En un principio, nadie se percató de nada. Cuando el comisario europeo Michel Barnier presentó, en diciembre de 2011 su propuesta de directiva /1 sobre «la licitación pública«, ningún observador hizo sonar la alarma. En aquellas fechas la zona euro luchaba por su supervivencia y las sucesivas reuniones del Consejo Europeo monopolizaban la atención mediática. […]
En un principio, nadie se percató de nada. Cuando el comisario europeo Michel Barnier presentó, en diciembre de 2011 su propuesta de directiva /1 sobre «la licitación pública«, ningún observador hizo sonar la alarma. En aquellas fechas la zona euro luchaba por su supervivencia y las sucesivas reuniones del Consejo Europeo monopolizaban la atención mediática. Ese texto, que supuestamente facilitaba la puesta en pie del «mercado único europeo», una de las manías de la Comisión que ve ahí una fuente infinita de crecimiento, pasó casi desapercibido.
Meses más tarde, algunos consejeros y profesionales del sector se decidieron a leer la totalidad de los largos y fastidiosos anexos que acompañaban al documento. Y a lo largo del Anexo 16/2, se encontraron con un hueso: el ejecutivo dirigido por José Manuel Barroso propone aplicar a los «servicios de seguridad social obligatoria» ciertas reglas propias de los mercados públicos. Dicho de otro modo: introducir mecanismos de competencia en el seno de un sector que hasta el presente solo se ha regido por el principio de solidaridad.
Si estas disposiciones fueran adoptadas, se produciría un enorme cambio que afectaría al conjunto del sistema. La seguridad social obligatoria (que, por ejemplo, en Francia se hace cargo de las enfermedades más graves y costosas) debería ser objeto de una «licitación» anual, al término de la cual los poderes públicos elegirían la mejor oferta. Algunos de los observadores más inquietos en Bruselas pronostican que además del operador histórico (en Francia, la Caja Nacional del Seguro de Enfermedad), se podría invitar a operadores privados tales como las grandes multinacionales Axa o Allianz,.
Ante una maniobra tan grosera, en la capital europea otros prefieren creer en un simple error de la Comisión, que habría redactado demasiado rápidamente algunos de los anexos. Contactados por Mediapart, los servicios de Michel Barnier no han querido expresarse sobre el tema. Por su parte, los profesionales del sector permanecen a la defensiva. «No podemos aceptar la inclusión de los servicios de seguridad social obligatoria (bajo un régimen de mercados públicos)», se lee en una nota redactada a finales de febrero por los servicios de expertos de Bélgica. Ese documento, al que Mediapart ha tenido acceso, propone por tanto «suprimir toda referencia a la seguridad social obligatoria en el Anexo 16 de la propuesta de directiva«.
A medida que se acerca la fecha de una votación fundamental, el debate, hasta ahora ultra confidencial, está adquiriendo importancia en el Parlamento Europeo. Para el eurodiputado belga Marc Tarabella, ponente socialista del texto en el Parlamento, «El objetivo del texto original de la Comisión es «armonizar el mercado interno», un objetivo efectivamente loable. En lo que no estoy de acuerdo, es cuando, en el Anexo 16 de ese texto, la Comisión Europea se pone a querer legislar, como si no pasara nada, sobre los servicios públicos«. E insiste: «La seguridad social debe seguir siendo una prerrogativa del Estado«.
Para Prevenche Bères, eurodiputada francesa y un referente sobre las cuestiones sociales en el Parlamento, la situación es efectivamente problemática. «Me parece fuerte autorizar a los mercados públicos que intervengan en el sector de los servicios de seguridad social obligatorios. Pero una vez percatados del problema, y dado que el texto está aún en fase de negociación, hay que ocuparse de ello, no puede aprobarse», juzga antes de precisar que «Como presidenta de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales, si hubiera sido alertada a tiempo sobre ese punto, habría hecho todo lo posible para suprimir esa referencia en el Anexo 16«. La comisión en cuestión se pronunció sobre el texto a finales de septiembre, /3 pero en aquel momento nadie prestó atención a este punto.
¿Hacia un compromiso?
Marc Tarabella ha presentado una enmienda para la supresión de esta referencia a la seguridad social. La votación en la comisión «mercado interno» para preparar el terreno a una votación en un pleno en Estrasburgo deberá tener lugar en la próximas semanas./4 Pero después serán las negociaciones tripartitas (Comisión, Parlamento, Consejo) quienes le darían la forma definitiva. Según varias fuentes cercanas al expediente, dada la amplitud de lo que está en juego y la cantidad de enmiendas planteadas, es poco probable que el texto sea aprobado en Estrasburgo antes de comienzos del próximo año.
Más allá de las idas y venidas en Bruselas, la proposición de la Comisión entra en contradicción con grandes apartados de los tratados y demás jurisprudencia, que recuerdan que la seguridad social es por esencia un sector «no económico«. En 1993, una sentencia del Tribunal Europeo de Justicia explicaba que los servicios obligatorios de la seguridad social no pueden ser considerados como una actividad económica debido a que ponen en pie la solidaridad a nivel de cada estado. /5 La propia Comisión, por ejemplo, en una «comunicación» de 2007, estima que la seguridad social no puede ser «sometida a las reglas del tratado relativas al mercado interior y a la competencia«. /6
En definitiva, de forma totalmente discreta, la Comisión, vía ese famoso «Anexo 16», operaría una ruptura radical y contraria al espíritu de los tratados.
Estos días, las negociaciones sobre el texto están a tope en Bruselas. La Comisión parece querer limar asperezas sobre este punto concreto a través de una versión que envió a comienzos de octubre y a la que hemos tenido acceso. Ha propuesto añadir al texto un nuevo «considerando», antes de desarrollar la directiva, que precisa que los servicios de seguridad social obligatoria no entran en el campo del texto -sencillamente porque no necesitan, la firma de un contrato previo. Puesto que no hay contrato, no hay mercado público, asegura, en sustancia, el ejecutivo europeo.
Ahora bien, en el cuerpo de la directiva el Anexo 16 no ha sido modificado. De ahí que este tema continúe cristalizando tensiones y exasperando a un buen número de profesionales del sector, que abogan por la supresión pura y simple de la referencia a la seguridad social. En Bruselas Existe un precedente de siniestra memoria: la «directiva servicios» del comisario Frits Bolkestein, que preveía en su origen una liberalización de los servicios en el mercado interior europeo. Tras largas polémicas, el texto fue desmontado en parte.
Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR
Notas
1/ http://ec.europa.eu/commission_2010-2014/barnier/headlines/news/2011/12/20111220_fr.htm
2/ http://www.mediapart.fr/files/COM2011_896_fr.pdf
3/ http://www.europarl.europa.eu/commi…
4/ http://www.europarl.europa.eu/committees/fr/imco/home.html
5/ http://www.mediapart.fr/files/CJE1993.pdf