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Panamá: la antesala de medidas aún más perversas

Con Martinelli sigue el Robo en la Caja de Seguro Social y se prepara campaña de ataques contra la Operación Milagro

Fuentes: Frenadeso

En el 2005, en una mal llamada mesa de diálogo que presidiera nada menos quien fuera posteriormente premiado por Martín Torrijos como Ministro de Educación, Salvador Rodríguez, hoy con medidas cautelares por su participación en el escándalo de la fibra de vidrio en los colegios públicos; el PRD impuso lo que FRENADESO denominó, la Ley […]

En el 2005, en una mal llamada mesa de diálogo que presidiera nada menos quien fuera posteriormente premiado por Martín Torrijos como Ministro de Educación, Salvador Rodríguez, hoy con medidas cautelares por su participación en el escándalo de la fibra de vidrio en los colegios públicos; el PRD impuso lo que FRENADESO denominó, la Ley de la Muerte y del Robo (Ley 51), que reformó la Ley Orgánica de la Caja de Seguro Social (CSS).

Esta imposición se dio con el consentimiento de todos los partidos políticos, incluidos los que hoy gobiernan: Cambio Democrático, Partido Panameñista, MOLIRENA y Unión Patriótica. Todos los gremios empresariales: CONEP, APEDE, CAPAC y Cámara de Comercio. Y también las vendidas seudodirigencias de la Confederación Nacional de Trabajadores Organizados (CONATO), Coordinadora de Unidad Magisterial (CUM), CONAGREPROTSA (profesionales de la salud), Asociación Nacional de Enfermeras de Panamá (ANEP), los jubilados de Rafael Medina, lo cual lo hicieron a cambio de puestos, mayores dietas y viáticos en la Junta Directiva de la CSS, y otras prebendas personales.

En el Hotel Gamboa, en un fin de semana con todos los gastos pagos para familiares y amigos, los representantes del PNUD, del Gobierno y de los sectores arriba mencionados, pactaron las nuevas reformas que, entre otras cosas, introducían medidas paramétricas y otras que significaron un alza del número de cuotas necesarias para jubilarse (en lo concreto un alza en el edad de jubilación), disminución del monto de las pensiones, privatización de gran parte de los fondos de la CSS y aumento de la cuota obrera.

Sigue el Robo y la Corrupción en la Caja de Seguro Social

Como es su costumbre y tal como aconteció con las cifras de empleo que supuestamente arrojaría el proyecto de ampliación del Canal (hoy desmentidas por la misma realidad como tantas otras falacias), los voceros de la clase dominante prometieron a los asegurados que terminaría la crisis financiera, que se mejorarían los servicios, que ahora sí habrían medicinas, que se acabarían las largas filas para lograr una cita médica, etc., argumentos que hoy vuelve a esgrimir el nuevo Director de la Caja de Seguro Social (CSS); proveedor de la institución y socio de Martinelli, Guillermo Sáez-Llorens.

Todos sabemos que ninguna de estas promesas se cumplió y que, por el contrario, aumentaron las penurias para los asegurados. En este lapso de tiempo se produjo la peor crisis de salud que ha tenido Panamá y una de las mayores de toda Latinoamérica, misma que las autoridades se han empeñado en ocultar o reducir su verdadera dimensión.

El Gobierno del PRD distribuyó masivamente a nivel nacional productos medicinales elaborados en los ruinosos laboratorios de la CSS que estaban contaminados por la venenosa sustancia dietilenglicol, adquirida a través de una de las tantas empresas que forman parte del gran negociado de medicamentos e insumos existente en la institución, asociadas muchas a transnacionales. El veneno no pudo ser detectado en el químico comprado pues los aparatos que debían utilizarse para comprobar la calidad de los productos no servían desde hacía años. El químico era de uso industrial y no para ser usado en la preparación de medicamentos.

Miles de panameños, incluyendo niños, fueron envenenados. Cientos o quizás miles ya han muerto. A pesar de los esfuerzos del Comité de Familiares de Víctimas por el Derecho a la Salud y la Vida (COFADESAVI) las investigaciones no avanzan como debe ser. Las víctimas ni siquiera han recibido una justa indemnización, cosa que sí ocurrió con los familiares de los militares chilenos que pedieron la vida en el helicóptero SAN-100 que cayó en Calidonia en mayo de 2008.

Ahora el ungido de Martinelli en la CSS, que no cumplía con los requisitos para ocupar este cargo, pero que fue impuesto por Martinelli con el consentimiento de los miembros del PRD en la Junta Directiva de la institución y en la Asamblea Nacional de Diputados, anunció antes de Carnaval un nuevo paquete de reformas.

Estas reformas, en vez de fortalecer la CSS y proveerla de los recursos que se requieren, apuntan a la privatización (externalización), es decir, pasar algunos servicios que brinda la CSS a manos privadas, clínicas, hospitales, laboratorios y otras empresas que ansían desde hace rato hacerse de este negociado. También se incluiría el área de informática, donde Sáez-Llorens y otros altos funcionarios por él nombrados tienen grandes intereses.

Se da facultades únicas al Director para autorizar los gastos que no excedan de 3 millones de balboas (la Ley 51 contemplaba hasta 250 mil dólares); es decir, se amplia de un solo plumazo en 1,200% la prerrogativa del director en el manejo de los recursos de los asegurados.

