Días importantes para Argentina, (poco comprendida por la mayoría de su población) con la visita del presidente ruso Vladimir Putin a nuestro País, con la participación de Argentina en la reunión del BRICS en Brasil (junto a los presidentes de UNASUR), y cerrada con la visita del Presidente Chino Xi Jimping. Que nos lleva a […]
Días importantes para Argentina, (poco comprendida por la mayoría de su población) con la visita del presidente ruso Vladimir Putin a nuestro País, con la participación de Argentina en la reunión del BRICS en Brasil (junto a los presidentes de UNASUR), y cerrada con la visita del Presidente Chino Xi Jimping. Que nos lleva a afirmar que fue la semana más importante de los últimos años en materia de política internacional, y nos permite afirmar que la Argentina vuelve a tener una importancia geopolítica que esperemos se sepa entender, administrar y consolidar.
La primera afirmación de estos acontecimientos en pleno desarrollo, es que, desde el fin de de la Guerra fría: «Todo es política Exterior«, la política interna es una herramienta para consolidar un poder nacional que permita ingresar al nuevo orden mundial en formación; la segunda, que se profundiza una tendencia en la conformación de nuevos espacios geopolíticos continentales (Nafta-UE-China y Rusia-Unasur-Celac). Sin olvidar que desde 2001, reaparece el criterio de las tensiones geopolíticas y geoestratégicas en los conflictos internacionales y no los ideológicos. Y es aquí donde entra nuestra importancia, ya que lo que se esta desarrollando es una lucha por el control de los Recursos Naturales a nivel global, recursos que la madre naturaleza nos benefició, junto a nuestros vecinos.
También debemos comprender el porqué del interés de las potencias emergente como: China, India y Rusia en nuestra América Latina, que no es otro, que el de garantizarse la provisión de materias primas y recursos, para mantener sus niveles de crecimiento, que de otro manera le serán vedadas por las potencias tradicionales que se referencian en el llamado sistema atlantista: EE.UU., Unión Europea y Japón, contra los emergentes de asia-pacífico (donde China y Rusia son el eje del mismo). Y que siempre fue considerada, especialmente por EE.UU. que las Américas eran de su exclusiva injerencia y aprovechamiento, por algo nos denominaron despectivamente como «su patio trasero».
Por ello, Rusia vino por acuerdos bilaterales en áreas importantes como el de la energía nuclear y también con relación a los commodities energéticos tradicionales (petróleo y gas), es muy importante destacar que Vladimir Putin consideró a la argentina como el principal socio estratégico de Rusia en América Latina.
Y un detalle no menor, es que la argentina fue el anfitrión y nexo de otros gobiernos suramericanos ante el Presidente ruso, como son: Bolivia, Uruguay y Venezuela. Que la vuelve a instalar en el viejo rol de referente suramericano para las potencias emergentes.
La vista de China, que no es una vista más, busca establecer con la argentina una sociedad estratégica integral, (tanto en los recursos energéticos, alimentarios, y en aéreas de transporte y grandes obras de infraestructuras) y no debemos olvidar además, que China es el principal socio comercial de la región y fuente de grandes inversiones en el mismo. Lo cual desplazó a EE.UU de ese papel que cumplio durante años, y esto junto a la crisis económica que se mantiene desde el 2008 junto a sus socios atlantistas, son la consecuencia de su pérdida de influencia relativa en nuestro subcontinente.
Pero también debemos entender en este marco, el aumento de las tensiones internacionales, por esa lucha por las conquistas de mercados y del control de los recursos naturales y alimentarios como el de un tablero inestable y riesgosos, visto que las potencias en crisis sigue recurriendo al expediente militar, para mantener sus privilegios y estatus de potencias y mas cuando sus monedas pueden dejar de ser patrones financieros con la creación del Banco del BRICS y el desarrollo del Banco del Sur.
Ante este cuadro, estado argentino debe contar con una visión a largo plazo que permita hacer un plan para los próximos 20 o 30 años de este mundo en bloques competitivos que no solo es de Estados, sino también de Empresas ligados a los mismos y por qué tener esa visión a largo plazo constituye un activo valiosísimo para sus sectores económicos (donde los sectores estatales y privados realicen sus aportes para alcanzar los objetivos estratégicos para el interés nacional y regional). Aquí deben estar convocados los representantes tanto del esquema estatal como del privado y de las fuerzas sociales con peso real.
P.D.: Evidentemente estamos en la misma sintonía que el colega Marcelo Gullo, ya que lo que indica en el trabajo: «Tenemos 25 años para lograr la insubordinación fundante»(http://www.dossiergeopolitico.com/2014/07/tenemos-25-anos–para–lograr–la–insubordinacion–fundante–x–marcelo–gullo.html), viene a coincidir con mi pedido a las dirigencia políticas argentinas de contar con una visión de largo plazo. Para entrar en el Nuevo Orden Mundialista en formación.
Carlos Pereyra Mele. Director de Dossier Geopolitico
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