La huelga de las Acererías Griegas (Helliniki Halivourgia) ha tomado estos días -48 días de huelga con ocupación, el domingo 18 de diciembre de 2011- una dimensión decisiva para el movimiento obrero. Esta empresa es una de las más grandes y más rentables del país [1]. El patrón de la fábrica ha efectuado 34 despidos […]
La huelga de las Acererías Griegas (Helliniki Halivourgia) ha tomado estos días -48 días de huelga con ocupación, el domingo 18 de diciembre de 2011- una dimensión decisiva para el movimiento obrero. Esta empresa es una de las más grandes y más rentables del país [1]. El patrón de la fábrica ha efectuado 34 despidos y ejerce una operación de chantaje: anuncia aún otros 16.
Los trabajadores han respondido con una huelga con ocupación que dura ya 48 días, mientras que se ha desplegado un amplio movimiento de solidaridad; entre otros con un movimiento de solidaridad nacional en la última huelga general del 1 de diciembre de 2011. El 3 de diciembre de 2011, una «caravana» de motos ha atravesado Atenas y se ha dirigido a la fábrica.
La lucha de los trabajadores de la acerería ha tomado un carácter importante para el conjunto de trabajadores del sector privado. La fábrica se encuentra en Aspropyrgos (zona industrial de Elfesina, a 20 Km. de Atenas). Finalmente, el Centro de Trabajo de Elfesina (especie de unión sindical gestionada por las federaciones sindicales territoriales) ha llamado a una huelga en toda la región el martes 3 de diciembre. Los ataques que viven hoy los trabajadores de la acerería se extienden a todas las fábricas del sector privado. La respuesta que da desde hace largas semanas es un ejemplo para todas las luchas que van a seguir.
Miles de escolares, estudiantes y enseñantes han estado presentes en la manifestación, el martes 6 de diciembre de 2011, en el tercer aniversario del asesinato del escolar Alexandre Grigoropoulos por un policía (en diciembre de 2008). Numerosos puestos de policía han sido rodeados por escolares que gritaban consignas contra la represión policial y que bombardeaban algunos de ellos con naranjas amargas. La policía ha detenido a 46 y ha llevado a los tribunales a 21. La mayoría de los que han sido detenidos son escolares de 14 a 17 años.
Hay que mencionar la lucha contra los «haratsia» [2] (impuestos injustos del gobierno). El gobierno, incapaz de recuperar más impuestos, ha decidido, en septiembre de 2011,otro impuesto extraordinario, que va unido a la factura de electricidad de la empresa pública de electricidad (DEI). Es decir que se corta la electricidad a quienes no pagan este impuesto. Desde comienzos de octubre, ha comenzado un movimiento con comités y asambleas populares en los barrios contra el pago de este impuesto. Es importante que el sindicato de empleados de DEI haya decidido resistirse a esta decisión. El martes 22 de noviembre, ha comenzado la ocupación de la dirección del servicio informático de DEI. El día siguiente, algunos alcaldes, movimientos comunales, asambleas populares y organizaciones de la izquierda han estado presentes por solidaridad en el lugar de la ocupación. Miles de personas han pasado estos días, a veces un rato, a fin de declarar su solidaridad y apoyar al piquete de ocupación. El jueves 24 de noviembre de 2011, por la mañana, el gobierno decidió romper la ocupación con el pretexto de que los sindicalistas ponían trabas al buen funcionamiento del establecimiento. Servicios de MAT (las fuerzas de represión de la policía) llegaron de todas partes. Intervinieron de forma brutal y detuvieron a 15 militantes, de ellos 10 trabajadores de DEI y entre ellos el presidente del sindicato. A pesar del ataque de la policía, mucha gente ha permanecido ante el edificio de DEI, mientras que una manifestación de solidaridad se llevaba a cabo ante el tribunal al que habían sido llevado los detenidos. Pero no se han atrevido a juzgarles y el proceso ha sido retrasado.
Es importante tener presente que en paralelo a estas iniciativas de relieve huelgas más pequeñas en diferentes sectores tienen lugar a diario. No podemos enumerar más que las de los últimos días (este artículo está escrito el 12 de diciembre). En el periódico diario Eleftherotypia, los trabajadores (as) han hecho huelga del 1 al 3 de diciembre, y con todos los trabajadores de los medios el 4 de diciembre. Los trabajadores de la cadena de televisión Alter han tomado, desde hace diez días, el control total de la cadena y del desarrollo de la programación y lo único que difunde la cadena son tomas de posición con las decisiones de los trabajadores. Los trabajadores de la imprenta nacional así como los del programa «Ayuda a domicilio», han comenzado una huelga.
