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CELAC, crítica de un nacimiento

Fuentes: Rebelión

«(…) la utopía no es una quimera, sino que son aquellos sueños más nobles que tiene el ser humano, o que tienen los pueblos, que mediante luchas se puede y se debe convertir en realidad (…), hay que soñar ese mundo distinto (…), luego poner en la práctica esos sueños (…), y vivir como si […]

«(…) la utopía no es una quimera, sino que son aquellos sueños más nobles que tiene el ser humano, o que tienen los pueblos, que mediante luchas se puede y se debe convertir en realidad (…), hay que soñar ese mundo distinto (…), luego poner en la práctica esos sueños (…), y vivir como si ese mundo ya hubiese llegado (…)»
Juan Manuel Sánchez Gordillo

Luego de que se han asentado las críticas optimistas y pesimistas al respecto del nacimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, toca hacer una reflexión al respecto de la misma desde una óptica más realista… Y es que tras decenios en que la organización regional -OEA- hegemonizada por los intereses norteamericanos, ha actuado como un aparato de defensa de los intereses geoestratégicos de los EEUU en Latinoamérica, en cuyo seno se han urdido escandalosos atropellos a la soberanía y libre determinación de nuestro pueblos con la complicidad de sus lacayos…, urgía la creación de un órgano que defendiera los intereses regionales desde una óptica ajustada a nuestra idiosincrasia plural…

En esa realidad y como heredero de otras organizaciones intergubernamentales anteriores nace el CELAC, sin embargo, cabe analizar si esa voluntad de independizarse de la metrópolis del norte es realmente efectiva con el nacimiento del organismo, o si lo será en el futuro próximo; incluso cabría preguntarse si será capaz de superar las profundas contradicciones que se originan en las características diversas, muchas veces enfrentadas, de la forma de entender las relaciones sociales de cada gobierno en ejercicio.

Lo cierto es que hay elementos que invitan al optimismo, como la denuncia del bloqueo económico a Cuba impuesto arbitrariamente por los EEUU, incluso por encima de la voluntad de la Asamblea General de la ONU, o el reclamar las Malvinas como territorio soberano Argentino, también el apunte hecho por el comandante Daniel Ortega al respeto de la condición colonial de Puerto Rico y su esperada integración en el organismo como estado miembro.

Al margen de los elementos positivos identificables, el mayor problema a salvar por los integrantes será la toma de decisiones para dotar de funcionalidad al CELAC, este empleará el «consenso» como mecanismo de decisión, lo que implícitamente indica que las decisiones tomadas en el seno de la organización, o serán unánimes o no serán… En ese sentido, cabe destacar que un buen número de gobierno regionales -Colombia, Costa Rica, Honduras, México, etc.- tienen gobiernos muy afines a los intereses de EEUU, y que previsiblemente funcionarán como caja de resonancia de los intereses del imperialismo en la región (caballo de Troya), como así han demostrado en la historia reciente ya sea ejecutando golpes de estados, concediendo bases militares…, etc., que en última instancias son la semilla del intervencionismo en la región en todas sus formas…

Ahora, tras el nacimiento del organismo encontramos que algunos estados miembros ya violan los principios promulgados; de hecho, Sebastián Piñera -primer presidente del CELAC-, destaca por sus medidas ultraneoliberales, la represión estudiantil, y la aplicación de la ley antiterrorista diseñada por la dictadura de Pinochet en contra del pueblo Mapuche; sin pasar por alto que el Arauco también se enfrenta a profundos problemas dentro de Argentina, que si bien es cierto, no alcanzan la envergadura y urgencia de los que se desarrollan en Chile, también ameritan una rápida solución enmarcada en los derechos ancestrales de los pueblos originarios contemplado en los lineamientos de la comunidad constituida.

Los mismo ocurre con el gobierno colombiano, en donde Juan Manuel Santos, primero como ministro de defensa luego como presidente del estado, impulso las políticas represivas que originarían los tristemente celebres falsos positivos, la aparición de fosas comunes, la desaparición y asesinato sistemático de sindicalistas y militantes de la izquierda; y la gravísima concesión de territorio para el establecimiento de bases militares de la nación cuya influencia se pretende disipar y/o eliminar de la región… en los términos que han discurrido hasta hoy. Lo mismo podíamos observar para los golpistas hondureños en el poder…, y para el gobierno de Chinchilla… También es el caso de Calderón en México y su política antidrogas que se está cobrando una enorme cantidad de víctimas, sin olvidar lo referente a la forma en que se han abordado las reivindicaciones chapanecas…

En tanto que la constitución del organismo tendría que haberse producido una vez superadas estas enormes contradicciones…, que no son campo meramente ideológicos, sino más importantes, Derechos Humanos.

En definitiva, la CELAC es sin duda un gran proyecto, histórico -con todo por demostrar-, que nos encamina a la unidad de la Patria Grande y a la defensa de la región de la mano imperial desde nuestra identidad latinoamericana, sin embargo en su constitución, en los documentos aprobados, hay elementos que me llevan a dudar de su efectividad inmediata y futura para la obtención y desarrollo de sus objetivos y planteamientos…; de allí que el ejemplo continúe siendo el ALBA…

Pedro José Madrigal Reyes es militante del Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua
. Su blog es: http://bitacoradeunnicaraguense.blogspot.com/ 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.