El desgaste que ha tenido el presidente Giammattei en estas últimas semanas, por malas asesorías que vienen posiblemente de la Comisión de Diálogo, que está dirigido por personajes de oscura actuación (Joviel Acevedo, Nery Barrios, entre otros), la imposición de medidas económicas, denominada “recuperación o vuelta a la normalidad”, del CACIF por medio del ministro de Economía (Malouf), las imposiciones del Crimen Organizado, para elegir jueces corruptos y las propuesta de un sector duro del Ejército, que se alimenta igual del crimen organizado y del Ministro de Gobernación, conocido por su relación con el crimen organizado de Alta Verapaz. El carácter dictatorial y bravucón, hacen de un gobierno no accesible y sujeto cometer más errores e incluso delitos, como la violación a normas nacionales e internacionales para instalar el Estado de Sitio en la región del Polochic.
La comisión contra la corrupción, creada unos días después de haber tomado posesión, ha sido inoperante; y no ha rendido ni un solo informe; por lo menos sobre los préstamos y recursos del COVID19. Los Estados de Sitio: 1) Santa Catarina Ixtahuacán, Nahualá y Santa Lucia Utatlán; 2) Izabal y Alta Verapaz, que; por un lado han sido criticados por la ciudadana, porque no responden para nada a las justificaciones del gobierno, por el otro, el revés que ha tenido en el Congreso, sobre todo el segundo, porque no fue aprobado y obligado a transformarlo en “Estado de Prevención”. Sin tomar en cuenta que antes del decreto presidencial, fuerzas de policíay militares ya habían comenzado a aplicar el estado de sitio de forma extrajudicial, como hoy lo están haciendo. Por no haberse aprobado el Estado de Sitio; se sintió presionado a apresurar la apertura de los comercios en el país, sin analizar las anteriores recomendaciones de la COPRECOVID; que habían argumentado “que abrir el país en estas condiciones, es poner al país a un contagio y suicidio multitudinario”.
Las acciones emprendidas para contrarrestar y mitigar la pandemia, han sido igualmente un fracaso, el bono familiar; fue aprovechado por funcionarios públicos, maestros jubilados y en servicio, personas con posibilidades económicas. Los préstamos para la pequeña y mediana empresa, beneficiando alas grandes empresas. El presupuesto asignado para el Ministerio de Salud, no ha sido ejecutado. Los pseudohospitales, no han tenido la capacidad para enfrentar la pandemia. Médicos y enfermeras, además de estar en primera línea, muchos de ellos sin insumos, sin salarios y otros fallecidos.
Acercarse a las autoridades indígenas,bajo la fachada de diálogo, se convirtieron en imposiciones. La primera reunión,en el Palacio de la Cultura (1), en donde se aprecia “autoridades indígenas”, con discursos reivindicativos,porque se les había invitado para conocer la situación, problemática, necesidades y demandas, así como los mecanismos para viabilizarlos (2). Posteriormente la visita a Sololá, Chichicastenango, donde pareciera que todo iba caminando hasta la perfección. Lo inesperado fue Comalapa; en donde la actitud del presidente fue “prepotente, abusiva, irrespetuosa y propia de un finquero”. Se le olvidó que si bien es cierto que es el presidente del país, pero que los territorios indígenas tienen su propia autoridad y que se les debe dar la categoría de “autoridad”.
Por si esto fuera poco; el presidente como si fuera el “gran rey”; asumiendo actitudes de dictadores; como Ubico, Lucas García, Ríos Mont, asume la dirección de forma unipersonal de todo lo que emprende. No es de la personas que da participación a su equipo. Es quien habla, porque asume que como presidente lo debe y puede hacer todo. Errores principales de este tipo de gobierno, porque además se le suma su arrogancia, su prepotencia y falta de capacidad de discernir y entablar un diálogo.
Su actitud racista y discriminadora, su prepotencia y altanería se vuelve constante en todas sus conferencias. Las últimas decisiones sobre el COVID. La presentación sobre el “semáforo epidemiológico”, es otro de los errores y que tendrá consecuencias graves en toda la población. Dejar en manos de una población no educada (3), para este tipo de pandemia, la responsabilidad del contagio y de que esto no se expanda, es una irresponsabilidad de un gobierno de este tipo. Después que nos argumentaron que el pico de la pandemia aún no había llegado y que el peligro está latente sobre todo en comunidades rurales como las nuestras, ahora nos dicen “que la responsabilidad está en nosotros”, cuando no hay condiciones mínimas para hacerle frente.
Por ejemplo; en nuestros municipios, solo al escuchar la conferencia sobre el “semáforo”, al otro día, como si el “gato se hubiera escondido y todos a la fiesta”. Si cuando había restricciones, se usaba mal la mascarilla; el lunes a primera hora, la gente salió a las calles, sin nada de protección. La gente más consciente decía: “ahora nos tenemos que cuidar al doble”. Por otro lado; las estadísticas de contagios no son reales. ¿Cómo afirmar que un municipio está en este u otro color, si los datos e informaciones que tenemos, nos confirman que hay municipios en donde apenas se han aplicado dos o tres pruebas? Esto nos demuestra que el gobierno además de prepotente, se está lavando las manos. Una Ministra de Salud, ahora afirma; que es “nuestra responsabilidad”, salir adelante.
Ante ésta irresponsabilidad gubernamental, asumimos la recomendación de los epidemiólogos, que es “mejor no salir de casa y ser prudente en todo”. Las recomendaciones del gobierno, no han sido entendidas y son mal interpretadas, sobre todo con una población mayoritariamente indígena y que no habla el español.
Abrir el país aunque sea en un 50%, se está entendiendo que la pandemia ya se fue del país. “Gracias a Dios, que el presidente dijo que la enfermedad ya se fue del país”, es la afirmación de la gran mayoría de los ciudadanos.
Por si no tienes nada que hacer en la calle, ¡QUEDATE EN CASA!
Notas:
(2) Ibidem.
(3) Cuando digo no educada, quiero decir; que hasta ahora no hay información objetiva por parte del gobierno sobre la dimensión de COVID19. La información que circula por todos lados; es de grupos organizados o de personas que tratan de informar a la gente. Por parte del gobierno, es limitada la información.