campaña están proponiendo algo nuevo para la sociedad, tienen el valor y el coraje de pensar y proponer una sociedad más pluralista, con mayores libertades y elevar la responsabilidad y autonomía juvenil en la construcción de una patria para todos y todas, llena de colores de esperanza y vida.
Los que defienden la idea de que el Servicio Militar Obligatorio es una escuela de aprendizaje para los jóvenes, donde se enseñan valores patrióticos, que ayuda a disminuir la delincuencia juvenil, deberían tener muy en cuenta los siguientes datos, que dicen totalmente lo contrario y muestran a varios militares en situación de prepotencia, alcoholismo y violencia, lejos de ser un «ejemplo» para la sociedad:
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El sub oficial Víctor Ramón Guerrero Brizuela del Comando de Ingeniería en estado de ebriedad atropella y mata a un motociclista, el hecho ocurrió sobre la ruta I, km 21 Posta Ybycuá, de la ciudad de Capiatá. (fecha: 21-03-2010)
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El Sargento ayudante de la Fuerza Militar Fernando Carracela Cristaldo disparó contra un motociclista en la ciudad de Asunción, 2 impactos de balas dieron en la moticicleta de la víctima, el militar fue detenido y se comprobó que estaba en estado de ebriedad, tenía en su poder una pistola 9mm, escopeta calibre 12 y arma blanca. (fecha: 27-09-2010)
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El Teniente de Infantería Rubén Gustavo Pratt Moreira, fue denunciado por los vecinos de Luque por escuchar música a todo volumen, en estado de ebriedad, haciendo alarde de su arma 9mm en la cintura, al llegar la policía, el militar reaccionó prepotentemente y no quiso someterse a la prueba de alcotest. (fecha: 30-10-2010).
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Sub oficial Teniende de infantería, Joel Alejandro Velázquez Meza, a bordo de su motocicleta realizaba disparos en la vía pública en estado de ebriedad en la ciudad de Fernando de la Mora, uno de los periódicos nacionales titulaba el hecho: «Motocicleta, alcohol y arma de fuego derivan en detención de Militar». (fecha: 30-07-2011)
A estos hechos de particular irresponsabilidad, de homicidios incluso, protagonizados por militares le podríamos agregar muchos otros casos similares, además de mencionar los últimos casos de tortura ocurridos recientemente en la Academia Militar (Academil), varias irregularidades y violaciones de derechos humanos de los cuarteles donde según algunos «se hace patria».
Abel Irala. Serpaj py