Carmen Lizárraga

Artículos

La desigualdad económica no es un asunto que se explique por las mejores cualificaciones, sino que sus causas están en las raíces mismas que alimentan el sistema.

Es tiempo de política con altura de miras, generosidad y acuerdos si no queremos sufrir una involución que no sólo pagaremos nosotros sino nuestros hijos y nietos