A un día de que se escoja al primer presidente estable de la Unión Europea y al nuevo jefe de la diplomacia, las llamadas entre jefes de gobiernos y las declaraciones se multiplican. Todas, exceptuando las de Angela Merkel, la canciller alemana, son protagonizadas por hombres. Tras pactar estos dos puestos clave, se deberá decidir […]
A un día de que se escoja al primer presidente estable de la Unión Europea y al nuevo jefe de la diplomacia, las llamadas entre jefes de gobiernos y las declaraciones se multiplican. Todas, exceptuando las de Angela Merkel, la canciller alemana, son protagonizadas por hombres. Tras pactar estos dos puestos clave, se deberá decidir la identidad de los 25 comisarios que se sentarán en la mesa de decisión de la Comisión Europea, el Ejecutivo comunitario.
Hartas de que la igualdad de género se quede en directivas que no se aplican a la élite política comunitaria, un grupo de eurodiputadas de todos los partidos se ha plantado.
«Es un espectáculo muy poco instructivo» , lamentó ayer Diana Wallis, vicepresidenta de la Eurocámara, del partido liberal. «Es la vieja Europa, poco transparente, que se hace en habitaciones llenas de humo y donde las mujeres no figuran por ninguna parte «. Wallis exigió ayer, junto a sus compañeras, que la UE integre mujeres en los altos cargos, que se negocian desde hace semanas en secreto.
Vestidas con corbata
La vicepresidenta encabezará mañana, junto a la presidenta de la comisión parlamentaria de Derechos de la Mujer, Eva Britt Svensson, y la ex primer ministra finlandesa, Anneli Jäätteenmäki, una concentración a las puertas del Consejo, la institución de los gobiernos. Ataviadas con corbatas y con sus méritos en currículum simbólicos, tratarán de llamar la atención de unos jefes de Gobierno que sólo han propuesto a cuatro mujeres para los 27 altos cargos en liza ; la mitad de las que hay ahora en la Comisión. Una de estas ocho féminas es la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario, la sueca Margot Wallstrom, firme defensora de la igualdad de géneros en la UE.
«Vamos en serio», advirtió Rebeca Harms, copresidenta de Los Verdes, un grupo que practica la paridad. Harms recordó que la Eurocámara debe ratificar la decisión de los gobiernos, y anunció que su grupo «no va a aprobar a la nueva Comisión a menos que haya más mujeres» de las ocho actuales.
Fuentes diplomáticas descartan que de la cumbre de mañana salga una líder para Europa, salvo que triunfe la improbable candidatura a presidenta de la ex primera ministra letona, Vaira Vike-Freiberga. «Somos el 52% de la población, la mayoría de Europa», lamenta la socialista Britta Thomsen. «Queremos ser la región en el mundo que lidere», aseguró, «pero si sólo hay tres mujeres de 27 será realmente un gran problema, un motivo para el euroescepticismo».
http://www.publico.es/internacional/270640/campana/feminista/ocupar/puestos/cupula/ue