Traducido del ruso para Rebelión por Josafat S. Comín
La serie anti Lukashenko que emite el canal NTV tiene una continuación trágica, por cuanto se trata ahora de un hecho real. La tarde del 3 de septiembre fue hallado ahorcado en su casa de campo Oleg Bebenin, fundador y redactor jefe de la web bielorrusa opositora «Carta’97».
Según datos oficiales, la causa de la muerte del periodista es el suicidio. De acuerdo con el examen médico forense, en el cuerpo de Bebenin no había rastros de forcejeo, solo la huella de la soga en el cuello. «En declaraciones de los vecinos, la víspera del fatídico día, no vieron a nadie en la casa a excepción del propio Bebenin. Tampoco se ha encontrado ninguna nota de despedida», -según informó Alexander Danilchenko, responsable del departamento de información y relaciones externas del departamento del Ministerio del Interior en Minsk. Según esas fuentes, Bebenin el 2 de septiembre dejó su casa para trasladarse a la de campo y dejó de contestar a las llamadas. Fue su mujer la que pidió a su hermana que se acercase a ver qué pasaba, y fue esta la que encontró el cadáver.
Todos estos truculentos detalles pasaron rápidamente a convertirse en una noticia escandalosa y política. No se había dado a conocer todavía la causa oficial de la muerte del periodista, cuando ya se le había declarado nueva víctima del «sanguinario y dictatorial régimen de Alexander Lukashenko». La lógica es aplastante: Bebenin era contrario a Lukashenko, redactor de una web opositora, mientras que el Parlamento de Bielorrusia debía hacer público en unos pocos días la fecha de las elecciones presidenciales. De ahí que Lukashenko decidiese eliminar a un opositor.
Han sido los medios electrónicos rusos los principales propagandistas de la versión del asesinato político. Prácticamente todos los canales estatales rusos mostraron las imágenes de la ceremonia fúnebre de Oleg Bebenin, con los correspondientes comentarios.
Las evidencias aportadas por los amigos de Bebenin, no pasan de ser las habituales en un caso así, y no contradicen la versión de que dejase esta vida de forma voluntaria:»Sólo tenía 36 años, con un montón de planes por delante, su aspecto era el de siempre, amaba a su esposa y sus hijos». Cierto que hay circunstancias más materiales, que la investigación deberá aclarar, en caso de confirmarse. Supuestamente los expertos difieren a la hora de determinar la hora de la muerte, en la mano habría un rasguño y el nudo de la soga no era corredizo. Sin embargo por ahora todo esto no dejan de ser rumores.
Por su parte la Fiscalía General de la República de Bielorrusia está lejos todavía de declarar el caso como resuelto, pese a la supuesta evidencia de las circunstancias. Los órganos de la fiscalía siguen efectuando todas las pruebas periciales que puedan aclarar la muerte del ciudadano Bebenin.
Para la oposición radical esta muerte es una oportunidad extraordinaria para llamar la atención y recibir las condolencias y el apoyo de sus patrocinadores occidentales. «El régimen de Lukashenko es famoso por la gente que desaparece», afirma el coordinador de la campaña cívica «Bielorrusia europea», Andrei Sánnikov.
Los potenciales patrocinadores no han tardado por cierto en responder al llamado. El Presidente del Parlamento Europeo Jerzy Buzek, exigió del gobierno bielorruso investigar de modo objetivo la muerte de Bebenin, y parece indignado por no haber recibido ninguna respuesta oficial a sus exigencias.
«En la antesala de las elecciones la situación empeora ante nuestros ojos. Detenciones de castigo, presos políticos, registros en la sede de «Carta’97», cuando requisan hasta los ordenadores de los periodistas extranjeros, para que nadie sepa lo que ocurre en el país. Es muy peligroso ser periodista en este país. Valga como prueba la muerte de Oleg. Es más que sospechosa, empezando por que han cambiado hasta la fecha de la muerte en el transcurso de la investigación. Occidente está muy preocupado con la situación que se está creando», declara Michael Harris, colaborador de la ONG «Índice de Censura».
Mientras tanto, puestos a suponer que la muerte de Bebenin no hubiera sido un suicidio, el actual gobierno bielorruso no sacaría ningún beneficio con la desaparición del periodista: Aunque solo fuera por el hecho de que a lo largo de toda la existencia de la web opositora más influyente como es «Carta’97», nunca recibió tanta atención de parte de la opinión pública (yendo mucho más allá de parte más politizada de la sociedad bielorrusa), como tras la muerte de su redactor.
Además «carta’97» no va a desaparecer y seguirá su trabajo. Por el contrario el gobierno bielorruso-aunque sea sin ninguna prueba de por medio- se ha visto debilitado por los medios rusos y occidentales.
