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Crece el escándalo tras la difusión de un video que muestra la »iniciación» de reclutas ingleses

Fuentes: The Independent/La Jornada

Un video que muestra supuestos actos de violencia cometidos contra reclutas de la Real Armada como parte de una ceremonia de iniciación ha ocasionado la apertura de una investigación penal. Al parecer, las imágenes muestran a un miembro recién ingresado a los infantes de Marina que es golpeado hasta la inconsciencia por quien dice ser […]

Un video que muestra supuestos actos de violencia cometidos contra reclutas de la Real Armada como parte de una ceremonia de iniciación ha ocasionado la apertura de una investigación penal. Al parecer, las imágenes muestran a un miembro recién ingresado a los infantes de Marina que es golpeado hasta la inconsciencia por quien dice ser uno de sus superiores.

El supuesto ataque fue filmado por un camarada de la unidad 42 de comandos, quien afirmó en una entrevista con el periódico News of the World que estas novatadas con uso sádico de la violencia son cosa normal. Indicó que en este caso las heridas infligidas fueron tan graves que pusieron en peligro la vida de la víctima.

El Ministerio de Defensa anunció que la oficina de investigaciones especiales de la policía militar indagará el presunto maltrato, cometido en el cuartel de Bickleigh, cerca de Plymouth, en mayo de este año. Trascendió que en esta etapa los investigadores, que tuvieron conocimiento del video desde hace una semana, lo consideran genuino. Una vocera del ministerio dijo este domingo que no sabía si el presunto perpetrador ha sido suspendido o continúa trabajando con nuevos reclutas en el cuartel.

Las imágenes fueron tomadas por un marine cuando dos reclutas de la Real Armada británica fueron obligados a desnudarse y pelear con cojines de hule en los brazos. Uno de ellos quedó inconsciente FOTOS Tomadas de internet del diario News of the World.-

El ministerio niega que el acoso y las conductas abusivas sean práctica extendida entre las fuerzas armadas británicas. Sin embargo, la investigación arrojará luz una vez más sobre la efectividad de las supuestas políticas de cero tolerancia que aplica, y la extensión en la cual se siguen permitiendo incidentes violentos en centros militares.

La preocupación por el trato inferido a jóvenes reclutas surgió a raíz de la forma en que el ejército británico manejó la muerte de tres hombres y una mujer en el cuartel de Deepcut, en Surrey, entre 1995 y 2002. Una campaña exhaustiva de las familias de los soldados propició diversas investigaciones sobre esas muertes y sobre abusos en ése y otros centros militares. Una pesquisa policiaca recomendó una «reforma de raíz y en las ramas», en tanto otra descubrió que, según registros de las propias fuerzas armadas, uno de cada 10 militares se ha quejado de maltrato o acoso.

Un funcionario de la defensa, Adam Ingram, ha ordenado una investigación independiente de esas muertes, cuya publicación se espera antes de fin de año.

El coronel Tim Collins, quien combatió con el Real Regimiento Irlandés en Irak antes de renunciar, el año pasado, declaró al noticiero Sky News que la indagación sobre Deepcut «flotará como espectro» sobre la nueva pesquisa.

Al solicitar una investigación sobre el uso de ceremonias de iniciación, expresó que el ataque parece haber sido un «serio abuso de poder». Añadió que no tenía «ninguna duda de que el uniforme de la reina ha sido manchado por esta conducta».

News of the World reportó que en el video aparecen 12 nuevos marines recién egresados de su curso de adiestramiento de 32 semanas, a los cuales se lleva a un campo. Otros 40 elementos, la mayoría de los cuales están desnudos, forman un círculo alrededor de ellos.

Un oficial que se coloca al centro ordena a los jóvenes comer huevos crudos y manteca de cerdo. Luego les manda desvestirse y llevarse a cuestas unos a otros por el campo, añade el diario. Luego sale un momento de cuadro y cuando reaparece, vestido con uniforme de cirujano, tapaboca y gorro, ordena a dos de los jóvenes que peleen. Otro recluta, ataviado con un uniforme de colegiala, supervisa la pelea.

Al principio los dos jóvenes llevan cojines de hule para los brazos, pero luego les dicen que se los quiten. Cuando una de las víctimas pregunta a su superior por qué hacen esto, éste lo golpea con brutalidad hasta dejarlo inconsciente, según el diario. Cuando el muchacho vuelve en sí, vomita.

Las novatadas violentas son cosa de todos los días entre los marines, informa el diario. Los jóvenes reclutas llegan a romperse las piernas por saltar de ventanas, o les ponen cojines electrónicos, sacados de máquinas de masaje, en los testículos y la cabeza.

Se supone que el comandante de la unidad bajo investigación, teniente coronel Ged Salzano, recordó hace poco a sus subordinados que las novatadas están prohibidas.

El Ministerio de Defensa rehúsa dar detalles en cuanto a la amplitud de la indagación, o si irá más allá de los supuestos incidentes en Bickleigh.

La policía militar llevó a cabo una pesquisa de 16 meses en el centro de adiestramiento de Lympstone, que proporciona personal a la unidad 42. La investigación culminó en diciembre del año pasado con la formulación de cargos penales a seis miembros del equipo de adiestramiento. Sin embargo, las acusaciones se retiraron en enero, después que la Autoridad Persecutoria del ejército decidió descontinuar la investigación ante la aparición de nuevas pruebas que nunca se dieron a conocer. Ninguno de los seis acusados sigue trabajando en dicho centro.

© The Independent
Traducción: Jorge Anaya, para La Jornada