Julen Arzuaga | 

Dos incidentes casi simultáneos en Amurrio, en Araba, hace dos años. Una familia conocida recibió un disparo de arma de fuego en su caserío. Esta familia, que se encontraba en la habitación donde hizo impacto la bala, tenía una banderola en favor de los presos. La Ertzaintza tardó cuatro días en realizar un registro, en el que, por fin, se incautó de un arsenal de armas de guerra. El atestado se interpuso ante el juzgado de Amurrio, imputando al autor, un conocido ex-policía español, un delito de daños. Bien conectado con estamentos poderosos, no se adopta ninguna medida contra él.

Hace algunos años, un excelente periodista conocedor de las entrañas profundas de este Régimen que padecemos, Rafael Cid, ponía el acento en uno de sus artículos en el funcionamiento de la segunda restauración borbónica, que ahora zozobra con los escándalos enormes de corrupción y desfachatez que todos conocemos de esta Monarquía pútrida y más cara que todas sus putas y putos de lujo juntos, que también se han pagado y pagan a nuestra costa.

Guillermo Martínez | 

Los acusados siempre sostuvieron que el incendio de la popular sala de fiestas de Barcelona, del que se cumplen 43 años, fue un montaje por parte de un Estado temeroso de los anarquistas, que habían cosechado una gran implantación en el ámbito laboral de la mano de CNT y tenían bastante poder social.

Como es costumbre en nuestro país, cada nuevo gobierno hace una nueva Ley Educativa, lo que genera una permanente inestabilidad del sistema educativo. Ahora, con el gobierno PSOE-PODEMOS, aparece una nueva Ley, elaborada y aprobada en pocos meses, sin consultar a los sectores educativos interesados (familias, profesorado, asociaciones educativas, etc.), ni el consenso suficiente para dar estabilidad al sistema educativo.

José A. Cano | 

Kamal es de Marruecos y lleva más de dos años en España, alternando trabajos en la agricultura en los invernaderos entre las provincias de Granada y Almería. El confinamiento de marzo de 2020 lo encontró con empleo en el municipio de Gualchos, en Granada, cuando tuvo un accidente de trabajo en el que se hirió gravemente en un pie. El empresario no lo tenía dado de alta, por lo que no avisó a ningún servicio médico, sino que lo atendió en su propia casa y le ofreció darle de alta y avisar del accidente dos días después.

Entrevista a Iñaki Gil de San Vicente

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En una carta abierta, las médicas advierten que la privación de acceso a luz eléctrica está teniendo gravísimas consecuencias para la población afectada.