En octubre pasado, el Fnrp (Frente Nacional de Resistencia Popular) presentó la documentación y más de 81 mil firmas ante el Tribunal Supremo Electoral (Tse) para la inscripción del Partido Libertad y Refundación (Libre). Hasta logró presentar más de 250 estructuras partidarias en todo los 18 departamentos del país. La creación del nuevo partido y […]
En octubre pasado, el Fnrp (Frente Nacional de Resistencia Popular) presentó la documentación y más de 81 mil firmas ante el Tribunal Supremo Electoral (Tse) para la inscripción del Partido Libertad y Refundación (Libre). Hasta logró presentar más de 250 estructuras partidarias en todo los 18 departamentos del país.
La creación del nuevo partido y de sus cinco corrientes internas, entre las cuales destaca el Frp (Fuerza de Refundación Popular) como expresión de las fuerzas sociales y populares que se movilizaron contra el golpe de Estado, ha inaugurado una nueva etapa de la lucha, no sin generar cierta controversia y reacciones negativas, que se han sumado a una evidente desmovilización de la lucha de calle.
Según Gilberto Ríos Munguía, coordinador de la Comisión Internacional del Fnrp, la decisión de buscar la vía electoral sería un primer paso para tratar de cambiar la correlación de fuerzas en el país, así como la creación de las corrientes son «una expresión de la diversidad política e ideológica que existe en la Resistencia y en el nuevo partido», y son fuerzas «que convergen en la condena del golpe y de las políticas oligárquicas».
-¿Cuál es la relación entre el Fnrp, Libre y sus corrientes?
-La Asamblea del Fnrp acordó crear un brazo político que es el Partido Libre. En este sentido, Libre es el partido de la Resistencia con sus cinco corrientes. Lo que estamos buscando es participación política y abrir aún más el abanico de todos aquellos sectores que estuvimos en contra del golpe.
-¿Qué ha comportado la decisión de crear un instrumento político-electoral?
-Desde que se decidió la creación del partido, el Fnrp ha dedicado la mayoría de sus acciones a la creación de este instrumento, lo cual ha generado cierta desmovilización. Sin embargo, recién empieza un año en el que vamos a necesitar nuevamente del brazo de presión social – que es el Fnrp – y de la presencia del pueblo en las calles.
-No va a ser fácil volver a convocar a la gente…
-Es una de nuestras principales preocupaciones y cómo lograr llevar dos agendas va a ser el gran debate interno de este año. En este sentido, vamos a realizar un importante encuentro nacional de dirigentes sociales para debatir cómo volvemos a las calles y con qué banderas.
Creemos en la movilización popular, pero hay que volver a plantearla como instrumento y pensamos que la crisis económico-social que está sacudiendo al país puede ser unos de los elementos que motiven a la gente.
-¿Cómo se están estructurando estos instrumentos políticos-sociales que pretenden ser complementarios?
-Es como tener un sólo actor pero con tres guiones diferentes. Hay que recordar que las corrientes tienen vida corta: una vez que en noviembre se den las elecciones internas y se escojan los candidatos a cargos de elección popular (para las elecciones de 2013), las corrientes mueren y sus estructuras se integran al partido.
Ahora tenemos una estructura orgánica a nivel nacional que nunca había tenido el movimiento popular hondureño, y el 90 por ciento de ella pertenece al Fnrp. Sin lugar a dudas somos la corriente oficial del partido.
-¿Ya se habla muy poco de la Asamblea Constituyente…
-La principal bandera del Fnrp, del programa político del Partido Libre y de las 5 corrientes internas es la Asamblea Nacional Constituyente. Si el día de mañana, la candidata presidencial Xiomara Castro gana las elecciones, durante el primer año de gobierno vamos a instalar la Asamblea Nacional Constituyente. Y si este año se abre la oportunidad de hacerlo, aún desde el gobierno de Porfirio Lobo, el Fnrp va a participar.
-¿Se perdió la característica de la autoconvocatoria?
-Era una propuesta de un sector del Fnrp que no podía tener reconocimiento a nivel nacional ni internacional, y es por eso que se desechó. Sin embargo, bajo el mismo esquema propuesto por el Espacio Refundacional estamos planteando el Programa de Formación Política del Fnrp.
-¿Cómo siguen las relaciones con este espacio crítico?
-Nos ha agradado mucho la madurez política con la que los compañeros han asumido la responsabilidad. Podemos decir que más del 50 por ciento de lo que era el sector Refundacional está escribiendo candidaturas a través de la FRP.
-¿Son decisiones personales o de organizaciones en su conjunto?
-Estamos en este debate. Ofraneh (Organización Fraternal Negra Hondureña) lo está haciendo como organización, otros a título personal. La única organización con la que lamentablemente no hemos podido tener mayor acercamiento es el Copinh (Comité Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras). Dijeron que tenían problemas de Estatutos y con su concepción general de la lucha. Esperamos que el diálogo nos ayude a convencerlos.
-No siempre ganar elecciones equivale a tener el poder. ¿Cuál es tu opinión?
-Debemos preguntarnos si somos movimiento social, partido electoral o maquinaria electoral, y qué rol vamos a jugar. Creemos que el partido, como expresión de los movimientos sociales, no es suficiente para tomar el poder, sin embargo forma parte de una gran estrategia que es el cambio en la correlación de fuerzas en el país.
-¿Cómo se mira desde afuera la conformación del Partido Libre?
-Libre nació con sus relaciones dentro de la izquierda internacional y nos identificamos con los partidos de izquierda que están en el Foro de Sao Paulo y los de Europa. Nos miran como un istrumento fundamental para lograr rescatar la democracia y la institucionalidad en Honduras.
-¿Será Xiomara Castro de Zelaya la candidata presidencial?
-Es una candidata de consenso entre todas las corrientes de Libre. Sin embargo, vamos a someter esta decisión a lo que decida la base.
-¿Qué posibilidad real tiene Libre de ganar las elecciones?
-Tenemos un sólo enemigo, el Partido Nacional, porque el golpe derrotó a su propio bipartidismo y destruyó al Partido Liberal Según el propio ex presidente Zelaya, acerca del 70 por ciento de la base electoral y dirigencia liberal están con Libre. Creo que tenemos muchas posibilidades de ganar y si no, esperamos que la nueva correlación de fuerzas nos permita hacerlo en un segundo intento.
Fuente: http://nicaraguaymasespanol.