Con el memorando ya aprobado por el Parlamento y a la espera de que el Eurogrupo acuerde proceder al pago del préstamo el próximo viernes, Rebelión conversó en Atenas con Kostas Papadakis, responsable de las Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Grecia (KKE). Para la organización comunista el nuevo memorando no tiene nada que ver […]
Con el memorando ya aprobado por el Parlamento y a la espera de que el Eurogrupo acuerde proceder al pago del préstamo el próximo viernes, Rebelión conversó en Atenas con Kostas Papadakis, responsable de las Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Grecia (KKE).
Para la organización comunista el nuevo memorando no tiene nada que ver con la enorme deuda pública del país, sino que es «parte de una política coordinada entre la burguesía griega, la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional destinada a cargar el peso de la crisis sobre la clase obrera». En la situación actual Papadakis consideró que los trabajadores, en absoluto responsables de la debacle capitalista, deben reforzar su organización para poder enfrentarse al actual modelo económico y sus políticas de recortes.
Por tal motivo, el dirigente señaló que la prioridad del KKE se basa en colaborar en esta organización «para impedir en la práctica los recortes de salarios, pensiones, la eliminación de los derechos laborales, y derrocar al antipopular gobierno de la oligarquía del PASOK y Nueva Democracia».
Para ello, el KKE plantea una gran alianza social desde los niveles de base, que integre a trabajadores, campesinos y clases medias urbanas en comités, y rechacen «a las transnacionales y al imperialismo, y de ese modo abrir el camino al poder y la economía popular», explicó.
Considerando que «en el marco del capitalismo no puede haber soluciones a favor del pueblo», añadió Papadakis, la alternativa planteada persigue que tanto el tejido industrial como el sector agrícola se transformen en bienes sociales bajo control de la población. Y señaló dos cuestiones básicas para este proceso: una planificación económica que asegure «la plena satisfacción de las necesidades sociales básicas (alimentación, vivienda, educación, sanidad, etc.)» y una verdadera soberanía popular, «abandonando para ello alianzas imperialistas como la UE y la OTAN».
Papadakis dio más importancia a estos pasos que a una política artificial de aglutinación de fuerzas políticas, con perspectiva electoral, en un momento en el que las encuestas de opinión parecen dar una posible mayoría a los partidos de izquierda. En este sentido, el responsable comunista desmarcó al KKE de los términos tradicionales de «izquierda» o «derecha» para diferenciar entre quienes legitiman el capitalismo y apoyan sus estructuras de poder, y quienes adoptan una posición de clase y apuestan por el movimiento popular.
Papadakis explicó que en la denominada » izquierda » se hallan políticas diametralmente diferentes, por lo que una heterogénea y confusa » unidad de la izquierda » sembraría una ilusión que más tarde se convertiría en desencanto para los trabajadores, al no existir solución a la crisis sin romper con el sistema. Algo, matizó, a lo que otros partidos no están dispuestos, o a cuestiones conexas como la salida de la OTAN o de la UE.
Antonio Cuesta es corresponsal en Grecia de la agencia Prensa Latina
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