Rodolfo Bueno

Artículos

China, Estados Unidos y Rusia son los centros de poder de un mundo cada vez más volátil, que vive un periodo de inestabilidad peligrosa en el que crece sin parar el riesgo de que estalle la Tercera Guerra Mundial.

A finales de la Segunda Guerra Mundial, en la conferencia de Bretton Woods, se creó un nuevo sistema monetario que impuso la convertibilidad entre el oro y el dólar de Estados Unidos, cuya emisión debía estar respaldada por sus reservas de oro a un precio de 35 dólares la onza.

Desde el punto de vista estratégico militar, se vive un periodo de inestabilidad peligrosa con el riesgo de que estalle la Tercera Guerra Mundial.

La Segunda Guerra Mundial finalizó en el Frente Europeo el 9 de mayo de 1945, con la victoria de los Aliados. El conflicto se desarrolló, en lo fundamental, en el frente soviético-alemán, donde se libraron las más decisivas e importantes batallas que resquebrajaron la espina dorsal de la Werhmacht, las Fuerzas Armadas de Alemania.

El racismo de Occidente es tan viejo como Matusalén, numerosos de sus pensadores intentaron demostrar que los anglosajones, los celtas y los teutones son de raza superior.

El dominio mundial, ejercido por Estados Unidos y sus aliados, está llegando a su fin, y aunque todavía ‎no existe el mundo multipolar, propuesto por Rusia y China, ya se lo ve surgir; las razones son comprensibles.

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