Tras muchos contactos y mas de 50 horas de reunión, el gobierno italiano ha llegado a un acuerdo con cinco alcaldes y otros políticos locales de Val di Susa cara a la construcción del tramo de alta velocidad entre Turín y Lyon a través de Val di Susa. La lucha contra el TAV en Val […]
Tras muchos contactos y mas de 50 horas de reunión, el gobierno italiano ha llegado a un acuerdo con cinco alcaldes y otros políticos locales de Val di Susa cara a la construcción del tramo de alta velocidad entre Turín y Lyon a través de Val di Susa.
La lucha contra el TAV en Val di Susa es una lucha ejemplar. Es el único caso en toda Europa donde las obras de un tren de alta voracidad han conseguido ser paradas por la población. Llevan bloqueadas alrededor de 18 años e incluso se había llegado a discutir en el gobierno italiano un posible abandono del proyecto.
El acuerdo, donde la palabra TAV no se menciona (se habla de mejora del transporte), ha sido celebrado por las autoridades locales, regionales y nacionales, así como por Confindustria (la patronal) y la Lega Ambiente, la principal asociación medio-ambiental italiana. Concretamente la Lega Ambiente recalcaba que de esta forma el TAV no será impuesto por la fuerza, sino que vendrá por el dialogo.
La patronal Confindustria ha declarado por medio de su presidenta Emma Marcegaglia tras mostrar satisfacción por el acuerdo ha recalcado que a partir de ahora cualquier oposición y bloqueo será intolerable, y ha pedido medidas contra cualquier eventual resistencia. Cabe recordar que el gobierno italiano ya ha anunciado el tipo de medidas que prepara.
Por otra parte los comités Anti-TAV de Val di Susa y de la región del Piemonte han realizado diversas declaraciones en las que recalcan que no se sienten vinculados al acuerdo y que van a continuar con la lucha contra el TAV y los bloqueos.
Hay que recalcar que este acuerdo, que ahora pasará a los municipios, en sí no supone un cambio a nivel jurídico relevante de la situación. Si bien los ayuntamientos se habían opuesto a las obras del TAV, legalmente no pueden negar los permisos, ni retrasarlos más de lo que han hecho. Pero sin duda supone que una unidad que se había construido desde abajo quedará rota.