Lo que deja el encuentro de comunicación continental convocado por ALBA Movimientos, del que participaron unos 100 representantes de organizaciones y medios populares de 24 países. La necesidad de potenciar la articulación y de repensar las estrategias comunicacionales en esta compleja coyuntura regional. La disputa de proyectos políticos en el continente sigue teniendo en el […]
Lo que deja el encuentro de comunicación continental convocado por ALBA Movimientos, del que participaron unos 100 representantes de organizaciones y medios populares de 24 países. La necesidad de potenciar la articulación y de repensar las estrategias comunicacionales en esta compleja coyuntura regional.
La disputa de proyectos políticos en el continente sigue teniendo en el escenario mediático -junto al creciente impacto de las redes sociales- uno de sus principales teatros de operaciones. La recuperación de las fuerzas conservadoras no podría estar avanzando sin el empuje de los grandes consorcios mediáticos, convertidos en su vital sostén. A contrapelo, la comunicación contrahegemónica no logra despuntar y trascender su realidad de debilidad y fragmentación.
Con la mira puesta en afrontar con mayor eficacia esta batalla mediática, casi un centenar de comunicadoras y comunicadores populares de 24 países del continente se reunieron en Venezuela en el marco de la plataforma ALBA Movimientos. Integrantes de organizaciones populares y medios alternativos y comunitarios de buena parte de los países latinoamericanos debatieron durante cinco días en el Centro de Formación Simón Rodríguez, en el estado Miranda, estrategias de comunicación conjuntas que potencien los procesos de lucha que protagonizan y acompañan.
Coyuntura en retroceso
El primer día del encuentro estuvo dedicado al análisis de la situación política en la región. En la declaración final, se expresa: «Reflexionamos respecto a la ofensiva imperial que se inscribe en una crisis civilizatoria del capitalismo, asentada en una profundización de las políticas extractivistas que favorecen lógicas depredadoras. Entendemos que los proyectos neodesarrollistas y reformistas han mostrado sus límites y han dejado al desnudo su inviabilidad. Por otro lado, creemos que las propuestas que vienen apostando por una transformación de fondo deben radicalizar su talante democrático, trascendiendo incluso el enorme avance de los procesos constituyentes y profundizando el protagonismo popular».
En el plano comunicacional, se analizó que «las grandes trasnacionales de la información vienen imponiendo el terrorismo mediático, el discurso único y la construcción del miedo. Frente a esto, debemos integrarnos más, fomentar la unidad del campo popular, formarnos, multiplicar las capacidades, pensar y gestionar una comunicación articulada para disputar espacios, discursos, generar matrices de opinión que contrarresten los embates de la derecha».
Las jornadas siguientes estuvieron dedicadas a la evaluación de los procesos comunicativos y a la discusión de propuestas de acción para afianzar la coordinación en ese plano. Se acordó la creación de un informativo popular en formato audiovisual y otro en radio, el fortalecimiento y la ampliación del equipo de comunicación de ALBA Movimientos y la planificación de un programa de formación conjunto.
Una de las preocupaciones que se repitió en los debates fue la necesidad de pensar estrategias que logren interpelar a «los no convencidos», que trasciendan hacia otros sectores. «Tenemos que hablarle a las mayorías, replanificar nuestra comunicación, llegar más allá de los militantes, hablarle al público de indecisos y optimizar nuestro discursos dirigido a la juventud», señaló Alcides García, integrante de la secretaría operativa de ALBA Movimientos.
Diplomacia de los pueblos
La decisión de realizar el evento en territorio venezolano tuvo que ver con reafirmar el apoyo al pueblo y al gobierno bolivariano en esta difícil etapa que atraviesa la revolución. El texto de cierre sostiene: «Queremos expresar nuestra más clara y profunda solidaridad frente a esta fase de arrecie de los ataques de la derecha continental. Para los movimientos sociales y populares, la revolución bolivariana significa una gran referencia de democracia no solo electoral sino participativa y de garantía de derechos humanos e inclusión de las mayorías. Nos parece clave que se profundicen y visibilicen los procesos comunales y de autogobierno, que son la base fundamental de la construcción del socialismo bolivariano».
Para materializar este espaldarazo, se definió que el próximo 13 de abril -fecha en que se conmemora la derrota al golpe de Estado en 2002- se lanzará una campaña continental de solidaridad con la revolución bolivariana. La iniciativa, denominada «Venezuela llama, América una sola lucha», se plasmará en acciones simultáneas en todos los países ya sea a través de murales y acciones desde los diferentes soportes mediáticos y redes sociales. «Tiene que ver con la lógica de que Venezuela llama pero también de que Venezuela es la llama de la esperanza que hay q mantener viva», explica Alcides García.
También se acordó impulsar campañas en apoyo al reclamo del pueblo boliviano a Chile por recuperar su soberanía marítima, por la paz en Colombia con justicia social y en defensa de la soberanía alimentaria.
En el marco del encuentro, además, se le entregó un reconocimiento al periodista argentino Carlos Aznárez por «su extensa trayectoria al servicio de las luchas populares y como símbolo militante de la conciencia internacionalista».
El cierre contó con un diálogo e intercambio con Isis Ochoa, vicepresidenta para el Desarrollo del Socialismo Territorial y ministra para las Comunas y Movimientos Sociales, y Luis José Marcano, ministro de Comunicación e Información. Además, una delegación participó en un acto encabezado por el presidente Nicolás Maduro en el marco de la conmemoración del fallecimiento de Simón Rodríguez.
Voces continentales
A modo de balance del encuentro, la brasileña Vivian Fernandes, integrante de CP Midias y Brasil De Fato, apuntó: «Fue importante para intercambiar nuestros contenidos, producciones y prácticas, pero sobre todo para poner en perspectiva los planes de comunicación tanto de las organizaciones que componen ALBA Movimientos como de los medios que apoyan la plataforma, lo que nos permitió elaborar estrategias y tácticas de comunicación que busquen fortalecer las luchas populares».
En la misma línea, Pablo Kunich, miembro de ALBA TV de Venezuela, señaló: «El encuentro posibilitó empezar a construir una estrategia de comunicación desde los movimientos sociales, pensada desde nuestros propios códigos e identidades y enmarcada en la coyuntura que vive el continente. Desde la gran diversidad de actores que participaron, intentamos colocarnos a la altura de los desafíos comunicacionales que el momento histórico requiere».
Alcides García, también miembro del Centro Martin Luther King de Cuba, evaluó que «un gran resultado fue haber sistematizado y sintetizado un debate profundo sobre la actual coyuntura, con todas las complejidades que tiene el continente, y también cómo le damos respuesta desde la parte comunicativa. Otro, haber hecho un mapeo de un montón de experiencias comunicativas que se están haciendo desde los pueblos, desde esa comunicación popular y alternativa que tanto nos hace falta, y la certeza de que si las unimos podemos generar un gran bloque comunicativo continental que haga frente a los embates de la derecha. Y a partir de ese análisis y ese mapeo se avanzó en un plan de acción para encarar de manera organizada, pensada, lo que necesitamos hacer».
En tanto, Jazmín Grajales, militante del Congreso de los Pueblos de Colombia, rescató que «este tipo de espacios de discusión y construcción colectiva permiten orientar el camino hacia la articulación entre los procesos. El encuentro nos deja muchos retos en términos continentales pero también en lo nacional: debemos ir a construir esto en nuestros procesos de base, y en las bases llevar a la práctica acciones concretas que permitan plasmar esas solidaridades y esa articulación entre los pueblos hermanos de Nuestra América».