Mientras los líderes de la OTAN se reúnen en Londres en un clima poco amistoso, el Alto Representante de la UE hace una llamada a la colaboración de los ejércitos europeos como «complemento» a la alianza militar transatlántica.
Josep Borrell estrenó su mandato ayer con un discurso en el que apeló al aumento de los esfuerzos militares comunes de los países europeos, tanto como una mayor inversión como con una colaboración más cerrada. La importancia que la nueva presidenta de la Comisión Europea da a las relaciones internacionales en la legislatura que acaba de arrancar es tal que la propia Ursula von der Leyen ha bautizado a su equipo como la «Comisión geoestratégica».
En el tercer día de su mandato como jefe de la diplomacia europea, Borrell se ha dirigido este miércoles a la comisión parlamentaria de Asuntos Exteriores de la Eurocámara, para explicar las prioridades de su mandato: mayor colaboración militar, intervenciones más decididas a nivel mundial para que Europa sea un poder que vaya más allá de la «diplomacia blanda», una mayor cooperación con África para gestionar la «bomba demográfica» de los próximos años y la intención de facilitar la entrada de los países de los Balcanes en la UE.
Pero redoblar la colaboración militar ha sido la piedra principal en torno la que ha girado su discurso, que ha durado unos 25 minutos, tras lo que ha respondido a las preguntas de los eurodiputados y algunos diputados nacionales invitados a la primera comparecencia del Alto Representante en la Eurocámara. «La competición militar está volviendo mucho más de lo que pensábamos. Así que nuestros esfuerzos militares deben aumentar cualitativa y cuantitativamente», ha dicho Borrell.
«Vivimos en un mundo más competitivo y la única manera de enfrentarnos a él es reaccionar colectivamente con una política exterior de la UE. Si no, debemos resignarnos a ser el campo de juego de los demás», ha continuado.
Borrell se ha acordado de la cumbre de la OTAN de Londres en la que los líderes se están tirando los trastos a la cabeza. Hasta el punto de que Donald Trump ha anunciado este mismo miércoles que abandona la conferencia de manera apresurada después de que se difundiera un vídeo en el que el francés Emmanuel Macron, el canadiense Justin Trudeau y el británico Boris Johnson aparentemente se burlan del presidente norteamericano.
Borrell ha dicho que estos esfuerzos adicionales deben servir para «actuar más rápido cuando haya que hacerlo» y que serán complementarios a los de la alianza transatlántica. «Formamos parte de la OTAN pero no somos la parte más importante y tenemos problemas en nuestra vecindad inmediata que no pueden resolverse apelando al artículo 5 (de defensa mutua en caso de agresión)».
Cuando el Reino Unido (segundo contribuyente neto al presupuesto de la OTAN) salga de la Unión Europea, alrededor del 80% del presupuesto de la alianza vendrá de países no comunitarios. España está precisamente entre los países que menos contribuyen en proporción a su tamaño: ponemos en torno a un 0,9% del PIB, mientras que la regla oficial acordada hace cinco años es que debería ser un 2%.
África y la ‘bomba demográfica’
Borrell ha destacado que la unidad de los países europeos es más importante que nunca por la amenaza de unas tensiones diplomáticas cada vez más tirantes con países terceros como China (la Comisión Europea califica a China oficialmente de «rival sistémico»), pero también con Estados Unidos, cuyo rol sobre el papel debería ser el de liderar la alianza transatlántica.
Pero no solo eso: Borrell ha enfatizado que Europa será cada vez más pequeña en el mundo, ya que, mientras se espera que el Viejo Continente mantenga su población, el resto del planeta albergará 3.400 millones de personas más para 2050, según estimaciones del Banco Mundial. «El poder económico de Europa se verá debilitado aunque sea solo por el peso demográfico en las próximas décadas. Nuestra unidad es condición para nuestra supervivencia. Y la defensa es uno de los instrumentos básicos para ella».
El continente cuya población más crecerá en los próximos años es África. Se espera que la población del África Subsahariana se multiplique por diez respecto a 1960, llegando a los 2.200 millones de personas en 2050. Una de cada cuatro personas del mundo vivirá en esa región.
Y África será precisamente una de las principales prioridades de la Comisión geoestratégica. Tanto que el primer viaje oficial de la presidenta Von der Leyen será a la capital de Etiopía este sábado.
Borrell ha recordado la muerte de 13 soldados franceses en Malí la semana pasada en una operación antiterrorista como parte de su argumento de que los ejércitos europeos deberían apoyarse unos a otros, ya que Francia el principal emisor de tropas que luchan contra el terrorismo en los países del Sahel.
«Debemos continuar un esfuerzo colectivo en el Sahel. No podemos dejar unas pocos países europeos soportando la carga de traer seguridad a esta gran parte de África, donde hay de bomba demográfica y los Estados no pueden proveer los servicios que son las bases de cualquier organización política», ha dicho Borrell. «Muchas de nuestras amenazas se están incubando ahí», en referencia a organizaciones terroristas que operan en esos países.
Terminado el discurso de Borrell, bastante aplaudido, el nuevo jefe de la diplomacia ha respondido a las cuestiones de de los diputados de la comisión de Asuntos Exteriores y de varias delegaciones de diputados nacionales que participaban hoy en el debate. En sus respuestas, Borrell ha sido bastante continuista con el discurso de la Comisión anterior: pretende que los Balcanes avancen en su proceso de adhesión a la UE, seguir con la política de sanciones a Rusia y preservar el multilateralismo.
Sobre esto último, Borrell ha respondido a una cuestión de Idoia Villanueva (Unidas Podemos), quien ha pedido promover la paz y el desarme, «superando la fase actual de dependencia con la OTAN». El Alto Representante ha defendido que el multilateralismo es necesario porque «la alternativa es la ley del más fuerte y no queremos que impere la ley del más fuerte sino el Estado de Derecho».