Traducido del francés para Rebelión por Guillermo F. Parodi
Enredadas en una doble crisis política y económica, las autoridades de Sarajevo no pudieron realizar las economías exigidas por el FMI, que ahora amenaza con no pagar el próximo tramo de ayuda de 150 millones de euros. Sobre todo por causa de las pensiones concedidas a los veteranos de guerra, un poderoso grupo de presión política. ¿Cómo conjurar el riesgo de quiebra del Estado?
Bosnia-Herzegovina podría tener que renunciar a la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) en las próximas semanas. El país no pudo satisfacer las condiciones impuestas por el Fondo que había pedido a Sarajevo, en particular, que reformase su Ley sobre las pensiones de los excombatientes.
Desde ya hace mucho tiempo, las instituciones monetarias internacionales ejercen presión sobre Sarajevo para que el país adopte una ley sobre las jubilaciones más racional y eficaz. Las pensiones de los excombatientes representan una gran parte de los subsidios sociales, que constituyen alrededor un 4% del total del PIB bosnio: una cifra muy superior a la media europea y a la de los demás países de la región.
Además, un estudio publicado en 2009 por el Banco Mundial demostraba ineficacia del sistema de pensiones, que no estarían en condiciones de mejorar la situación de los que viven en la pobreza: el quintil más pobre de la población sólo se beneficia de un 18% del total de los subsidios.
El FMI podría suspender sus préstamos
Las pensiones pagadas a los veteranos constituyen una parte mayor de este problema ya que, desgraciadamente, no dependen de las condiciones económicas del beneficiario. En Bosnia Herzegovina, un veterano de guerra puede haberse enriquecido durante los veinte últimos años y seguido cobrando estas ayudas.
Según el Banco Mundial, las ayudas sociales en Bosnia y Herzegovina «son de hecho de naturaleza regresiva, lo que significa que una parte importante del total de los subsidios va a parar a los bolsillos del quintil más rico de la población. Esta situación es fiscalmente insostenible, económicamente ineficaz y socialmente no equitativa», concluye el informe, que incita a las autoridades del país a establecer sin demora reformas estructurales.
El Parlamento bosnio, enfrentado a la enésima movilización general de los veteranos, que se manifestaron ante de la Asamblea Nacional, no consiguió reformar la ley antes del límite del 15 de marzo pasado; y la prórroga hasta finales de mes fue inútil.
Actualmente, el país arriesga un serio cuestionamiento de su acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que podría decidir suspender el próximo tramo de préstamo previsto para 2013, lo que representa aproximadamente 300 millones de KM [1] (150 millones de euros). Un importe que, debido a la crisis actual, necesita Sarajevo para estabilizar su sistema financiero.
«Estamos ahora en un punto en el que la reforma es esencial para la supervivencia del acuerdo con el FMI», dijo Zoran Pavlović, analista económico en Banja Luka: «los culpables del aplazamiento de esta reforma, una vez más, son los políticos que decidieron no adoptar la nueva ley, ya que lógicamente no quieren perder votos en las próximas elecciones de 2014». La clase política bosnia «traicionó al país en favor de un reducido número de personas que se manifestaba en la calle», considera al economista.
¿Es necesario salvar el acuerdo con el FMI?
La anulación del próximo tramo de préstamos del FMI tendría consecuencias dramáticas para las cajas del Estado, duramente afectado por la crisis económica. El Primer Ministro de Federación, Nermin Nikšić, destacó que eso podría significar una reducción del 31% del presupuesto del Estado. Reconoce la responsabilidad de los políticos locales, pero destaca también que «es Bosnia-Herzegovina la que decide los vencimientos para reunir las condiciones fijadas por el FMI».
Vjekoslav Bevanda, Presidente del Consejo de ministros, explicó a la agencia FENA las razones del fracaso del voto del 21 de marzo: «la comunicación (del Gobierno) con los veteranos en la redacción del proyecto de ley fue desgraciadamente selectiva. El HDZBiH (partido croata, ndlr) se opuso a la adopción de la reforma, ya que no se prestó atención a los veteranos croatas del HVO».
¿Un suicidio financiero en la Republika Srpska [2]?
El fracaso de la reforma, una vez más, estimula la división entre las dos entidades bosnias, la Federación y el República Srpska. Esta última ya está «buscando recursos de financiación alternativos». Una manera de negar la autoridad de Sarajevo…
No parece imposible para Banja Luka encontrar financiaciones privadas en los mercados. Hace dos semanas, consiguió emitir nuevas obligaciones por un total de 52 millones de KM (26 millones de euros); pero sería necesario conseguir alrededor de 100 millones de euros más. Y si la entidad serbobosnia decidiera financiarse en los mercados internacionales, no podría solventar los intereses, por lo que esta decisión puede entonces revelarse como un verdadero suicidio financiero a largo plazo.
Derrumbe económico
¿Cuál será pues la consecuencia? Será necesario ver si el FMI acepta conceder un plazo suplementario al país, mientras se fija la próxima sesión parlamentaria para el 12 de abril, o si su paciencia llegó al límite. En todos los casos, Bosnia-Herzegovina se ve obligada a trabajar urgentemente para evitar un derrumbe económico. La mayoría de los analistas opinan sin dejar lugar a dudas: sin la ayuda del FMI, la administración está destinada a la quiebra.
«La ineptitud de los políticos bosnios podría tener consecuencias devastadoras no sólo para las clases más vulnerables, sino también para los militares, para el sector de la educación, para la policía o para la seguridad social. Es necesario encontrar rápidamente una solución que pueda satisfacer al FMI», dijo Čičić Madurar, profesor de Economía. Para Vjekoslav Domljan, profesor de Economía en Móstar y exdiplomático, aunque las condiciones impuestas a nuestra economía no son buenas, es preferible aceptarlas antes que quedarse sin dinero
De todas maneras se escuchan ciertas voces divergentes: dirigirse al FMI para «prolongar la agonía» podría no ser una solución. Alekša Milojević, director del Instituto económico de Bijeljina, está convencido de que es necesario abandonar esos acuerdos : «El verdadero problema es que Bosnia-Herzegovina no es un país autosuficiente. Será necesario algún día, encontrar un método para relanzar nuestra producción industrial. Actualmente el gobierno lo único que hace es endeudarse en el extranjero. La política económica bosnia, hasta ahora, estuvo únicamente basada en los préstamos y los gastos».
Notas del traductor:
[1] La moneda oficial de Bosnia es el Marco Convertible o Marco de Bosnia (KM, BAM).
[2] La República de Bosnia-Herzegovina , tiene una estructura descentralizada y está dividida en dos entidades: la Federación de Bosnia y Herzegovina , y la Republika Srpska . Fuente: Wikipedia.
Fuente: http://balkans.courriers.info/
rCR