La marcha se realizó por los altos índices de desempleo, que ya alcanza el 12 por ciento, la tasa más alta de la historia italiana, y que entre los jóvenes supera el 40 por ciento, también un record histórico.
Más de cien mil personas salieron ayer a las calles en Roma para protestar contra la desocupación. Los manifestantes fueron convocados por los sindicatos mayoritarios bajo el lema «Trabajo y democracia», en protesta por los altos índices de desempleo, que ya alcanza el 12 por ciento, la tasa más alta de la historia italiana, y que entre los jóvenes supera el 40 por ciento, también un record histórico. La manifestación partió de la plaza de la República, vecina a la estación de Termini, y concluyó en la plaza de San Giovanni. Los manifestantes le exigieron al gobierno medidas eficaces contra el desempleo y a favor de una fiscalidad más justa.
La marcha fue convocada por la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL) y la Unión Italiana del Trabajo (UIL) y es la primera gran movilización que sufre el gobierno de coalición liderado por Enrico Letta. «No podemos aceptar estas promesas continuas que no se traducen en decisiones para un cambio de rumbo», denunció la secretaria general de la CGIL, Susanna Camusso, ante las más de 100.000 personas reunidas en la plaza de San Giovanni, en Roma. Desde la UIL, su líder, Luigi Angeletti, hizo referencia a la fragilidad del pacto entre las principales fuerzas políticas de izquierda y derecha que encabeza Letta. «En un país en el que la principal preocupación es cuánto durará el gobierno, no cabe más tiempo para promesas y anuncios», aseguró Angeletti. Las pancartas más numerosas reproducían «No a la austeridad» y «En lucha por el trabajo».
La protesta tuvo como eje principal a una de las últimas polémicas, el anuncio del despido de 1400 trabajadores de Indesit, una empresa italiana con sucursales en todo el mundo y uno de los principales fabricantes de electrodomésticos en Europa. «Indesit no está en crisis, sólo quiere utilizar los beneficios para invertir en Turquía y Polonia», denunció Camusso.
Entre los participantes también estuvo el socialista Guglielmo Epifani, de 63 años, ex líder del principal sindicato italiano CGIL, recientemente elegido secretario general del Partido Demócrata (PD), principal socio de la coalición del gobierno. «El Partido Demócrata está en el lado de esta manifestación conjunta de los trabajadores», dijo Epifani. «Existe respeto sobre el papel de los sindicatos en esta crisis para gobernar los procesos y estimar los comportamientos de todos», agregó.
«Estamos en la calle porque el país necesita respuestas rápidas. Las medidas del gobierno no van bien. Se trata de constantes anuncios que no se traducen en un cambio real», explicó Camusso. «En el terreno del trabajo se pueden hacer cosas sin necesidad de recursos», agregó, mientras exigió una restitución fiscal a trabajadores y pensionistas. «Cuando se quitan impuestos a los ricos no cambia nada, pero cuando se devuelven recursos a los trabajadores renace la economía. El gobierno debe hacer una reforma fiscal ya, y debe decidir dónde va a recaudar el dinero y a quién lo va a destinar», concluyó la líder sindical.
El jueves, el primer ministro insistió en que todos sus esfuerzos se centran en luchar contra el desempleo -sobre todo contra el de los jóvenes- y en hacer de Italia un país fiable, que atraiga más inversionistas. Letta, que calificó las primeras medidas tomadas por su gobierno de revolucionarias, ha suspendido el pago de junio de la cuota por el impuesto sobre la primera vivienda. Italia tiene pendiente además una subida de un punto porcentual en el tipo general del IVA al 22 por ciento a partir del 1º de julio, una medida que, con casi toda probabilidad, entrará en vigor, mientras el gobierno manifestó que pretende revisar en los próximos días el sistema de financiación pública a los partidos políticos, de lo que se podría obtener un ahorro para reutilizar en otras partidas. El Ejecutivo de coalición anunció que tiene como principal objetivo la creación de puestos de trabajo, sobre todo entre los más jóvenes, y propiciar la recuperación de la economía, que cerró 2012 con un retroceso del 2,4 por ciento.
Bruselas prevé que Italia cierre este año con un déficit del 2,9 por ciento y que en 2014 éste baje hasta el 2,5 por ciento, toda vez que su deuda pública, que terminó 2012 en el 127 por ciento del PIB, se mantiene en niveles demasiado elevados que hacen que el país no deba relajarse, según dijo el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso.
Se trata de la primera protesta de este tipo en diez años, cuando en octubre de 2003 los tres sindicatos más importantes se unieron para protestar contra la reforma del sistema jubilatorio impulsada por el entonces premier Silvio Berlusconi, actual miembro de la coalición gobernante. En ese entonces, el gobierno pretendía aumentar de 35 a 40 los años de aportes necesarios para jubilarse con todos los beneficios. La respuesta fue una masiva protesta que reunió, según los sindicatos, a un millón y medio de personas, aunque la policía dijo contabilizar 250 mil manifestantes.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-222903-2013-06-23.html