Un golpe militar, al viejo estilo, se produjo en la madrugada del 28 de junio de 2009 en Honduras. Diez años han pasado ya desde aquel golpe de Estado que derrocó al presidente constitucional de la República, José Manuel Zelaya Rosales. Hoy tengo el inmenso privilegio de conversar, vía telefónica, con el expresidente Zelaya, quien […]
Un golpe militar, al viejo estilo, se produjo en la madrugada del 28 de junio de 2009 en Honduras. Diez años han pasado ya desde aquel golpe de Estado que derrocó al presidente constitucional de la República, José Manuel Zelaya Rosales.
Hoy tengo el inmenso privilegio de conversar, vía telefónica, con el expresidente Zelaya, quien gentilmente accedió a responder mis preguntas.
¡Buenas tardes, señor Manuel Zelaya! Un saludo desde Cuba. Mi primera pregunta es:
– Si pudiera volver en el tiempo, diez años atrás, ¿qué haría y qué no otra vez? ¿Cuál cree Manuel Zelaya que fue su principal error político, y su mayor acierto?
«Es el pueblo y la historia la que dicta las formas o los resultados que se obtuvieron. Según la CEPAL (Comisión Económica para América Latina), en los tres años y medio de gobierno que me honré en presidir, gobierno liberal del poder ciudadano, se obtuvieron los mejores resultados en crecimientos económico, sociales y democráticos; competitividad; reducción de la pobreza; menor déficit fiscal; menor deuda externa de la historia Honduras. Entonces hacemos eco a esas palabras bíblicas: ‘Por mis frutos me conoceréis'».
– ¿Pasados los años, aún cree usted que era el momento oportuno para introducir «la Cuarta Urna»?
«La ‘Cuarta Urna’ es un derecho del pueblo que está considerado en la Constitución de la República. Es del concepto más elevado de la soberanía popular, es la primera consulta histórica que se hacía en Honduras porque el pueblo nunca ha sido consultado, solo se le llama y se le convoca para marcar debajo de fotografías de personas en un ejercicio electoral. Por tanto, el capital, el poder, y las supremacistas omnipresentes y omniscientes todopoderosas transnacionales norteamericanas y europeas del petróleo, todo indica que financiaron el golpe de Estado. Fue ejecutado por los militares, la oligarquía y el bipartidismo, pero, lógicamente, planificado por las agencias de inteligencia norteamericanas y el Comando Sur. Ellos frustraron este ejercicio democrático y revolucionario que se llama ‘Cuarta Urna'».
– ¿Por qué la entrada de Honduras en el ALBA causó tanta preocupación?
«La entrada de Honduras al ALBA y a Petrocaribe fue un hito que marcó un momento de independencia y autodeterminación al que tenemos derecho los pueblos del mundo, según nuestras cartas constitutivas y los propios documentos de Naciones Unidas, sin embargo, creó los celos y la irritación de los halcones de Washington, en el sentido de que Honduras por primera vez en su historia asumía acciones de independencia, como es asociarse con estas dos organizaciones y aliarse con Unasur, América del Sur, con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, obrero, socialista, líder de Brasil; con el líder de la revolución bolivariana Hugo Chávez Frías y Nicolás Maduro. Todo esto trajo como consecuencia una acción de los Estados Unidos y la oligarquía hondureña con los militares para parar este proyecto de emancipación del pueblo hondureño. Lógicamente le tienen miedo a cambiar la correlación de fuerzas entre el capital y el trabajo».
– ¿Por qué cree que a pesar del reclamo internacional, no fue posible restablecer al líder en su puesto?
«La comunidad internacional no tiene dientes ni garras, a menos que haya intereses de las grandes potencias. En este caso, Estados Unidos se dedicó no solo a trabajar detrás de bambalinas para planificar el golpe de Estado, sino para impedir que se reconstruyera este sistema democrático independiente que nosotros estamos impulsando en Honduras y en América Latina».
– El partido Libre, fundado y presidido por usted, ya sobrepasa los cinco años. ¿Cuáles son las actuales fortalezas y debilidades de su militancia?
«El partido Libre ya está cumpliendo siete años, pero en siete años ha ganado dos veces las elecciones, y las dos veces se las han robado descaradamente. La última vez vino Estados Unidos a legitimar 5 mil urnas que aparecieron «de la bolsa de la camisa», «de la manga de la camisa» escondidas, para podernos robar las elecciones. El sistema electoral hondureño es fraude. La derecha conservadora hondureña, que ya no puede ganar elecciones, entonces recurre a golpes de Estado, a fraudes, y a todo tipo de crímenes con tal de mantener sus privilegios».
– A partir de lo que sucede ahora mismo en Venezuela, y en toda América Latina, ¿cuáles son las esperanzas de la región para mantenerse como zona de paz?
«Lo que está sucediendo en Venezuela es únicamente la ambición desmedida de las compañías petroleras norteamericanas por quedarse con los recursos valiosos, recursos naturales que tiene Venezuela. Y es la continuidad de este proceso de restauración conservadora que Estados Unidos planificó desde 2008; desde que Honduras ingresó al ALBA empezó la planificación. En 2009 dieron el golpe de Estado, se anunciaron las siete bases norteamericanas en Colombia para rodear a Venezuela; después dieron otro golpe de Estado en Paraguay, en Brasil, intento de golpe a Correa, a Cristina, y empezaron todas sus maquinaciones para sacar los gobiernos socialistas e implantar gobiernos fascistas, que son los que en mayor forma están gobernando ahorita América Latina y que han vuelto hasta, digamos, a secuestrar a la OEA, que siempre la tuvieron a su favor, menos en estos diez años de la época en que el socialismo llegó pues a toda América Latina.
«Pero así como no han podido con Cuba, tampoco podrán con el gobierno revolucionario, y el pueblo revolucionario heredero de Bolívar y de Chávez, y hoy de Nicolás Maduro. Creo que el mundo entero está atento del desprestigio y el descaro con que Estados Unidos pretende dominar a los países que estamos realmente intentando los procesos de independencia y desarrollo en América Latina. ¡No pasarán!».
– Por último… ¿Algún día volveremos a ver al Sr. Manuel Zelaya como presidente de Honduras?
«Yo no soy candidato, yo ya soy presidente, no he perdido mi investidura porque el pueblo me eligió para cuatro años y no me dejaron terminar mi mandato, que está todavía, así es que no me rebajes pidiéndome que sea candidato. (Risas)
«Estados Unidos tiene montada una dictadura militar y civil en Honduras, con apariencia legal, pero que ha violentado todos los procesos institucionales, el estado de derecho, la constitución de la república. Entonces es una vergüenza, ha empobrecido el país, ha profundizado el modelo de explotación neoliberal, y las clases trabajadoras, los más oprimidos, los desempleados, por millones y por millares, están pidiendo un retorno al sistema democrático del país. Por lo menos, en este sentido, la lucha del partido Libre es una lucha vigente, es una lucha histórica y creo que, sin lugar a dudas, si hay elecciones libres, el partido Libre estará asumiendo en los próximos años la dirección democrática, pacífica, revolucionaria, que requiere y demanda el pueblo hondureño».
– ¡Muchas gracias!
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