Comandante de Comandantes Hugo Chávez: A tres años de su partida para la misa, le cuento que la Patria Grande por la que tanto usted luchó e hizo en favor de sus pueblos es blanco de una arremetida sin precedentes de Estados Unidos y la oligarquía regional, que persisten en volvernos a los tiempos del […]
Comandante de Comandantes Hugo Chávez: A tres años de su partida para la misa, le cuento que la Patria Grande por la que tanto usted luchó e hizo en favor de sus pueblos es blanco de una arremetida sin precedentes de Estados Unidos y la oligarquía regional, que persisten en volvernos a los tiempos del neoliberalismo salvaje, o quizás peores.
Su Venezuela, la de Bolívar y la de todos los latinoamericanos, enfrenta una intensa guerra económica, política y mediática dirigida a derrocar cuanto antes a la Revolución que usted inició, y que hoy conduce el presidente Nicolás Maduro con valentía junto al pueblo chavista.
En Argentina, se regresó a la época de las dictaduras en Nuestra América con el gobierno ultraconservador de Mauricio Macri, que en solo tres meses ha desempleado a más de 70 mil de sus compatriotas, ha vendido el país a los fondos buitre, y reimplantado la represión, entre otras medidas antipopulares.
Bolivia y su Gran Jefe Indio, Evo Morales, a quien usted admiró siempre, es objeto de hasta amenazas de muerte, macabras calumnias sobre su persona y ataques desmedidos manejados por control remoto desde Washington.
También su gran amigo, el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, es sitiado constantemente por una derecha bravucona, que financia y alienta Estados Unidos, para acabar con todo vestigio del ejemplo de usted.
En Brasil, no solo intentan acorralar a la actual dignataria Dilma Rousseff, sino que hasta policías federales llegaron incluso a allanar la casa del expresidente y líder revolucionario Lula Da Silva, detenerlo e interrogarlo, mientras se han intensificado los asesinatos de dirigentes indígenas, como el perpetrado en Honduras de la luchadora Berta Cáceres.
La Colombia vecina de Venezuela vive un proceso de negociaciones de Paz en La Habana que, aunque transita por buen sendero, hay quienes todavía se empeñan en frustrarlo, y prolongar así el largo y sangriento conflicto que daña a ambas naciones hermanas.
Sobre Cuba, su casa de siempre, y donde vive su entrañable padre Fidel Castro, como usted le llama, le comento que el bloqueo de Washington está igualito, pese a que ambos cercanos países reanudaron las relaciones diplomáticas y el presidente norteamericano, Barack Obama, tiene previsto visitar la mayor de las Antillas en la segunda quincena de marzo.
En La Habana, Obama será recibido por su anfitrión Raúl Castro, quien por cierto en la última Cumbre de las Américas celebrada en Panamá, le dijo con todo respeto pero con la firmeza que le caracteriza muchas verdades al inquilino de la Casa Blanca.
Chávez, los procesos progresistas que usted vivió y forjó con su paradigma en su América, la Nuestra, la que se extiende desde el Río Bravo hasta la Patagonia, vive momentos tensos y de incertidumbre, pero sabremos superarlos, y de seguro venceremos.
Jamás lo defraudaremos porque usted sigue junto a nosotros en la misma trinchera, dirigiendo y defendiendo a la Patria Grande que queremos; unida, soberana e independiente, y la que nunca más podrá ser el patio trasero de Washington.
Al cumplirse tres años de su partida a la misa, sus ideas persisten más que nunca, y alumbrarán el camino hacia la victoria final.
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