Más de cuatro años después de que la Unión Europea (UE) comenzó a negociar un acuerdo comercial con India, el proceso sigue estancado debido a la insistencia del bloque para mantener la llamada cláusula de exclusividad de datos, a pesar de la fuerte oposición de Nueva Delhi y de organizaciones no gubernamentales.
La UE y el gobierno de India iniciaron las negociaciones para un tratado de libre comercio en abril de 2007. Ya desde el principio quedó claro que la exigencia del bloque para que Nueva Delhi aceptara la cláusula significaría un obstáculo importante.
La exclusividad de datos prohibiría a la industria farmacéutica india utilizar fórmulas disponibles de productos ya patentados, especialmente medicamentos, para fabricar copias genéricas y de bajo costo accesibles para pacientes en los países del Sur en desarrollo.
La cláusula «es una puerta trasera para que compañías farmacéuticas multinacionales formen monopolios y cobren altos precios, aun cuando se constate que su medicamento no merece una patente o la patente expiró. La exclusividad de datos se aplicaría a todas las drogas», dijo a IPS Leena Menghaney, directora de la campaña de Médicos Sin Fronteras (MSF) por acceso a fármacos esenciales.
MSF es una organización internacional independiente y humanitaria que brinda ayuda médica de emergencia a personas afectadas por conflictos armados, epidemias, exclusión de los sistemas de salud y desastres naturales o causados por el hombre.
Menghaney recordó que «India ha sido llamada ‘la farmacia del Sur en desarrollo'».
Por ejemplo, más de 80 por ciento de las medicinas usadas por MSF para tratar a 170.000 personas con VIH/Sida proceden de India. Donantes internacionales necesitan a los genéricos indios en proporciones similares. Muchos estados pobres de África dependen de esas drogas para 90 por ciento de sus necesidades de salud.
Las medicinas genéricas son esenciales para combatir enfermedades endémicas como el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), la tuberculosis y la malaria en África y otras regiones pobres.
La cláusula de exclusividad de datos impediría a las compañías indias fabricantes de genéricos proveeer más medicinas accesibles a personas en el Sur, dijo Menghaney.
El no gubernamental Observatorio de la Europa Corporativa (CEO, por sus siglas en inglés) acusó a la Comisión Europea, órgano ejecutivo del bloque, de mantener la cláusula en complicidad con la industria farmacéutica.
En febrero de 2010, el CEO presentó cargos contra la Comisión Europea por «retener documentos relacionados con las conversaciones comerciales de la UE con India». El caso todavía continúa en el Tribunal General del bloque.
El CEO, grupo especializado en revelar la influencia de las industrias europeas en las relaciones comerciales y de inversiones del bloque con el Sur en desarrollo, acusó a la Comisión de «discriminar a favor del lobby corporativo y violar las reglas de transparencia de la UE».
«Nuestro caso se basa en numerosos documentos de la Comisión Europea, incluyendo reportes de reuniones, mensajes de correo electrónico y una carta que el Directorio de Comercio envió a las asociaciones de industrias europeas, como BusinessEurope y la Confederación de Industrias de Alimentos y Bebidas de Europa», dijo a IPS Pia Eberhardt, investigadora del CEO.
Eberhardt señaló que, mientras los grupos de presión recibían versiones completas de los documentos, la Comisión Europea sólo divulgaba versiones censuradas a los grupos de la sociedad civil arguyendo que de otra manera se «socavarían» las relaciones internacionales de la UE.
Luego de numerosas extensiones de los plazos para responder al CEO, la Comisión Europea hizo pública una lista con 170 documentos relacionados con las negociaciones, incluyendo reportes de reuniones, cartas y mensajes de correo electrónico.
«De esos papeles, 50 documentos fueron sólo parcialmente divulgados, y más de 30 fueron retenidos por completo, incluyendo intercambios de correo electrónico y reportes de reuniones con las compañías farmacéuticas europeas Sanofi-Aventis, Eli Lili y GlaxoSmithKline, y con el grupo de presión farmacéutico EFPIA», dijo Eberhardt.
EFPIA es la sigla en inglés de la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas.
El CEO señala que todos esos grupos presionaron a la Comisión Europea para que defendiera los derechos de propiedad intelectual introduciendo la cláusula de exclusividad de datos en el acuerdo negociado con India.
Madi Sharma, del Comité Económico y Social Europeo (EESC), señaló que las negociaciones entre Bruselas y Nueva Delhi «no era transparentes».
El EESC es un órgano consultivo de la UE creado para aconsejar a sus instituciones, y es considerado oficialmente un «puente entre la UE y la sociedad civil organizada».
En abril, Sharma, encargada de vigilar y realizar un reporte sobre el proceso de negociaciones con India, presentó sus «consideraciones preliminares» a la prensa en Bruselas.
Llamó a la suspensión de las conversaciones hasta que se realizaran estudios para «evaluar los probables riesgos económicos y sociales para la sociedad india».
Mientras, Nueva Delhi sigue oponiéndose a la exclusividad de datos. En marzo, el ministro de Comercio e Industria indio, Shri Anand Sharma, rechazó la cláusula por ir «mucho más allá» de las obligaciones comerciales internacionales y alertó que podría tener un importante impacto en la distribución de drogas genéricas.
Una semana después, el 7 de abril, el comisario de Comercio de la UE, Karel de Gucht, señaló en una declaración ante el Parlamento Europeo que «la protección de datos se podía conciliar con el acceso a medicinas a través de instrumentos como las licencias obligatorias o las excepciones para necesidades de salud pública».
Las negociaciones entre Bruselas y Nueva Delhi se encuentran ahora en su décima ronda después de que la última fracasara en marzo debido a esta disputa.
Está prevista una cumbre India-UE para 10 de diciembre en Bruselas.