Hay que subrayar otro punto: en elecciones de decenas de estructuras sindicales de base que tienen lugar desde hace dos meses, las corrientes sindicales cercanas a la Nueva Democracia (derecha) y el PASOK (socialdemócratas) conocen fuertes pérdidas y corrientes que se reclaman de las corrientes a la izquierda del PASOK obtienen subidas significativas.
Las decisiones del gobierno
En este clima, los diputados de los tres partidos -Nueva Democracia, el PASOK (Movimiento Socialista Panhelénico) y LAOS (extrema derecha)- han aprobado el nuevo presupuesto de austeridad de 2012.
Este presupuesto aclara el futuro por el que se pronuncian: recortes en los salarios y las jubilaciones en un 50%; despidos masivos en los sectores público y privado; reducción drástica de la atención sanitaria y desmantelamiento del sistema de salud pública; deterioro en todos los aspectos de las escuelas públicas y universidades; privatizaciones en masa y a un ritmo desenfrenado; una subida de los impuestos sobre la renta de los asalariados (entre otros el IVA). Al mismo tiempo, se decide la disminución de los impuestos sobre el capital, la disminución de las cotizaciones patronales, la abolición de las supuestas trabas «burocráticas» (del Estado) a la actividad de las empresas privadas, en nombre del refuerzo de la competitividad. Se trata de una política que se resume con una fórmula: «Todo para el capital…».
Esta política se apoya en el siguiente dilema: austeridad dura con el euro o más dura con la vuelta al dracma, que, bajo la dominación de los capitalistas, conducirá a las condiciones de un empobrecimiento increíble. Quienes sostienen con una increíble hipocresía al actual gobierno tripartito demandan al pueblo sacrificios sin precedentes, en el momento mismo en que no hacen nada para impedir a los especuladores sacar al extranjero masas considerables de capital.
En cuanto a la tentativa de detener a los grandes defraudadores fiscales y los grandes ladrones de cotizaciones sociales (no pagadas), se hace bajo el ojo engañoso de los medios, puesto que ninguno -sí, ninguno-, de ellos está en la cárcel, a pesar de las largas listas de delitos de los que están acusados.
Crisis de dirección política burguesa
Por ello no es casualidad si los partidos que apoyan al gobierno de Lucas Papademos, que entró en funciones el 11 de noviembre de 2011, ven como se cae por los suelos su popularidad, con el resultado de la apertura de una crisis sin precedentes de dirección política del sistema, de lejos la más seria de todas a las que el pueblo griego se ha enfrentado desde 1974.
Se puede constatar, en particular, con ocasión de los resultados de los sondeos publicados el domingo 4 de diciembre de 2011. A la pregunta sobre la apreciación del éxito o no del pacto gubernamental, la respuesta es: fracaso completo: el 79,9%, fracaso probable: el 9,9%; éxito: 4,9%.
Sobre las intenciones de voto, en tres sondeos los resultados son los siguientes (damos los resultados de las elecciones de 2009 entre paréntesis): Nueva Democracia, entre 18,8%-20% (33,48%), PASOK 11%-15,5% (43,92), KKE (Partido Comunista) 8,7%-13,5% (7,54) SYRIZA (Unión de la izquierda radical) 6,9%-14% (4,60% y en las votaciones precedentes DIMAR formaba parte de SYRIZA); DIMAR (Izquierda Democrática) 3,8%-9,5%, LAOS 5%-6%, Los Verdes 2,5%-4%. Es evidente que las fuerzas acumuladas por la izquierda, en el sentido de la izquierda que se opone en grados diversos a la línea del PASOK, superan el 30%.
Las intenciones de voto a favor del PASOK se hunden para situarse en torno al 15%, lo que recuerda la fuerza que tenía a sus comienzos en 1974. Solo que, en la época del 13,5% traducían la fuerza de un despegue juvenil, mientras que ahora el 15% reúne los restos de un organismo muy viejo. En estas condiciones, la apertura de un proceso de cambio de los dirigentes adquiere propiedades existenciales.
