Cuando el eje Washington-Londres-Varsovia decidió el pasado mes de enero obligar a Alemania y Francia a entregar tanques pesados a Kiev, se benefició de una cámara de eco mediática de alta fidelidad.
Para apreciar el burdo carácter propagandístico de la misma, baste imaginar por un instante que el debate no versa sobre al suministro de blindados a Ucrania, sino a otro país atacado por un poderoso vecino: Palestina o Yemen, por caso.
Isabelle Lasserre, destacada solista del atlantismo en el periódico [conservador] Le Figaro, se muestra exultante por este “levantamiento del tabú sobre los tanques” porque “una paz duradera depende de una victoria militar sobre el terreno” con el fin de que Ucrania pueda por fin “unirse al campo occidental, el de la democracia y los valores europeos” (13 de enero). Ese mismo día, nos topamos nuevamente con Lasserre en el programa matutino de la emisora France Inter en el que niega la utilidad de un debate parlamentario sobre el tema. Y hete ahí que reaparece en el plató de C Politique, del canal France 5: “Suministrar armamento pesado me parece imprescindible para que Ucrania pueda resistir a la ofensiva rusa anunciada para la primavera” (22 de enero). Así funciona la información “de calidad”: periodistas invitan a otros periodistas a hacerse eco de campañas que ellos mismos han lanzado. Habitualmente colgado de los micrófonos de radios y televisones, el experto atlantista Pierre Servent desvela ese mismo día 13 de enero en Le Figaro su nueva geopolítica vegetariana: “Nos dirigimos hacia un enfrentamiento entre los ‘carnívoros’ –que consideran que la fuerza prima sobre el derecho (…)– y los ‘herbívoros’, que defienden el derecho como regulador de los conflictos, de la civilización y del respeto a la alteridad”.
Apenas ha dado tiempo a que el mundo digiera este avance conceptual –América herbívora, claro que sí–, cuando Léa Salamé presenta a su invitado del día (23 de enero) en France Inter, el periodista estadounidense Fareed Zakaria: “uno de los mayores expertos en política internacional de Estados Unidos” cuyos “análisis son a veces oráculos”, ya que piensa como Léa Salamé, Pierre Servent y Anne Lasserre. “O Estados Unidos y sus aliados occidentales democráticos estabilizan un mundo de leyes, normas y apertura, o nos encaminamos por una senda mucho más oscura, como en el siglo XIX”, aclara el oráculo. “Queremos este orden mundial. Y cuando quieres el fin, tienes que querer los medios. Si Ucrania pierde la guerra, gana Putin y entonces será la ley de la selva”. Por lo tanto, es necesario enviar sin vacilaciones tanques a Ucrania, reconquistar Crimea y, sobre todo, proscribir cualquier negociación de paz porque “ofrecer a Putin una rama de olivo podría hacerle creer que ha ganado” (Journal du dimanche, 22 de enero).
Siguiente paso, ¿aviones de combate? Palestinos y hutíes ya lo están celebrando.