La República de Polonia podría convertirse en una monarquía si prospera la iniciativa de una cincuentena de diputados conservadores, liderados por el parlamentario Artur Górski, de Ley y Justicia, el partido que actualmente gobierna el país. «Queremos que Jesucristo sea nombrado rey de los polacos», explica Górski, quien defiende que «Polonia necesita más que nunca […]
La República de Polonia podría convertirse en una monarquía si prospera la iniciativa de una cincuentena de diputados conservadores, liderados por el parlamentario Artur Górski, de Ley y Justicia, el partido que actualmente gobierna el país. «Queremos que Jesucristo sea nombrado rey de los polacos», explica Górski, quien defiende que «Polonia necesita más que nunca el liderazgo y la ayuda divina para afrontar los nuevos tiempos».
La propuesta fue presentada el pasado martes y tiene que ser ahora debatida por el Parlamento, aunque cuenta con la oposición anunciada de los socialistas y los liberales de Plataforma Ciudadana. «Esto es simplemente ridículo, seremos el hazmerreír de Europa», lamentan desde la formación liberal. «Algunos podrán mofarse de nuestra propuesta, pero para mí es una cuestión de sensibilidad religiosa y respeto político», aclara Górski en una entrevista publicada ayer en el diario Gazeta Wyborcza, donde asegura que su grupo acatará democráticamente la votación final del Parlamento. «Si los diputados rechazan que Jesús sea nuestro rey, nosotros aceptaremos esa decisión», asegura Artur Górski.
Mientras tanto, altos jerarcas de la Iglesia polaca no han tardado en criticar la iniciativa, pidiendo a los políticos que no entren en temas espirituales. «No hace falta que el Parlamento declare que Jesús es el rey de nuestros corazones, los diputados tienen que ocuparse de las cosas terrenales», declaraba ayer el obispo Tadeusz Pieronek a la Agencia Nacional de Noticias. «Su reino no es de este mundo», añadía citando a la Biblia el arzobispo castrense, Slawoj Leszek-Glódz, también contrario a que se declare a Jesucristo rey de Polonia. A pesar de ello, la Iglesia polaca aún no ha manifestado oficialmente su postura, lo que decidirá el futuro de la propuesta. «Antes de debatir nada hay que ver qué opina la Iglesia», explicaba desconcertado Marek Jurek, presidente del Congreso.
Por su parte, el diputado Artur Górski, padre de la propuesta, confía en que la Iglesia les apoye en su intención de coronar a Jesucristo. «Sólo puedo decir que desde que hablé por primera vez de esta idea he recibido más de 9.000 cartas de apoyo», asegura Górski en el periódico Gazeta Wyborcza, donde explica que la decisión de llevar este asunto al Parlamento surgió durante la visita del Papa Benedicto XVI a Polonia, en mayo de este año, «aunque la idea ya venía de los tiempos de Solidaridad».