La violencia de grupos criminales en El Salvador va en aumento. En los últimos días un joven militar fue asesinado por supuestos mareros, mientras bandas de criminales emboscaron a carros policiales, ametrallaron un local de la Policía Nacional Civil, dispararon e hirieron a los participantes en un acto religioso, atacaron a un taxi y asesinaron […]
La violencia de grupos criminales en El Salvador va en aumento. En los últimos días un joven militar fue asesinado por supuestos mareros, mientras bandas de criminales emboscaron a carros policiales, ametrallaron un local de la Policía Nacional Civil, dispararon e hirieron a los participantes en un acto religioso, atacaron a un taxi y asesinaron a sus ocupantes, atacaron y robaron autobuses, y ocasionaron la muerte de una madre de 28 años que se dirigía acompañada de su hijita de dos años a un parque. Por su parte el Ministro de Seguridad, Ricardo Perdomo, manifestó que los delincuentes están recibiendo entrenamiento militar, y utilizan para sus ataques armas de guerra, como subametralladoras Uzi.
Después de que la derecha, primero proclamó que ganaría las elecciones; luego denunció que habría fraude; y después del conteo de votos al final del proceso electoral dijo no reconocer que el FMLN había ganado, y que luego su candidato Norman Quijano de manera tácita llamara a las Fuerzas Armadas a dar un golpe de Estado; cabe preguntarse si la violencia que vemos ahora, no es el paso siguiente del escenario que presentamos como posible en las páginas de este periódico.
Lo que dijimos el 27 de marzo en nuestras páginas, artículo «El ADN de ARENA», es que al discurso triunfalista antes de las elecciones seguiría la repetición hasta la saciedad de que hubo fraude, para dejar esa percepción en la imaginaria colectiva. Esto como primer paso para desestabilizar al actual gobierno, y desgastar políticamente al gobierno entrante. Luego vendrían las protestas callejeras, como provocación a las autoridades y militantes del FMLN para buscar una confrontación. Pero si el aparato coercitivo del Estado les permitía seguirse manifestando y haciendo desórdenes callejeros podrían saber el grado de tolerancia del Estado, e ir haciendo cada vez más presión, como lo ha hecho la derecha en Venezuela. Dicho de otra manera: tomarle el pulso al Estado y a los militantes del FMLN, para saber hasta donde tendrán que llegar con la violencia callejera, y en qué momento deben utilizar francotiradores y activar los escuadrones de la muerte. Luego dijimos, seguiría una campaña mediática sucia como la de Venezuela, y actos de violencia criminales provocados por elementos paramilitares. Pero que la derecha, naturalmente, no se haría cargo de esa violencia. Dirán: es la respuesta del pueblo exasperado por el mal gobierno. Y luego de la campaña sucia de la prensa nacional de derecha al referirse a la violencia, seguiría la campaña mediática internacional, a la que harán eco los Estados Unidos y demás gobiernos de derecha.
Pues bien, hemos llegado al uso de la violencia criminal, y de seguro pronto van a entrar en juego los escuadrones de la muerte y los francotiradores; ya se habló en la prensa nacional de que se han incautado rifles para francotiradores.
ARENA cuenta con un aparato paramilitar de inteligencia llamado «OMEGA», y su origen partidario está en los escuadrones de la muerte que comandaba su fundador Roberto D´Abuisson, cuyo accionar tenía como finalidad aterrorizar a la población, por lo que es imperioso que la dirigencia de este partido se pronuncie acerca de los actos de violencia en curso, y se deslinden públicamente de ello, si tienen la solvencia moral para hacerlo.
Por otro lado debe señalarse que, como los intereses de la derecha que se encuentra en el entorno de ARENA se confunden con el crimen organizado, no es de extrañar que surja la pregunta, ¿no será la derecha de ARENA quienes están entrenando militarmente a grupos de delincuentes provenientes de las maras, para el sicariato, e integrarlos a los escuadrones de la muerte?
