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Ala «bushista» al lado de Micheletti

Fuentes:

 Haciéndose el vocero de los congresistas norteamericanos de origen cubano, el senador Melquiades «Mel» Martínez, ha condenado la posición de Estados Unidos acerca del golpe de estado de Honduras calificando de «hipócrita» la actitud de su gobierno y de la comunidad internacional y asociando la posición adoptada por la Casa Blanca a «Venezuela, Cuba o […]

 Haciéndose el vocero de los congresistas norteamericanos de origen cubano, el senador Melquiades «Mel» Martínez, ha condenado la posición de Estados Unidos acerca del golpe de estado de Honduras calificando de «hipócrita» la actitud de su gobierno y de la comunidad internacional y asociando la posición adoptada por la Casa Blanca a «Venezuela, Cuba o Nicaragua».

El político de la Florida, vinculado a la extrema derecha cubanoamericana, acusó al presidente constitucional hondureño Manuel Zelaya de haber actuado al margen de la Constitución de su país. «El presidente Zelaya, por sus propias acciones, pudo haber incitado lo que ha ocurrido», dijo según el reporte del Diario Las Américas de Miami.

«Lo que debemos hacer ahora es mantener afuera la intervención exterior de países como los Estados Unidos, Venezuela, Cuba o Nicaragua. Este es un problema hondureño que debe ser resuelto por los hondureños, y dejemos que sus instituciones se fortalezcan con lo que ha sucedido y no debilitarlas con acciones extra constitucionales», añadió, alineándose con las declaraciones de los golpistas.

Según Cubaencuentro, sitio web subsidiado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), Martínez responsabilizó a EE.UU. y a la comunidad internacional por «el silencio ante el abuso de poder» de Manuel Zelaya.

Martínez y sus colegas cubanoamericanos mantienen desde siempre una línea que les identifica a la más recia extrema derecha latinoamericana. En varias oportunidades se han asociado a acciones terroristas contra Cuba. En el momento de la invasión a Iraq, han sido los únicos políticos en el mundo en aplaudir la ocupación de ese país árabe.

Otro senador de la misma tendencia ultra reaccionaria, Jim DeMint, defendió también el derrocamiento del presidente hondureño que calificó de «dictador al estilo de Chávez».

El colmo ocurrió sin embargo ayer cuando un grupo de congresistas de extrema derecha encabezados por los representantes mafiosos de la Florida, Mario y Lincoln Díaz-Balart, reclamaron de Barack Obama que investigue la supuesta «vinculación de Zelaya con el narcotráfico», a través de la DEA, la agencia federal antidroga y de las demás agencias de inteligencia.

Los políticos de línea «bushista» Connie Mack, Dana Rohrabacher, de California, y Thad McCotter, de Michigan, exigieron al presidente Obama «garantías» de que no existe información confirmada en este sentido. Llama la atención que Rohrabacher fue el defensor de las actividades del terrorista internacional Luis Posada Carriles en una comisión reunida en el 2008 por el congresista Bill Delahunt para investigar sus actividades criminales.