El Gobierno de la cancillera Angela Merkel sigue perfilando las medidas que pondrá en marcha para enderezar la maltrecha economía alemana. El ministro de Trabajo, Franz Müntefering, anunció ayer que el Ejecutivo tiene previsto reintegrar a la vida laboral a millones de jubilados y prejubilados entre los 55 y 65 años con el fin de […]
El Gobierno de la cancillera Angela Merkel sigue perfilando las medidas que pondrá en marcha para enderezar la maltrecha economía alemana. El ministro de Trabajo, Franz Müntefering, anunció ayer que el Ejecutivo tiene previsto reintegrar a la vida laboral a millones de jubilados y prejubilados entre los 55 y 65 años con el fin de aliviar el peso que soporta actualmente el sistema de pensiones. Según un informe que Müntefering presentó ayer ante el Consejo de Ministros, sólo el 42% de los alemanes de esta franja de edad ocupan un puesto de trabajo.
Müntefering explicó que el Gobierno pondrá en marcha «instrumentos nuevos» que, en combinación con otros ya establecidos, permitirán llevar a cabo el plan, y mencionó entre ellos la asginación de subvenciones a las empresas y el impulso a los programas de formación. Aumentar el porcentaje de los alemanes mayores de 55 años con empleo es fundamental para el Gobierno de Merkel, sobre todo teniendo en cuenta que la edad de jubilación pasará de los 65 a los 67 años.
APOYO DE LA PATRONAL
El informe de Müntefering presenta un panorama sombrío: la tasa de natalidad baja, la esperanza de vida sube y el índice de paro fue del 12,2% en febrero. En resumen, cada vez menos población activa debe cargar el peso de una cada vez más numerosa población jubilada. Una señal significativa: las pensiones han sido congeladas hasta el 2008.
Por eso, el presidente de la Confederación de las Asociaciones Patronales Alemanas (BDA), Dieter Hundt, apoyó ayer públicamente el plan del Gobierno: «Es la única manera de superar la transición demográfica».