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La democracia de los pueblos y la euforia de los mercados de valores son incompatibles, alguna razón habrá. Con la muerte súbita del TTIP comienza el fin de la UE. Hoy en Gran Bretaña mañana en Italia y en toda Europa. Desmintiendo a todos los encuestadores, a todos los pasillos del poder, a la alegría […]
El Acuerdo sobre Representatividad firmado por Confindustria (la más poderosa patronal italiana) y las confederaciones sindicales italianas CGIL, CISL y UIL (con una afiliación global de alrededor de 12 millones de trabajadores y trabajadoras, de los cuales casi la mitad es de gente jubilada) puede marcar un antes y un después en el marco de las relaciones laborales italianas. Tanto por lo que implica en cuanto a representatividad sindical como a la burocratización de la negociación colectiva y el intento por laminar cualquier oposición a la misma y ante el que Giorgio Cremaschi -antiguo presidente del federación más a la izquierda de la CGIL: la FIOM -metalúrgía-y animador de una corriente de izquierda en la CGIL (Red 28 de abril) llama a construir una oposición unitaria entre los sindicatos de izquierda.
«Italia se ha desplazado en estos últimos años a tal punto a la derecha, que en la faramalla mediática se considera como único modelo aceptable de izquierda el representado por Tony Blair. Sólo en Italia se puede usar el término «deriva zapaterista» para definir una política extremista de izquierda de la que hay que guardarse. En el resto de Europa se carcajean de tal parangón»