No es por casualidad que incluso cuadros «históricos» del PASOK no duden en hablar de la necesidad de un nuevo partido de centro-izquierda. No es por casualidad que quienes apoyan la política de los gobiernos de Papandreu son solo los combatientes decididos del neoliberalismo. Todos los demás comienzan a jugar al… ¡»antipacto»! La vida será muy dura para lo socialdemócratas, estarán obligados a beber la copa hasta el final, porque están obligados a apoyar al gobierno Papademos y esto restringe mucho el margen de sus maniobras demagógicas.
En el momento en que el PASOK se hunde, la Nueva Democracia capota. Con porcentajes en los sondeos que se sitúan por debajo del 25%, permanece por debajo del record negativo de Constantinos Caramanlis en octubre de 2009 (era presidente de Nueva Democracia desde 1997). Y Antonis Samras, su sucesor, se encuentra aún al comienzo y no al final de sus pruebas políticas. Estará obligado, cada vez más, a asumir responsabilidades sobre la austeridad, impuestos y demás temas que Nueva Democracia había, formalmente, evitado hasta recientemente.
El bipartidismo (ND y PASOK) camina hacia una derrota histórica. Pero no se hundirá por sí mismo. Las fuerzas del sistema elaboran ya las soluciones para «después de la era de los partidos»: gobiernos llamados de tecnócratas y de «personalidades» de confianza para el capital, con el modelo de L. Papademos, gobernador del Banco Central de Grecia de 1994 a 2002, luego vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE).
La solución deberá «venir de abajo», del movimiento de los y las asalariadas y de la izquierda efectiva. Hemos vivido la dinámica de la oposición «por abajo» con las huelgas y las manifestaciones que han puesto término al poder de Papandreu. La perspectiva de una huelga política general, con el objetivo de derrocar la austeridad, el pacto y el gobierno Papademos, constituye la respuesta necesaria en esta coyuntura, como etapa necesaria.
Al mismo tiempo, la dinámica de la izquierda aparece ya en los sondeos. Los pronósticos de voto a favor de KKE, de SYRIZA y de ANTARSYA (Unión de las formaciones de la izquierda anticapitalista) les atribuyen los porcentajes de intención de voto más elevados para fuerzas que se sitúan a la izquierda de la socialdemocracia en toda Europa. Una unidad de acción y un reagrupamiento de estas fuerzas son un elemento decisivo, tanto para las luchas de hoy como para los acontecimientos de mañana.
Notas:
[1] En una asamblea, a finales de octubre, los trabajadores de esta acerería rechazaron recortes salariales de un 40% y una intensificación del trabajo y la flexibilización de los horarios. El patrón, luego, despidió a 34 trabajadores. Una huelga con ocupación fue decidida el 1 de noviembre de 2011. Dos reivindicaciones centrales están en el centro de la lucha: readmisión de los obreros despedidos y rechazo del diktat patronal. En un comunicado la asamblea de trabajadores afirma: «Nuestro duro trabajo ha hecho aumentar la producción de cero el año pasado de 196.000 a 266.000 toneladas así como la penosidad del trabajo con accidentes laborales diarios y la muerte de un trabajador. Las ganancias del patrón, Manesis, son inmensas. Continúa el chantaje diciendo que si no aceptamos sus exigencias de trabajar como esclavos, despedirá a 180 trabajadores más», de un total de 378. Tras una propuesta del patrón, hecha a la dirección del sindicato, de introducir una jornada de 5 horas durante un trimestre, la asamblea de trabajadores ha respondido así, llamando a una extensión de la solidaridad: Para los obreros de la siderurgia, no hay vuelta atrás posible. Si perdemos, eso significaría la puerta abierta para las jornadas de trabajo de 5 horas y la ley de la jungla en el trabajo para las demás fábricas, lo que esperan todos los patronos de la industria. La victoria de los siderúrgicos será la victoria de toda la clase obrera. Es la razón por la que queremos que estéis a nuestro lado».
[2] El haratsi era uno de los dos impuestos ordenados por el sultán del imperio otomano a sus súbditos no musulmanes. Se trataba de un impuesto humillante de capitación para tener el derecho a vivir y a «adorar a su propio dios». En Grecia, el pueblo llama «haratsi» a todo impuesto injusto e intolerable.
Sotiris Martalis es miembro de DEA (Izquierda obrera internacionalista) que se sitúa en el ala izquierda de SYRIZA.
Publicado en http://alencontre.org/europe/grece/grece-impasse-economique-et-crise-politique-du-systeme.html el 19/12/2011.
Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR