Activistas medioambientales denunciaron ayer el bloqueo por parte de la compañía minera Elinikós Jrisós (‘Oro Griego’) de todos los caminos de acceso al monte Kákavos en la localidad de Skuriés, al noreste del país, donde pretende abrir un nuevo yacimiento. La demanda se produjo tras días de enfrentamiento entre vecinos de la zona opuestos a […]
Activistas medioambientales denunciaron ayer el bloqueo por parte de la compañía minera Elinikós Jrisós (‘Oro Griego’) de todos los caminos de acceso al monte Kákavos en la localidad de Skuriés, al noreste del país, donde pretende abrir un nuevo yacimiento.
La demanda se produjo tras días de enfrentamiento entre vecinos de la zona opuestos a la explotación minera y un numeroso contingente de más de 400 agentes de seguridad privados contratados por la multinacional, quienes contaron con el refuerzo de policías enviados para la ocasión.
El martes pobladores locales trataron de impedir el inicio de los sondeos y excavaciones preparatorias en el monte Kákavos, pero fueron agredidos por los agentes, causando numerosos heridos, uno de los cuales fue hospitalizado.
Tras el ataque los vecinos se desplazaron hasta el municipio de Ierissós, donde se concentraron frente al ayuntamiento y bloquearon durante unas horas la carretera local.
Precisamente este ayuntamiento fue tomado ayer por un grupo de activistas, como forma de protesta ante la violenta respuesta de la empresa minera y contra sus planes extractivos, y tienen previsto continuar con la ocupación hasta mañana.
La firma Elinikós Jrisós, filial de la multinacional canadiense Eldorado Gold con sede en Vancouver, cuenta con permisos gubernamentales para abrir varias minas de oro a cielo abierto en la provincia de Calcídica, donde existe un fuerte movimiento opuesto a tales proyectos.
Sin embargo, las comunidades locales, organizadas desde hace años en los llamados comités de lucha contra la minería de oro, rechazaron esas concesiones y culparon al gobierno de violar todos los principios de sostenibilidad y verdadero desarrollo para la región.
En su comunicado recordaron que este tipo de explotaciones son totalmente destructivas para el ser humano y el medio ambiente, y negaron que las mismas sirvieran para sacar al país de la crisis.
Por el contrario, consideraron que el hundimiento económico de Grecia estaba sirviendo para que poderosos grupos multinacionales aprovecharan la ocasión para vencer la resistencia que durante 17 años mantuvieron los habitantes de la región.
También mostraron su determinación de continuar la lucha en pos de una vida sana y un desarrollo sostenible, anteponiendo las necesidades humanas a los beneficios empresariales y protegiendo las actividades tradicionales así como la conservación del patrimonio natural.
Estos comités están constituidos por ciudadanos, organizaciones sociales y representantes electos de la región y representan asamblearia y democráticamente a la mayoría de sus habitantes.
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