Sin embargo la versión del «asesinato político» de Oleg Bebenin, de seguir por ese camino, puede tener una continuación no demasiado cómoda para aquellos que tanto insisten en ella. Empezando por la propia oposición bielorrusa, que ya ha tenido tiempo incluso de pelearse entre ella antes de que se hiciera pública la fecha de las elecciones. La causa de la discordia es la relación con Rusia. Una parte de los representantes de la oposición presupone que ahora, cuando Moscú está poniendo en práctica una política anti Lukashenko, hay que aprovechar la ocasión que brinda su apoyo financiero e informativo, renunciando para ello a la retórica antirrusa. La otra parte, la que cuenta con patrocinadores occidentales no puede o no quiere seguir ese camino.
He aquí por ejemplo lo que escribía una de las publicaciones opositoras bielorrusas 3 días antes de la muerte de Oleg Bebenin: «En los próximos días el líder del movimiento «Por la Libertad» Milinkévich puede hacer pública su renuncia a tomar parte en las elecciones presidenciales. Al menos, según fuentes del «Bielorrusky Partizan», en el entorno del político, en la sede del que fuera candidato único de la oposición en las pasadas elecciones, debaten como salir de la actual campaña. El propio Milinkévich por ahora no comenta esta información, sin embargo según informa «Bielorrusky Partizan», el líder del movimiento «Por la libertad» lo hace bajo presión de sus patrocinadores externos, quienes amenazan con cortar las vías de financiación en caso de que Milinkévich se postule a presidente. Al equipo del movimiento «Por la libertad» se les recomienda unirse a la campaña de Vladímir Nekliáyev «¡Di la verdad!»,
Tanto a Nekliáyev como al nacionalista Milinkévich se les relaciona por ahora con el «partido del Kremlin», por lo reciben acusaciones poco menos que de traición de los opositores pro occidentales.
Vladímir Nekliáyev es ahora el principal «candidato ruso», para el puesto de presidente bielorruso cómodo para Rusia. Recibe un trato más que benevolente por parte de los medios rusos, especialmente de los liberales, lo que no deja de extrañar tratándose de un político que defiende el entendimiento con el Kremlin. «Si nos referimos a mi concepción del futuro de Bielorrusia, de su desarrollo económico, del desarrollo de una sociedad civil libre, no lo imagino sin una interacción con Rusia, sobre todo en lo relativo al desarrollo económico», -declaró este pasado martes en una amplia entrevista a la publicación digital «Gazeta.ru».
Da la sensación de que los canales rusos han utilizado la muerte de Oleg Bebenin como excusa para el arranque de la precampaña electoral de «sus» candidatos. Solo que la presente campaña desde su mismo comienzo está resultando demasiado ambigua y creando paralelismos que no parece que hayan sido tenidos en cuenta por los clientes rusos. Es inevitable recordar los números trágicos sucesos ocurridos con nuestros periodistas. Y sobre todo la historia todavía no aclarada desde hace 4 años del asesinato de Anna Politkóvskaya (donde por cierto a diferencia del caso de Bebenin, el asesinato no ofrecía dudas). Al comentar ese crimen, el presidente Putin declaró que el asesinato de Politkóvskaya, habría originado al gobierno mucho más perjuicio que toda su actividad opositora. Entonces de un modo más que evidente todos los medios oficiales rusos se convirtieron en propagandistas de esa postura: la defensa de un gobierno, al que no le es rentable la muerte de una opositora. Hoy en relación a Lukashenko la posición es directamente la opuesta.
Hay otros cabos sueltos que convierten en algo absurdo la propaganda rusa: Los gamberros detectados y detenidos como culpables de haber arrojado un coctel Molotov contra la embajada rusa en Minsk resultaron ser anarquistas, enemigos de cualquier gobierno, ruso o bielorruso. Y por lo que estaban protestando por lo visto era contra la tala del bosque de Jímki. Por su parte, uno de los defensores del bosque de Jímki, convertido casi que en el principal opositor al actual gobierno es el cantante Yuri Shevchuk1, quien hace cosa de dos meses se entrevistase con Vladímir Nekliáyev para expresarle su apoyo en su lucha y al movimiento «Di la verdad».
Parece que en todo este alboroto propagandístico montado en torno a Oleg Bebenin, la verdad sobre los motivos de su muerte es lo que menos interesa a aquellos que llaman al fallecido periodista, compañero de lucha.
Notas:
1. Músico y cantante ruso fundador del famosísimo grupo DDT, todavía en activo desde hace 30 años.
Fuente: http://www.sovross.ru/modules.php?name=News&file=article&sid=58391