Barbados anunció que en noviembre próximo, cuando se cumplan 55 años de su independencia, pasará a ser una república. El Parlamento de Barbados aprobó por unanimidad un proyecto de ley que introduce un cambio en la Constitución para convertir al país caribeño en república y finalizar su asociación con la Corona británica.
La enmienda constitucional concibe que un civil barbadense sea jefe de Estado, en lugar de la reina Isabel II. El cambio pondrá fin a un jefe de Estado británico para Barbados, vigente desde que colonos ingleses desembarcaron allí en 1625. En 1966 Barbados dejó de ser una colonia británica, pero mantuvo la dependencia del Palacio de Buckingham.
La isla de Barbados, cuyo supuesto nombre aborigen es Ichirouganaim, estaba poblada en un principio por pueblos arahuacos y caribes, que perecieron con la llegada de españoles y portugueses a principios del siglo XVI. El nombre actual se debe a estos conquistadores. La isla estuvo casi deshabitada hasta que se instalaron los británicos. Desde entonces, el destino de Barbados ha estado ligado a las directrices de Londres.
También prevé cambiar el juramento de lealtad de Su Majestad al ahora Estado de Barbados, así como asegurar la continuidad en el funcionamiento institucional del país. El nuevo estatus entraría en vigencia el 30 de noviembre próximo.
La primera ministra, Mia Amor Mottley, expresó que con esta decisión se cierra el círculo respecto al tema de la independencia. Recordó que el diálogo para transitar de la dependencia a la Corona a una república parlamentaria comenzó en 1998.
Barbados ya cuenta con una mujer nominada como futura presidenta, la gobernadora general de la isla, Dame Sandra Mason, quien debe asumir como mandataria el próximo 30 de noviembre. La modificación del estatus no implicará cambios en el nombre del país, la bandera y otros símbolos y efemérides nacionales, como la fecha del Día de la Independencia.
Hay varios factores externos e internos que pueden explicar la decisión del gobierno. A nivel mundial hay un impulso para el cambio. La gente está enfrentando audazmente el racismo y exponiendo otras formas de opresión. En el frente interno, el Gobierno tiene una súper mayoría en la Cámara de Representantesque le permite avanzar fácilmente en su programa. También hay un cambio generacional: los ciudadanos más jóvenes están menos apegados al simbolismo de la monarquía.
En conjunto, todo esto creó un contexto permisible para la decisión de Barbados, explica Wendy C. Grenade, profesora de ciencia política de la Universidad de las Indias Occidentales (UWI) en Saint Michael, Barbados”.
Si el Imperio Británico fue el más extenso de la historia de la humanidad, llegando a ocupar cerca de un cuarto de la superficie terrestre, fue en gran medida gracias a su flexibilidad. Aunque acudió a la represión violenta para sofocar muchos intentos secesionistas, también se mostró dispuesto a conceder mucha autonomía a sus colonias y dominios.
Eso explica que muchos se hayan independizado de manera consensuada, sin romper todos sus vínculos con Londres. Por eso, a pesar de que el Imperio dejó de existir hace tiempo, Isabel II sigue siendo reina y jefa de Estado de 15 países independientes, además del Reino Unido. Los tres más importantes son Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
A ellos se suman, en el Caribe, Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Granada, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas; y en el Pacífico, Islas Salomón, Papúa Nueva Guinea y Tuvalu.
Durante siglos Barbados fue pieza angular del sistema comercial británico en América por su producción esclavista de azúcar. Entre 1644 y 1680, los esclavos pasaron de minoría a que hubiera 17 por cada blñanco. Casi 400 mil africanos desembarcaron en la isla hasta 1807, pero vivían allí poco tiempo por su corta esperanza de vida. La concentración de tierras también llevó a que los pequeños propietarios blancos dejasen sus hogares, hasta que quedaron solo quienes se encargaban de los esclavos que trabajaban la tierra.
Pero todo estalló en 1816 con la rebelión de Bussa, que exigía la libertad de los esclavos afrodescendientes, inspirada en el ejemplo de la independencia de Haití en 1791. Bussa, un esclavo de África occidental, lideró un levantamiento sorpresivo, pese a que tenía ejército y su orografía plana y sin bosques dificultaban cualquier acción rebelde.
Su historia ha estado vinculada a Londres, pero los lazos se han soltado desde la independencia en 1966 hasta el punto de querer abandonar la monarquía para convertirse en república. Mientras, el país aferra su economía al turismo, la opacidad fiscal e incluso a China.
Con una superficie de solo 430 kilómetros cuadrados, suministró el endulzante a gran parte de Europa a base de plantaciones extensivas trabajadas en condiciones infrahumanas por esclavos africanos y sus descendientes. En los últimos años, se convirtió en una potencia económica de las Antillas Menores y ha sido protagonista en las organizaciones regionales.
La idea de una República en Barbados apareció en la década de 1970 con la creación de una comisión para estudiar esa posibilidad, pero que dictaminó en contra de la modificación. Barbados es miembro de la Comunidad del Caribe, el Caricom, de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), de la Asociación de Estados del Caribe y de los sistemas Económico Latinoamericano y de Integración Centroamericano, entre otros organismos regionales.
El Commonwealth
Con la proclama de la Confederación en 1867, Canadá pasó a tener una autonomía total para administrar sus asuntos internos, pero su política exterior seguía en manos de Londres. Eso la llevó a liderar, con el cambio de siglo, la presión de los dominios británicos que exigían tener la capacidad de representar sus propios intereses en el extranjero.
En la Conferencia Imperial de 1926, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y el Estado Libre Irlandés dejaron de ser dominios y empezaron a ser reconocidos como entidades equivalentes al Reino Unido, dentro de lo que se denominó el Commonwealth Británico, paso previo al reconocimiento de la independencia de esos países, que se concretó en los años siguientes.
Pero el hecho de que el Reino Unido se mantuviera como una suerte de primus inter pares siguió siendo fuente de tensiones, problema que se resolvió con la Declaración de Londres de 1949, que marcó la conformación del Commonwealth moderno, ya no “británico”. La era imperial había terminado, y Londres debía cambiar la forma para mantener influencia sobre el resto del mundo, ahora por la vía económica y diplomática.
La corona se convirtió en el único nexo entre las partes, pero no en tanto corona británica: todos los países pasaron a ser reinos separados, pero con un mismo rey.Hasta 1952 fue Jorge VI y, desde entonces, es Isabel II.
Eso ciertamente cambiará después de que la reina muera. El rol de la monarca es eminentemente ceremonial. Al igual que en el Reino Unido, en los demás países también gobierna el Parlamento, que nombra al Primer Ministro para que lidere el Poder Ejecutivo.
Es cierto que requiere la aceptación de la reina para ello, pero esta es automática, ya que no tiene el poder político real para negarla. En el resto de su “reino”, Isabel II nombra a su representante, el gobernador general, propuesto por el primer ministro.
El último país en sumarse fue Mauricio, en 1992.Actualmente, el Commonwealth está compuesto por 54 países en los que viven 2.400 millones de personas, la mayoría de ellos en India. Dieciseis son monarquías encabezadas por Isabel II, cinco son monarquías con otros reyes (Brunei, Esuatini, Lesoto, Malasia y Tonga), y el resto son repúblicas. Desde noviembre también lo será Barbados.
Victoria Korn. Periodista venezolana, analista de temas de Centroamérica y el Caribe, asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).
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