El bloqueo estadounidense impuesto a Cuba desde hace 57 años fue condenado nuevamente por abrumadora mayoría en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), donde la resolución cubana cosechó 187 votos contra tres, los de Estados Unidos, Israel y, por primera vez, Brasil. Colombia y Ucrania se abstuvieron La votación en el […]
El bloqueo estadounidense impuesto a Cuba desde hace 57 años fue condenado nuevamente por abrumadora mayoría en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), donde la resolución cubana cosechó 187 votos contra tres, los de Estados Unidos, Israel y, por primera vez, Brasil. Colombia y Ucrania se abstuvieron
La votación en el organismo mundial se realiza desde hace 28 años consecutivos. El bloqueo, endurecido en varias oportunidades, no ha logrado derribar al gobierno del Partido Comunista de Cuba, pero sí castigar fuertemente a la población cubana.
Aunque el poder de veto de Washington en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas impide cualquier tipo de consecuencia vinculante de la resolución, el nivel de consenso alcanzado muestra una vez más el rechazo casi universal al injerencismo estadounidense.
Los analistas destacan el efecto contraproducente del bloqueo, ya que afecta en una medida mucho mayor al pueblo que al gobierno cubano, resulta nocivo para las propias empresas estadounidenses que desean operar en esta nación caribeña, al tiempo que obstaculiza de forma severa la libre y soberana evolución política y económica de Cuba.
Si hace tres años la votación resultó histórica por ser la primera en un cuarto de siglo que salió adelante sin un solo voto en contra (Barack Obama decidió abstenerse en su último tramo como jefe de Estado), este jueves se vivió un parteaguasdeplorable, con el voto en contra del gobierno brasileño de Jair Bolsonaro, y la abstención del de Iván Duque, de Colombia, dos ultraderechistas dependientes de Washington.
Por 28 años el voto en bloque de América Latina a favor de la resolución de condena al bloquo no respondía a razones ideológicas ni se articulaba como respaldo al régimen cubano, sino que reflejaba el cabal entendimiento de que la política imperial estadounidense es una amenaza permanente para todas las naciones de la región, independientemente de la orientación política de sus respectivos gobiernos.
El canciller cubano Bruno Rodríguez señaló que «brutales presiones reflejan la bancarrota moral y podredumbre» del actual gobierno estadounidense. «Es otra contundente victoria de Cuba, de nuestro heroico pueblo. Es un triunfo de la verdad y la justicia», añadió
Desde que el presidente John F. Kennedy impuso el bloqueo a Cuba en febrero de 1962, menos de un año después de que Fidel Castro declarara el carácter socialista de la Revolución, éste ha provocado perjuicios a la isla por más de 138 mil millones de dólares al cambio actual. Los daños acumulados durante casi seis décadas de aplicación del bloqueo alcanzan la cifra de 922 mil millones de dólares, tomando en cuenta la depreciación del dólar.
El canciller indicó que a lo largo de los años, el bloqueo ha constituido un impedimento esencial a las aspiraciones de bienestar y prosperidad de varias generaciones de cubanos, y continúa siendo el obstáculo fundamental al desarrollo económico del país.
Representa -dijo- un freno para la actualización del Modelo de Desarrollo Económico y Social y para la implementación del Plan Nacional 2030, para la aplicación de la Agenda 2030 y el cumplimiento de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible. Sostuvo que EU no esconde su propósito de asfixiar económicamente a Cuba e incrementar los daños, carencias y sufrimientos a su pueblo.
Tras dos días de debates en los que decenas de países fustigaron el bloqueo por
anacrónico
e inhumano
, Brasil rompió con su tradición de exigir el fin del mismo con el liderazgo del presidente neofascista Jair Bolsonaro, aliado de Trump y feroz opositor del socialismo. Tras la votación, el canciller brasileño, Ernesto Araújo, lanzó una andanada de tuits fustigando al comunismo, al Foro de Sao Paulo y al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La influencia que Cuba posee entre los países en desarrollo en la ONU es una vergüenza que debe romperse. Su papel de semillero de dictaduras debe acabar
, escribió Araújo, quien al igual que el presidente estadounidense, Donald Trump, considera a Cuba responsable de la supervivencia del gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro.
En la votación sólo dos países se abstuvieron: Ucrania y, por primera vez, Colombia, cuyo presidente ultraderechista Iván Duque, aliado de EU, expuso el guión de Washington. La cancillería colombiana explicó en un comunicado que decidió abstenerse debido a la actitud hostil de Cuba
hacia Colombia, sobre todo por dar refugio a «terroristas» colombianos en su territorio
, así como el apoyo activo (de la isla) al régimen «tiránico y dictatorial» de Maduro
.
Hace un año, la resolución contra el bloqueo fue apoyada en la ONU por 189 países y rechazada sólo por Estados Unidos e Israel. Ucrania y Moldavia se abstuvieron. En 2016 Washington se abstuvo de votar en contra, en un contexto de acercamiento del gobierno de Barack Obama hacia la isla. Trump dio marcha atrás a ese histórico acercamiento y sigue aumentando la presión con sanciones que han provocado una crisis de energía y combustible.
El bloqueo es necesario para castigar a un gobierno que viola los derechos humanos de su propio pueblo y donde más de 50 mil activistas, periodistas y líderes sociales han sido arrestados arbitrariamente desde 2010, afirmó Kelly Kraft, embajadora estadounidense ante la ONU, al oponerse a la resolución presentada por Cuba y avalada por 187 países.
Mirko C. Trudeau. Economista del Observatorio de Estudios Macroeconómicos (Nueva York), Analista de temas de EEUU y Europa, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)
http://estrategia.la/2019/11/
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