Las cumbres europeas suelen acabar casi siempre con declaraciones parecidas: «prudente optimismo» (Olli Rehn), «lo peor ya ha pasado» (Hollande). Por eso, conviene fijarse en las que no respetan los tópicos. Además de la bien significativa de corte euroescéptico de Cameron, sonada ausencia en la foto de grupo, hubo en Bruselas dos declaraciones que chirriaron. […]
Las cumbres europeas suelen acabar casi siempre con declaraciones parecidas: «prudente optimismo» (Olli Rehn), «lo peor ya ha pasado» (Hollande). Por eso, conviene fijarse en las que no respetan los tópicos. Además de la bien significativa de corte euroescéptico de Cameron, sonada ausencia en la foto de grupo, hubo en Bruselas dos declaraciones que chirriaron. La primera, de Rajoy, negando la evidencia del rescate español, para calmar a los lobos: «No se ha hablado nada de nada / no hagan caso de lo que se publica por ahí». La segunda, de Mario Monti, que redujo el premio reciente a la UE a su esencia de operación propagandística y volvió a tocar la alarma: «El Nobel no es eterno: hay que actuar». Una vez más, una cumbre europea sirve para ganar tiempo, lo que ahoga aún más a los países cerditos, donde la tensión social sigue creciendo. Un muerto ayer en Atenas y varios heridos. En Roma, delante del Quirinal, sede de la Presidencia de la República italiana, un hombre se prendió fuego ante la mirada de los turistas. Merkel debe llegar a las elecciones de septiembre de 2013 con consenso. En cambio, para ver la luz al final del túnel, los ciudadanos de los países cerditos deben llegar a fin de mes, o a fin de semana, o a la mañana siguiente, y afrontar otro largo día.
Se suponía que el consejo europeo de ayer debía servir para poner inmediatamente en marcha la recapitalización directa de los bancos, pero no se llegó a un acuerdo porque Alemania no aprueba la decisión. Se dejó abierta la cuestión diciendo que esta se producirá en un vago y diplomático «a lo largo de 2013», que puede entenderse como ya mismo o como dentro de mucho. No hay acuerdo tampoco sobre el supervisor bancario único de los 6.000 bancos de los países del euro. El zar de las finanzas europeas con potestad sobre los presupuestos nacionales propuesto por el ministro de Economía alemán podrá esperar.
El asunto central de este último consejo europeo fue España, la prioridad actual en el frente de la crisis de la eurozona.Todo parece listo para el rescate. Ahí sí que hay prisa: Italia y Francia, que ya ven la boca del lobo, la tienen. Según filtraciones de fuentes diplomáticas a Linkiesta, se está trabajando en varios sentidos. El paquete de ayuda para la recapitalización del sistema bancario ibérico se aprobó en julio. 100.000 millones de euros ante una exigencia de 59.300 millones que resultaron de los test de estrés a los bancos efectuados en septiembre. El resto de los 100.000 millones quedaría como un fondo al que se podría recurrir para dar respuesta a las exigencias de los bancos españoles. La novedad residiría ahora en el plan de apoyo a la deuda soberana española, que se llevaría a cabo a través del BCE y su esquema de compra de bonos goubernamentales (OMT) para los bonos a corto plazo, mientras que se recurriría al MEDE para los bonos a largo plazo. La cifra contemplada oscila entre los 80.000 y los 110.000 millones de euros. Según Goldman Sachs, se espera la activación de ese mecanismo para finales de 2012. Para que se conceda ese crédito, España ha de solicitarlo y firmar un memorándum, que no parece que vaya a imponer más medidas de austeridad.
Para comprarse los países del Sur a precio de ganga, parece que interesa más una austera y duradera bancarrota pilotada que nos esclavice financieramente que una caótica y revolucionaria bancarrota total de resultados imprevisibles.
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