Las principales vías de acceso para la ciudad de Cajamarca, en la región norandina del Perú, continúan bloqueadas este domingo en lo que es el cuarto día consecutivo de una protesta de pobladores que rechazan un proyecto minero impulsado por una compañía estadounidense. Los manifestantes insisten en que desean dialogar con el presidente Ollanta Humala […]
Las principales vías de acceso para la ciudad de Cajamarca, en la región norandina del Perú, continúan bloqueadas este domingo en lo que es el cuarto día consecutivo de una protesta de pobladores que rechazan un proyecto minero impulsado por una compañía estadounidense.
Los manifestantes insisten en que desean dialogar con el presidente Ollanta Humala para aclarar diferencias.
Medios locales precisan que los bloqueos de las carreteras están liderados por campesinas que obstaculizan el tránsito de vehículos, mientras en la ciudad algunos comercios han comenzado a abrir para atender a la población.
Ante la situación, el presidente de la Región Cajamarca, Gregorio Santos, hizo una invitación al mandatario Ollanta Humala para que visite este lunes la ciudad y aclare las diferencias con la población.
«Nosotros esperamos al presidente Humala para dialogar sobre el proyecto minero Conga, que para la población es inviable», aseveró el vocero mientras advirtió que los manifestantes acordaron continuar con las medidas de protesta hasta la llegada del mandatario.
La productora de leche Martha Vásquez, afirmó que la mayor preocupación es que
la paralización de la actividad comercial del sector comenzó a generar pérdidas, puesto que los manifestantes impiden el tránsito de vehículos que recogen y trasladan leche a las plantas de enfriamiento, lo que ocasiona que se malogre el producto.
La minera Yanacocha, que es la más grande aurífera de Suramérica y actualmente es propiedad de la compañía estadounidense Newmont, sostiene que el proyecto Conga contempla secar cuatro lagunas ubicadas en las cabeceras de cuenca en zonas altas de la región.
Según Newmont el procedimiento es necesario para ejecutar el trasvase de aguas a cuatro reservorios artificiales que construiría, y así «garantizar» el agua a las poblaciones de la zona. No obstante, los campesinos lo rechazan porque temen que el proyecto provocará escasez de agua para su consumo y la agricultura.
Ante las diferencias, el ministerio peruano de Ambiente difundió este sábado un informe en el que hace observaciones al estudio de impacto ambiental del proyecto, que según el organismo «transformará de manera significativa e irreversible la cabecera de cuenca desapareciendo varios ecosistemas», por lo que recomendó una mayor evaluación.