Se incrementarán de esta manera las llamadas compras directas, fórmula de la que viene abusando el nuevo gobierno para favorecer con contratos jugosos a empresas de familiares y allegados y fuente de permanente corrupción y latrocinio.

Además, se le permitiría a Sáez-Llorens el traslado de partidas sin aprobación de la Junta Directiva.

El paquete incluiría medidas que amenazan la estabilidad laboral. Sáez-Llorens viene imponiendo un estado de terror dentro de la institución, busca vulnerar el derecho a la organización de los empleados de la institución, para impedir las protestas de los trabajadores.

Advertimos al pueblo, que estas reformas constituyen solo la antesala de un paquete de medidas más nefastas que incluyen nuevas privatizaciones de los fondos de la CSS y de los servicios; incremento de las cuotas, aumento de la edad de jubilación, exclusión de los beneficiarios, entre otras perversidades.

Para constancia de la catadura moral de la que están hechos estos funcionarios, en medio de tantas necesidades de los asegurados, una de las primeras medidas del flamante Director, fue aumentar la burocracia y los salarios de sus principales colaboradores.

Así creó al menos doce (12) nuevas Direcciones Ejecutivas y Especiales con salarios nada menos que de 6 mil balboas (B/. 6,000.00) mensuales, es decir a nivel del salario del Sub Director General, representando un alza de 2 mil balboas en relación a los salarios de los Directores Nacionales.

Operación Milagro

Pero hay más sobre la forma siniestra en que actúan estos funcionarios. El pueblo panameño y la comunidad internacional fue sorprendida por la información de que el Gobierno de Ricardo Martinelli, de forma unilateral y abrupta, daba por finalizada la misión de un grupo de médicos cubanos que, en el marco de la Operación Milagro, había devuelto la vista a casi 50 mil panameños de manera gratuita.

Desde marzo de 2006, según un informe de la Embajada de Cuba, «la parte cubana aplicó un programa de operaciones oftalmológicas de alta calidad, totalmente gratuita, a ciudadanos panameños. Mediante la modalidad de usufructo gratuito, también aportó todo el equipamiento empleado, de la más moderna y alta tecnología, así como la provisión de los medicamentos e insumos requeridos para la prestación de todos los servicios oftalmológicos previstos. Además, cubrió el pago de los pasajes y el salario del personal médico cubano».

Como si fuera poco, la Embajada de Cuba comunicó que «a los 22 pacientes que aún deben ser intervenidos quirúrgicamente, se les ofrecerá la posibilidad de ser trasladados a Cuba, de forma totalmente gratuita, para su atención».

Sin embargo, la respuesta del gobierno de Martinelli a tanta generosidad fue una vez más la infamia y la mentira. Ahora, en su afán de desacreditar la loable acción de solidaridad de Cuba hacia Panamá, pretende realizar una auditoría con propósitos concebidos de desprestigiarla y desmeritarla. Todo esto acompañado de una campaña mediática.

Con ello pretende ocultar el verdadero propósito de la decisión de su Gobierno, puesto que detrás de esta iniciativa, además de la esposa de Martinelli, están las oftalmólogas Ivonne Matute de Martinelli (su cuñada) y Maritza López Moreno, hija de la Dra. Gloria Moreno de López (ginecóloga, Directora de la Autoridad Nacional de Aduanas). Además, cuentan con el apoyo entusiasta de la Clínica Orillac, desde donde se coordinarán las acciones.

Así, como pretende Sáez-Llorens en la Caja de Seguro Social (CSS), se contratarán a clínicas privadas para supuestamente superar la mora quirúrgica oftalmológica y se avanza un paso más en la externalización (privatización) de los servicios de salud.

Pero Martinelli fracasará en sus planes contra la Operación Milagro, pues se encontrará a casi 50 mil humildes panameños agradecidos, a lo que habrá que sumar a sus familiares y amigos, quienes a diferencia de los gobernantes, sabrán siempre reconocer la labor humanitaria y solidaria que cumplieron estos médicos cubanos en Panamá.

La lucha en las Calles

FRENADESO, junto a la Coordinadora de Lucha por el Respeto a la Vida y Dignidad del Pueblo, llama al pueblo a enfrentar en las calles estas aviesas medidas que el Gobierno de Martinelli pretende imponer después de los Carnavales, que incluyen, entre otras, las reformas inconsultas y arbitrarias a la Caja de Seguro Social (CSS), el aumento del costo de la vida con el incremento del ITBMS del 5% al 7%, el alza del agua, del pasaje, la intensión de imponer a toda costa el retrógrado e improvisado proyecto de transformación curricular en la Educación; además de continuar con el plan de control absoluto de todos los poderes del Estado.

No olvidemos que estamos frente a un Gobierno de mercaderes, mucho de ellos con doble nacionalidad, cuyo único fin es lucrar. Se trata de uno de los clanes más peligrosos y arcaicos de la Mafiocracia que siempre ha gobernado en Panamá, vinculado a los grupos más recalcitrantes a nivel internacional, los sectores más atrasados y belicosos de Estados Unidos, la mafia de Miami, el Gobierno Narcoparamilitar de Alvaro Uribe, el corrupto de Silvio Berlusconi, el régimen de facto y de Escuadrones de la Muerte de Honduras; y al servicio de agencias tenebrosas y terroristas como la Mossad de Israel y la CIA.

Fuente: http://www.frenadesonoticias.org/modules.php?name=News&file=article&sid=679