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Es en este contexto que, a fines de 1923, Alessandri va a emprender una fuerte ofensiva política destinada a superar los obstáculos que el grueso de la oligarquía le había impuesto a la fecha para llevar a cabo la sustitución de la república exclusivamente oligárquica.
Así, “en los años 1921, 1922 y 1923 aparecen muchos artículos de ‘La Bandera’ (revista del suboficial) que se refieren al comunismo. Sus títulos son sugestivos en una revista que, evidentemente, desempeñaba un rol formativo en los suboficiales: ‘El Terror Rojo en Rusia’, ‘La Dictadura de los Soviets es la peor de las tiranías’, ‘La Dictadura Roja’ u otros referentes a puntos doctrinarios: ‘El Comunismo ante la idea de patria y las instituciones armadas’”
Pero lo más impactante fue que se enorgullecía de haber impedido una huelga ferroviaria nacional amenazando con detener a todos los dirigentes sindicales de obreros y empleados ferroviarios y de obligar a todos los maquinistas a presentarse a sus puestos el día siguiente (“Si había necesidad de arrancarlos de sus hogares y llevarlos amarrados, se haría sin vacilaciones”) y que “todo maquinista que a la hora de itinerario no hiciera partir su tren, sería en el acto fusilado en el asiento de su máquina”.
«Son las oligarquías de negociantes, de explotadores de la nación, son los accionistas de la patriotería oficial y lucrativa los que ponen el prestigio de la patria en que no rectifique sus errores, aún reconociéndolos.»
Y en septiembre, el ministro del Interior, el radical Héctor Arancibia Laso, amenazó hasta con fusilamiento a los mineros de Lota que habían anunciado que izarían una bandera roja para el 18.
El Diario Ilustrado (y acérrimo “enemigo” de Alessandri), expresó que “junto con condenar y lamentar los sucesos nos creemos en el deber de aplaudir la actitud que, frente a ellos, asumieron S.E. el Presidente de la República y sus Secretarios de Estado (el ministro del Interior era Pedro Aguirre Cerda…).
Es decir, más allá de la conflictividad con que se llevó a efecto la elección de 1920, se demostró ya con toda claridad que, a la hora de enfrentar al movimiento obrero, Alessandri y sus partidarios oligárquicos y de clase media, tenían una misma postura represiva que el grueso de la oligarquía.
La FOCH se fue fortaleciendo a lo largo de 1919 y radicalizó sus demandas en su segundo Congreso efectuado en diciembre de 1919 al postular: “Conquistar la libertad efectiva económica y moral, política y social de la clase trabajadora (obreros y empleados de ambos sexos), aboliendo al régimen capitalista (…) que reduce a la esclavitud a la mayoría de la población. Abolido el sistema capitalista, será reemplazado por la Federación Obrera, que se hará cargo de la administración de la producción industrial y sus consecuencias”
Chile fue el primer país en introducir el servicio militar obligatorio en América Latina en 1900.
«Estamos en absoluto acuerdo con que la preservación más segura de nuestra democracia está en la limitación del sufragio. El ganado humano (sic) de los campos o de la prole venal y corrompida de las ciudades son las que vician en su raíz la generación del Poder Electoral.»


