Tras la gira de Omar Barghouti por varias ciudades y universidades de Italia, a la que siguieron polémicas y aclaraciones, Fabrizio Cassinelli, del diario il manifesto entrevista al activista palestino, Premio Gandhi 2017, defensor de los derechos humanos y cofundador del BDS, «movimiento no violento liderado por palestinos encaminado al Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel», para profundizar en el tema del boicot.
Categoría: Palestina y Oriente Próximo
La atención y reacción al ataque israelí contra cooperantes occidentales exige una reflexión crítica sobre la deshumanización de las víctimas palestinas, entre las que hay casi 200 trabajadores humanitarios.
La Coalición Internacional por la Flotilla de la Libertad (FFC, por sus siglas en inglés) zarpará a mediados de abril con varios buques que transportarán 5.500 toneladas de ayuda humanitaria y cientos de observadores internacionales de derechos humanos para desafiar el actual bloqueo ilegal israelí de la Franja de Gaza.
La práctica totalidad de países del mundo se enfrentarían a alguna represalia en caso de cometer crímenes similares. Dependiendo de su lugar en el tablero mundial, algunos solo sufrirían sanciones, otros acabarían invadidos, pero ninguno permanecería totalmente impune. Excepto uno. Sí, ese país
En respuesta a la pregunta de un periodista en octubre, el ex primer ministro israelí Naftali Bennett se enfureció: «¿Habla en serio… preguntándome por los civiles palestinos? ¿Qué te pasa? ¿No has visto lo que pasó? Estamos luchando contra los nazis».
Bennett le habían preguntado qué pasaría con los bebés en incubadoras y otros pacientes que morirían después de que Israel cortara el suministro eléctrico a la Franja de Gaza.
Tras la retirada del ejército israelí del Complejo Médico Al-Shifa, después de un asedio de más de dos semanas, han dejado todo completamente destruido, y con centenares de mártires entre escombros, aplastados, y asesinados de las más crueles maneras posibles.
Jabir Abu Hatim, estudiante de tercer año de ciencias agrícolas en la Universidad Hebrea, ha estado tomando antidepresivos durante los últimos años.
Los bombardeos israelíes no sólo han dejado a decenas de civiles muertos y unos 90.000 sin hogar en el sur de Líbano, sino que el empleo de fósforo blanco ha provocado daños en el medioambiente y la agricultura, según el Gobierno.