Razones para exponer y argumentar estas dudas y preguntas sobran. Tenemos todos los escándalos que del interior de ese partido están saliendo a la luz pública, y la desfachatez que sus dirigentes tienen para obviarlos, por ejemplo las palabras del presidente de ARENA, Jorge Velado quien públicamente manifestó que el caso » Francisco Flores es cosa del pasado » como si los 80 millones de dólares de los que no puede dar cuenta y por los que ahora huye de la justicia, no fueran dinero patrimonio del pueblo y del Estado.
La derecha igual que el narcotráfico tiene como fin último, obtener el mayor lucro posible, sin importarles el dolor que esto cause a la sociedad. Niños con hambre, hogares que viven en la miseria porque sus padres no tienen trabajo o si lo tienen están mal remunerados. Para la derecha, menos trabajadores en la planilla y salarios miserables, significa mayores ganancias. Las injusticias que de ello se derivan no les importa. Igual, al crimen organizado no le importan los hogares enlutados, las familias destruidas, las jóvenes con sus vidas arruinadas por la trata de personas, la muerte de jóvenes pandilleros o la autodestrucción de la sociedad por el consumo de drogas. A la derecha y al crimen organizado sólo les importa la ganancia que se puede obtener de sus acciones, por eso sus actos se entrelazan y causan a la sociedad los mismos daños y estragos.
En los actos de corrupción contra el Estado, durante los 20 años del partido ARENA, se puede ver que para llevarlos a cabo era necesario organización, planificación y coordinación. En cada caso en particular hubo un crimen organizado, y asociaciones ilícitas para delinquir. Y por eso, la violencia de grupos criminales que vemos ir en aumento en El Salvador, provenga del crimen organizado, de pandillas de mareros, o de la derecha, en la realidad cotidiana se confunden, porque la finalidad que persiguen es la misma: lucrase ilícitamente.
Sólo a la derecha le interesa la instalación de un clima de terror en la población, para desestabilizar al nuevo gobierno y argumentar que ellos eran los únicos que podían resolver ese flagelo de la sociedad. Lo que sigue cae de su peso: que la población les de su voto en las próximas contiendas electorales, para regresar al gobierno a seguir robando, y además ya no ser juzgados por todo lo que está quedando al descubierto de sus últimos veinte años de gobierno.
El actual gobierno está dando pasos radicales significativos, de ataque frontal a la criminalidad, dándole apoyo a la niñez y a la juventud con los programas de paquetes escolares, el vaso de leche, computadoras para los estudiantes, y preocupándose por encontrar nuevos programas. Medidas radicales porque «ser radical es atacar el problema por la raíz» y el día que los jóvenes tengan más y mejores posibilidades de un futuro que los realice plenamente como seres humanos, pertenecer a un pandilla ya no será una opción para sentirse incluidos en un grupo, orgullosos de ser «valientes», que en realidad es cobardía. La sociedad que se está construyendo será a la que se sentirán orgullosos de pertenecer.
Pero la población debe participar creando mecanismos de vigilancia cuadra por cuadra, como se hace en otros países en donde los vecinos reciben charlas de miembros de los cuerpos de seguridad y de otros profesionales entrenados para ello.
Charlas para aprender a vigilar la cuadra en la que viven, las casa de los vecinos, para estar pendientes de los carros extraños en su calle, aprender que hay que estar al tanto cuando los vecinos se encuentran trabajando o de vacaciones y vigilar que nadie se acerque a sus casas. Cómo hacer saber de manera anónima a los Cuerpos de Seguridad, de hechos sospechosos o delictivos.
La población debe asumir su propia seguridad y vigilancia en coordinación con los Cuerpos de Seguridad, solidarizarse en el dolor y al mismo tiempo unir esfuerzos para combatir las causas de esta violencia, apoyando y participando en los planes del actual gobierno. Preparándose para apoyar al FMLN con el voto en las próximas elecciones, u organizándose.
Debemos tener claro que los sectores de la sociedad que forman parte de ese flagelo de violencia, de robo, extorsión y corrupción no pueden ser quienes solucionen el problema.
Fuente: http://alainet.org/active/73221