Nicaragua cerrará 2012 con más de 8.000 nuevas viviendas por esfuerzo público y privado, que canalizó 4.800 inmuebles para familias en extrema pobreza. Según la presidenta del Instituto de la Vivienda Urbana y Rural (Invur), Judith Silva, la entrega por parte del Estado privilegió a hogares sin capacidad para solventar créditos. A las nuevas obras […]
Nicaragua cerrará 2012 con más de 8.000 nuevas viviendas por esfuerzo público y privado, que canalizó 4.800 inmuebles para familias en extrema pobreza.
Según la presidenta del Instituto de la Vivienda Urbana y Rural (Invur), Judith Silva, la entrega por parte del Estado privilegió a hogares sin capacidad para solventar créditos.
A las nuevas obras se unen otros planes constructivos destinados a las personas de escasos recursos, entre ellos la distribución de materiales a fin de reparar y mejorar techos, recordó la funcionaria.
Datos revelados en la XVI Feria Nacional de Viviendas señalan que Nicaragua necesita ejecutar de 20.000 y 25.000 casas por año para poder contrarrestar el actual déficit.
En opinión del titular de la Cámara de Urbanizaciones, Alberto Atha, entre los aciertos de la administración del presidente Daniel Ortega figura la venta de viviendas con sistemas ventajosos de pago, lo cual amplía las posibilidades de la gente pobre.
De acuerdo con Atha, la mayoría de las edificaciones tienen un precio entre 20.000 y 30.000 dólares, pero hay otras mucho más baratas, las llamadas de interés social.
En estos casos el gobierno interviene con el aporte de subsidios, lo que permite reducir la tasa de interés de las viviendas de 2,5 a 3,5 por ciento, trascendió en la Feria.
Con antelación a 2008, la Cámara de Urbanizaciones hacía alrededor de 700 viviendas anuales y el ritmo subió como resultado de las negociaciones con el Ejecutivo, destacó José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada.
En noviembre de 2012, la Asamblea Nacional aprobó reformas a la ley especial de fomento a la construcción de viviendas y de acceso a las de interés social, para establecer un nuevo sistema de arrendamiento con opción a compra.
Al decir del coordinador de la bancada sandinista, Edwin Castro, los cambios propician que las familias puedan optar por una vivienda aunque no tengan en sus manos el total del dinero para cubrir la prima exigida por las urbanizadoras privadas.
Para Jenny Martínez, presidenta de la Comisión de Infraestructura del órgano legislativo unicameral, la reforma crea bases para incrementar en 20 por ciento la construcción anual de viviendas.