Bien podría comenzar estas líneas citando no pocos artículos, ensayos, incluso libros, donde llamo la atención acerca de la necesidad de cambios que profundicen como nos pidió Raúl la democracia socialista, el abierto intercambio de ideas y propuestas, la necesidad de no dar por terminada la participación popular porque se discutieron los Lineamientos y la Constitución, sino que decisiones trascendentales concretas también se sometan al escrutinio público antes de adoptarlas, la necesidad de un discurso político y una narrativa que tome en cuenta los nuevos tiempos, la necesidad de trabajar conscientemente por el empoderamiento de las comunidades, de los colectivos de los centros de producción y servicios, de los barrios, los municipios, en fin lo que nos hemos acostumbrado a resumir como “la base”.