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La violencia social en El Salvador

Condiciones para un paradigma alternativo

Fuentes: Rebelión

  «Un modelo económico alternativo debe razonarse desde abajo, desde la periferia y desde las condiciones materiales de existencias…» En El Salvador el diario vivir es una realidad inmanente que no puede ser obviada; la violencia económica que sufren los consumidores (que no son más que sujetos históricos negados por la economía convencional), la avidez […]

  «Un modelo económico alternativo debe razonarse desde abajo, desde la periferia y desde las condiciones materiales de existencias…»

En El Salvador el diario vivir es una realidad inmanente que no puede ser obviada; la violencia económica que sufren los consumidores (que no son más que sujetos históricos negados por la economía convencional), la avidez de acumulación de capitales de la cual son presos los inversionistas, el deterioro medioambiental en el marco del desarrollo económico, la violencia social y sus manifestaciones en la población salvadoreña, la corrupción pública, la marginación en la distribución del ingreso, etc.

Sin embargo estos problemas son realidades objetivas por tanto algunos sujetos sociales limitados en su percepción por aspectos políticos pudieran no apreciarlos con claridad, no obstante, un problema estructural y precisado con claridad por la mayor parte de la población es la violencia, pero de forma muy limitado, pues se ve como fenómeno aislado del proceso histórico salvadoreño, este «fenómeno» tiene el centro de atención por parte de todos los actores políticos y económicos del país; se reprende que este problema sea considerado un «fenómeno» por el hecho que al considerarse así estaríamos negando su historicidad.

La violencia no es el problema central de la realidad salvadoreña, ¿Por qué motivo se sostiene de manera explícita una tesis que pareciese ser indefendible? Porque considero que el problema de la violencia es una consecuencia de un proceso historico de transformación de la economía, donde se ha orientado una economía de mercado que pone en la cúspide de lo sagrado el capital productivo y financiero, entonces ¿Cómo no defender la misma tesis cuando se evalúa en el marco de una economía de mercado histórica que se interesa más por proteger y garantizar la libre circulación del capital -productivo y financiero- que por garantizar la vida humana? ¿Cómo puede ser la violencia una expresión del proceso de consolidación de la economía de mercado salvadoreña?

Históricamente la economía de mercado se conforma bajo una necesidad fundamental que facilita su funcionamiento, la propiedad privada: proceso en el que se despoja de medios de vida a la clase que hoy se conforma en obreros productivos trasladando así estos medios de vida a una clase minoritaria, en virtud de lo anterior el marco legal -cuerpo de leyes del país- garantizó un respaldo constitucional al reducido grupo que hoy posee los medios de vida, que en pro de anterior monopolizan las oportunidades de una participación en el mercado y la vida económica en general; al verse despojados de medios de vida la clase despojada, y privados de participar en la actividad económica productiva del país, tienden a incursionar en actividades ilícitas como resultado de una marginación por parte de la economía de mercado: que funciona en base a sujetos económicos productivos, por tanto, al no cumplir con esta condición quedan relegados y sin oportunidades de realización como sujetos humanos.

Aclarando así que en términos históricos, estos medios han cambiado paulatinamente de grupos sociales en el país, más sin embargo, la tesis sigue teniendo relevancia al considerar el hecho que existen dueños de medios de producción y despojados de estos. Con ello dejo en claro la contradicción y lucha de clases que acarrea este proceso historico, concluyendo que la violencia social es la negación de la lucha de clases.

Entonces la violencia es una expresión de un proceso de conformación de una economía de mercado, por tanto el problema de principal interés aquí es el de una economía de mercado.

Debe conformarse una forma alternativa de organizar la economía salvadoreña, no necesariamente hay que ver hacia modelos alternativos de izquierda, en concreto hablamos de un modelo económico que garantice la producción y reproducción de la vida humana y sus condiciones de existencia material.

No obstante hay que considera algunos rasgos objetivos que este modelo alternativo debe poseer:

Una interrelación Estado-mercado: inicialmente hablamos de una transformación de ambas instituciones despojando cada una de sus ideologías sistémicas; con ello quedara garantizado para la sociedad una institución que abastezca bienes superiores elementales para el desarrollo humano, así como una que garantice los medios de consumo para la satisfacción de necesidades. La principal cuestión es ¿Debe estar el Mercado subordinado al Estado o debe el Estado subordinarse al Mercado? Considero que una vez despojados de su ideologia sistémica, ambos pueden trabajar complementariamente subordinados al sujeto humano; a garantizar sus medios de consumo, las relaciones interpersonales, así como producción y reproducción de su vida, esto en términos de mediano o largo plazo.

Medios de producción privados en función de necesidades sociales: la idea suena irracionalmente Sádica, no obstante, una conciencia colectiva que impere sobre la ideología sistémica hará que tal utopía sea una alternativa viable a mediano y largo plazo. Los medios de produccion privados producirán en termino de realización de valor y el Estado impondrá sobre ellos una cuota de produccion que garantice la subsistencia de los grupos sociales marginados; quedando sobre entendido con ello que así como el Mercado, Las empresas también estarán subordinadas al ser humano. Para ello obviamente es preciso una conciencia colectiva solidad en términos de garantizar la vida humana y su reproducción.

Una emancipación del sujeto social: para ello es fundamental una filosofía de vida: «cogita ante vos» (pensar antes que comer) lo anterior significa crear sujetos libres de pensamiento, para ello es preciso que sea el Estado quien garantice una educación alternativa a la educación actual, más actualizada, con más contenido filosófico, que se forjen en las escuelas y sus sinónimos sujetos históricamente determinados con un alto grado de conciencia. Este aspecto complemente todos los anteriores, si se garantiza hombres que piensen el problema principal de que comer será subsanado.

Instituciones despojadas de la ideología sistémica: en general, todas las instituciones (dependientes o independientes del Estado) y bajo sus heterogeneidad y autonomía deberán subordinarse a garantizar el desarrollo y la vida en comunidad del ser humano como sujeto históricamente determinado.

Una política científica: en la actualidad se ha reducido este instrumento en una especie de «civili sensu pugnat» (peleas políticas sin sentido) por ello esta desvirtuado, pero creo firmemente que una transformación del mismo en sentido objetivo y bajo la lógica de subordinarlo a las relaciones humanas de la vida en comunidad, es posible una revolución científica del mismo, que permita que este medio sea una conexión de comunicación entre las masas y el Estado. No hablamos entonces de partidos políticos, sino de sindicatos: representaciones fieles de los variados grupos sociales y sus intereses de clase, relegando el sistema político ideológico democrático actual.

Una relación de avenencia entre la naturaleza y el ser humano: un sujeto social consciente es capaz de ver que su subsistencia está en términos de la naturaleza, por tanto, el modelo alternativo deberá tener una restricción: garantizar la reproducción de la vida humana en una relación de avenencia con la naturaleza.

Un modelo alternativo que cumpla con lo anterior NO tiene por qué considerarse un hibrido capitalista-socialista, más concretamente una economía de mercado-Estado que en última instancia sea una economía de mercado disimulada; es una alternativa pensada desde abajo, desde la periferia, desde nuestras condiciones materiales de vida, es una utopía que podemos alcanzar, la alternativa a la economía de Mercado actual es una utopía pensada en términos de garantizar la vida humana.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.