El presidente salvadoreño Mauricio Funes ha calificado como «apuesta equivocada» la simpatía que su partido, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), tiene por los gobiernos socialistas de Cuba y Venezuela. Uno de los principales dirigentes del FMLN y Primer Vicepresidente de la Asamblea Nacional de El Salvador, Sigfrido Reyes, se ha mostrado […]
El presidente salvadoreño Mauricio Funes ha calificado como «apuesta equivocada» la simpatía que su partido, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), tiene por los gobiernos socialistas de Cuba y Venezuela.
Uno de los principales dirigentes del FMLN y Primer Vicepresidente de la Asamblea Nacional de El Salvador, Sigfrido Reyes, se ha mostrado sorprendido e incómodo con estas aseveraciones ya que «entiendo que el actual presidente Funes, entonces periodista Funes, aceptó ser candidato del Frente, y en repetidas ocasiones ha manifestado que comparte el ideario del FMLN. No quisiera pensar que hoy se retracta de sus posturas como candidato… Creo que él es una persona seria, con determinados principios, y lo que dijo ayer, no lo puede venir a desdecir hoy«.
Meses antes de las elecciones celebradas en la primera mitad del año 2009, el FMLN de izquierda revolucionaria, invitó al periodista sin afiliación política Mauricio Funes a ser su candidato presidencial. Funes aceptó comprometiéndose con el ideal del Frente.
Pero desde la llegada al gobierno se han hecho patentes las diferencias entre ambos. Desde el rechazo de funes a la reforma educativa del vicepresidente Sánchez Cerén, uno de los principales dirigentes y ex comandante del Frente cuando éste era una guerrilla, por la que la educación se hacía gratuita, pasando por la desautorización del presidente cuando el FMLN afirmó que su gobierno iba a sumarse al ALBA hasta el continuo retraso de la visita de Funes a Cuba, las relaciones han ido empeorando.
El momento de mayor tensión tuvo lugar cuando el presidente Funes decidió reconocer al representante de la dictadura hondureña, Pepe Lobo, como presidente legítimo de Honduras, cuando el FMLN tiene una opinión totalmente contraria.